Precios

La inflación más alta desde el salto cambiario pos-PASO

La inflación nacional fue de 4,8% en marzo, acelerándose 1,2 p.p. respecto a febrero y mostrando la variación más alta desde septiembre de 2019, mes siguiente a la devaluación pos PASO. A su vez, exhibió una variación acumulada del 13,0% en el primer trimestre del año y de 42,6% en la comparación interanual.

En lo que respecta a los capítulos, Educación (+28,5%) e Indumentaria (+10,8%) son los que mayor evolución exhibieron en el mes. Estas variaciones pueden ser explicadas por factores esencialmente estacionales: en el primer caso, por incrementos en las cuotas escolares, y en el segundo por el cambio de temporada. Por su parte, resaltó la evolución de Bebidas alcohólicas y tabaco (+6,4%) donde se destacó el incremento de cigarrillos y Recreación y cultura (+5,3%) en donde impactó la reapertura de cines.

De todas maneras, el capítulo que mayor incidió en el mes fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (+4,6%) producto de su importante ponderación y peso dentro de la canasta general. Este rubro acumuló una suba de 13,8% en el primer trimestre del año, agravando el carácter regresivo de la inflación. En este sentido, se destacaron las subas de Carnes (que ya acumulan un alza de 17,5% en el primer trimestre) y Verduras. Además de los productos frescos, resaltaron los avances de determinados bienes de Consumo Masivo (como lácteos, aceites y panes). Esta dinámica se dio a pesar de la continuidad del programa de Precios Máximos (en el cual no autorizaron nuevas subas en los comercios adheridos) y un menor deslizamiento del tipo de cambio oficial (principal driver de los bienes transables).

En lo que respecta a las categorías, el IPC Estacionales exhibió la variación más alta de los últimos cinco meses (+7,2%), acumulando 13,8% en el primer trimestre (+67,9% i.a.). Por su parte, el IPC Núcleo saltó 4,5% en el mes, acumulando 13,0% en los primeros tres meses del año y 45,7% en los últimos doce meses. Por su parte, mientras el IPC Regulados creció también 4,5% en marzo (+12,3% acumulado y 22,2% i.a.).

¿Qué esperamos?

En los próximos meses, el Ejecutivo mantendría la política de reducción del ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial en el periodo previo a las elecciones para mejorar el poder adquisitivo de los hogares en lo inmediato. A su vez, el incremento de las tarifas de Servicios Públicos se ubicaría por debajo del ajuste necesario para corregir el atraso de precios relativos.

Además, cabe nombrar que como consecuencia del elevado dato de marzo decidió implementar mayores controles de precios. Por un lado, incrementó las presiones sobre las empresas de Consumo Masivo y los controles en los supermercados para garantizar que el programa de Precios Máximos se cumpla y se eviten problemas asociados al desabastecimiento. A su vez, tomó medidas en torno a los alimentos frescos (controles sobre el precio de la carne y programas para acceder a precios mayoristas frutas y verduras) y también sobre productos de electrónica y electrodomésticos (mantener fijos los precios actuales de las principales cadenas de comercialización de estos productos).

Hay que tener en cuenta que este tipo de medidas de controles son ineficientes para bajar la inflación. En este marco, la suba de precios podría mostrar una desaceleración en la previa electoral, pero como consecuencia principalmente de la menor depreciación del tipo de cambio oficial.

La suba de precios mostraría una desaceleración en abril, ya que los factores estacionales (subas de educación e indumentaria) ya no estarán presentes. De todas maneras, esperamos que la inflación núcleo -que muestra con mayor precisión la inercia del proceso inflacionario- se mantenga en niveles elevados (en torno al 4%). Esto se daría como consecuencia, en mayor medida, de la elevada dinámica que mantendrán los precios de los alimentos. A su vez, habrá nuevos incrementos de subtes, taxis, prepagas y combustibles.

En este marco, la inflación promedio entre abril-diciembre debería ser del 1,5% para cumplir con la meta oficial presentada en el Presupuesto 2021 (29% anual), cifra que ya quedó descartada. Por lo tanto, si bien el Gobierno podría lograr que la inflación perfore el 3% mensual en los meses previos a las elecciones (entre el segundo y tercer trimestre), esperamos que la inflación anual cierre cómodamente por encima del 40% en 2021.



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