La inflación nacional alcanzó el 2,5% en el octavo mes del año según el INDEC, desacelerándose 0,5 p.p. respecto al mes anterior. De esta manera, exhibió una variación de 32,3% en los primeros ocho meses del año y de 51,4% en la comparación interanual.
La desaceleración vino de la mano de la reducida evolución de Alimentos y bebidas no alcohólicas (+1,5%), que exhibió la variación más baja de los últimos trece meses. De esta manera, el capítulo le aportó 0,4 p.p. a la variación mensual del Nivel General de agosto, luego de significar 1,0 p.p. en la inflación del mes previo (en julio la inflación fue de 3%). Al interior del capítulo, la desaceleración correspondió a la baja evolución de Carnes (que en 4 de las 6 regiones perforó el 1%) y Verduras. Sin embargo, esto solo compensa parcialmente las subas de los alimentos del último año ya que en la comparación interanual (+53,4% i.a.) se ubica 2,0 p.p. por encima del Nivel General.
Esta desaceleración es la quinta consecutiva desde el pico de marzo (cuando el IPC avanzó casi 5%). Si bien esto luce como algo positivo, también esconde el hecho de que en esos cinco meses, el IPC Núcleo -que alcanzó 3,1% en agosto- se ubicó por encima de la inflación, sin poder perforar todavía el 3%. Como este indicador -que no contiene a los de origen estacional o regulados por el Gobierno- capta de mejor forma la inercia inflacionaria, refleja lo transitorio de la desaceleración inflacionaria de estos últimos meses. Esta tensión se reforzará en los próximos meses si el “paquete electoral” se traslada rápidamente a los precios vía una mayor demanda y un posible incremento en la brecha cambiaria que pondere las mayores necesidades de financiamiento monetario.
En los últimos cuatro meses del año la inflación mantendrá un promedio inferior al 3% mensual. Esto se debe a que luego del resultado electoral, el gobierno no autorizará aumentos en los regulados (a excepción de los ya previstos para las Prepagas) y apostará a planchar el tipo de cambio oficial, especialmente en el período previo a las elecciones generales. De esta manera, esperamos que la suba de precios ronde 48,5% en 2021, volviendo a la zona de 2018-2019.