El IPC Nacional de INDEC trepó 1,9% en julio, desacelerándose 0,3 p.p. respecto al mes anterior. De esta manera, mostró un incremento del 42,4% i.a. -la menor cifra de los últimos 22 meses- y acumuló una suba del 15,8% en los primeros siete meses del año, representando la menor variación acumulada desde el año 2017 al séptimo mes del año.
En lo que respecta a los capítulos, la mayor evolución la tuvo Equipamiento y mantenimiento del hogar (+3,9%), como consecuencia de las restricciones cambiarias y mayor demanda de bienes y refacciones dentro del hogar. Cabe destacar que el capítulo acumula un incremento del 8,1% entre junio y julio -en comparación al 4,2% que acumula el Nivel general-, dado que, en este periodo, las restricciones para acceder al MULC para determinadas empresas impactaron de lleno en el incremento de precios de determinados bienes importados. Por su parte, se destacaron las subas de los capítulos Recreación y cultura y Prendas de vestir y calzado (ambos con incrementos del 3,3%).
Analizando a las categorías, el IPC Núcleo creció 2,5% en el mes (+0,6 p.p. en comparación al Nivel general) y acumuló una suba del 17,3% en los primeros siete meses de año. A contramano se ubicaron las otras dos categorías: por un lado, el IPC Estacionales (+0,9%) mostró la variación más baja de los últimos catorce meses, pero acumuló una suba del 29,4% en lo que va del año (+13,6 p.p. por encima del Nivel general). Por otro lado, el IPC Regulados creció 0,5%, acumulando únicamente un incremento del 5,7% en los primeros siete meses del año.
A su vez, cabe destacar que existió una dinámica disímil entre las regiones. Las que se encuentran en una etapa de distanciamiento social exhibieron un avance promedio del 2,2% (en línea con lo observado en junio a nivel nacional). Por su parte, el índice creció 1,6% en GBA, siendo la única región que aún cuenta con restricciones fuertes a la circulación y producción, especialmente considerando que la primera mitad de julio se frenó el relajamiento que se venía dando en las semanas previas. En este sentido, el relevamiento presencial del total nacional se redujo a un 25,8% en julio (mientras que en junio había sido del 58,7%). Cabe destacar que imputándole el promedio del incremento del Nivel general de las otras regiones a GBA, la inflación hubiese mostrado un aumento del 2,2%.
¿Qué esperamos?
De cara al futuro, esperamos que la inflación se acelere en los últimos cinco meses del año y cierre en torno al 39% en 2020. Si bien se desactivaron dos de los principales drivers inflacionarios -las negociaciones salariales se mantendrán postergadas en un contexto de empleos en riesgo y las tarifas de servicios públicos continuarán congeladas-, tanto el tipo de cambio oficial como la brecha cambiaria actuarán como dinamizadores principales.
Además, esperamos una aceleración del capítulo Alimentos y bebidas no alcohólicas, dado que en base a nuestros relevamientos, observamos aceleraciones significativas en la última parte de julio, efecto que se verá plenamente en el próximo mes. Por su parte, en los próximos meses podríamos ver aceleraciones de servicios telefónicos y combustibles, que dinamizarán a los precios regulados.