Precios

La inflación alcanzó un nivel máximo en marzo

La inflación nacional alcanzó el 6,7% mensual en marzo, acelerándose 2 p.p. respecto al mes previo y alcanzando la variación más elevada de los últimos 20 años, sólo superada por la de abril del 2002. De esta manera, la inflación acumulada en el primer trimestre se ubicó en 16,1%, siendo el trimestre de mayor alza de precios desde abril-junio de 2002, tras la salida de la convertibilidad. A su vez, la inflación interanual en marzo se situó en 55,1% (una aceleración de 2,8 p.p. contra febrero), y, si bien esperamos una leve moderación en los siguientes meses, todo parece indicar que la inflación en 2022 cerraría en el rango del 60%, la más alta de los últimos 30 años.

Cabe destacar, no obstante, que el elevado valor estuvo en gran medida explicado por una multiplicidad de factores puntuales: impactaron las subas estacionales de colegios e indumentaria, y los incrementos que se otorgaron en tarifas de servicios públicos (electricidad, gas y agua), servicios de medicina prepaga, naftas, cigarrillos y las paritarias de servicio doméstico. De hecho, el subconjunto conformado por Educación, Prendas de Vestir y Calzado, Electricidad, gas y otros combustibles, Tabaco, Combustibles y prepagas (23% del IPC) se incrementó un 11% en marzo (frente a menos de 3% en el primer bimestre) mientras que el resto del IPC aumentó un 5,5% (vs. 4,7% en enero-febrero). En tal sentido, las divisiones de mayor aumento fueron “Educación” (+23,7%) y “Prendas de vestir y calzado” (+10,9%), y “Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles” (+7,7%), donde influyeron las mencionadas subas de tarifas.

Sin embargo, el mayor impacto en el índice para todas las regiones lo tuvo la categoría de “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, que si bien fue la única división que se desaceleró levemente con relación a febrero (-0.3 p.p.) se ubicó nuevamente en niveles sumamente preocupantes (+7,2% mensual y 59,7% i.a.), más aún para los sectores de menores ingresos. Se destacaron principalmente “Pan y cereales” (con un +11,6% alcanzó su mayor variación mensual en la serie que comienza en 2016), donde habría incidido el impacto de los commodities (en el marco del conflicto internacional); También se verificaron subas importantes en “Leche, productos lácteos y huevos” (+9,3%) y “Carnes y derivados” (+7,5%). A su vez, cabe mencionar que la proporción de “Precios Cuidados” dentro del IPC se redujo a 7%, el menor valor desde septiembre de 2021. En lo que respecta a esta división, aún no está del todo claro si ya ha pasado por completo el efecto de la suba de precios internacionales producto de la guerra entre Rusia y Ucrania o si aún evidenciará un nuevo impacto en el IPC del presente mes. Cabe señalar también que en el caso de GBA “Verduras, tubérculos y legumbres” revirtió parte del fuerte incremento del primer bimestre (+73%) con una variación mensual negativa del 4,9%.

Con respecto al análisis por categorías, por lo anteriormente mencionado Regulados fue la de mayor incremento, mostrando una suba del 8,4% (aceleración de 5,3 p.p. contra febrero), aportando en promedio 1,5 p.p. al índice general. En paralelo, Estacionales se mantuvo en niveles altos (+6,2%) pese a una desaceleración 2.2 p.p. contra el mes previo. Por último, continúa preocupando la dinámica de la Inflación Núcleo, que alcanzó ya un año y medio por encima del 3% mensual con un aumento del 6,4% en marzo (57,3% i.a.), la mayor variación desde septiembre de 2019. La fuerte suba en alimentos (especialmente carnes) incidió en este sentido.

¿Qué esperamos para lo que resta del año?

Dados los menores efectos puntuales y estacionales, en los próximos meses el aumento mensual de precios sería menor que el de marzo. No obstante, el tercer mes del año deja un arrastre importante de cara a abril, al tiempo que la inercia y los impactos externos podrían continuar ejerciendo presión.

En este sentido, la inflación del segundo trimestre sería menor que la del primero, aunque permanecería en niveles elevados. No obstante, los riesgos continúan estando al alza en unos meses en los que se suelen definir las paritarias, sumado al combustible extra que podrían significar las subas de los servicios públicos acordada con el FMI con su doble efecto en la dinámica de los precios.

A pesar de los reiterados intentos del gobierno por controlar la dinámica de los precios de ciertos productos, tanto la historia como la situación actual nos indican que ante la ausencia de un ancla que estabilice las expectativas, tales medidas carecen de la efectividad necesaria para contener el avance de la inflación. En este sentido, como consecuencia de la elevada inercia inflacionaria, las crecientes presiones externas por los altos precios internacionales, la preocupante distorsión de precios relativos y el escaso poder de fuego de las medidas de control en este contexto, la inflación en 2022 se encamina a ser la mayor en los últimos 30 años.



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