El empleo formal vencido en 2019

¿Cómo evolucionó el empleo registrado en el 2019?

Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el empleo registrado cayó 1,1% en 2019, lo que implica una destrucción mayor a 130.000 puestos de trabajo. Es la primera vez desde la publicación del indicador en el año 2012 que existe una destrucción neta de empleo respecto al año anterior, llegando así a niveles menores a los de 2017.

Este resultado es producto de la recesión en la que se encuentra la economía. La actividad económica se habría contraído un 2,1% en 2019, afectada por un desplome del consumo como consecuencia de la caída de casi 10% del salario real y una inversión completamente paralizada. Como consecuencia, cuando se analiza el empleo por categorías, el deterioro fue mayor en las formas de contratación de mejor calidad, y, por lo tanto, las formas de empleo más precarias fueron ganando peso a lo largo del año.

Más en detalle, la mayor pérdida de empleo se observó en los asalariados del sector privado -que representan la mitad del empleo registrado- con una contracción del 2,3% respecto a 2018 (-146.500 puestos de trabajo). Por su parte, la caída en los trabajadores independientes (compuesto por monotributistas sociales, monotributistas, autónomos y asalariados de casas particulares) fue más atenuada, mostrando una reducción del 0,6% (-16.770 puestos de trabajo). Por último, el empleo público es el único que no sufrió contracción (+0,8%) incorporando más de 26000 puestos de trabajos formales en el contexto de un año electoral.

Por su parte, analizando por ramas de actividad, las peores contracciones en términos de empleo privado registrado se las llevaron los sectores vinculados al mercado interno, que además de ser los que más empleo generan fueron los más golpeados durante la crisis. En este sentido, la industria, el comercio y la construcción, que representan el 43% del empleo privado registrado total, sufrieron contracciones del 5%, 4% y 3% respectivamente en 2019, totalizando casi 120.000 puestos de trabajo menos. A contramano, el sector primario -que explica únicamente un 7% del empleo privado formal- fue el único que se mantuvo en terreno positivo (+1,7%), lo que significó un aumento de 7000 puestos de trabajo.

¿Qué esperamos a futuro?

Producto de la situación compleja en la que se encuentra la economía y la lenta recuperación que tendrá en la medida que se dilate la renegociación de la deuda, esperamos que la actividad se mantenga en promedio en terreno negativo en el 2020. Por lo tanto, en un contexto de lenta recuperación del salario real y reactivación del consumo no será una condición suficiente para que las empresas vuelvan a contratar personal. La demanda se deberá percibir persistente para que esto ocurra, ante el riesgo de que nuevas relaciones laborales pongan en jaque la debilitada estructura de costos.

Por otro lado, ante faltas de alternativas en relación de dependencia, aumentan las formas de contratación más precarias. Dentro del mundo formal, es posible que continúe en alza la cantidad de trabajadores “cuentapropistas” (especialmente monotributistas), mientras que también es de esperar que el empleo informal crezca en la medida que la economía demore en escapar de la recesión. Finalmente, de no existir un significativo ajuste en la masa de empleados del Estado, esperamos que el empleo público se mantenga en terreno positivo, al menos en línea con el crecimiento poblacional.

Ecuador | Aumentó el riesgo país en febrero

Economía

A inicios de febrero la calificadora Moody’s bajó la calificación crediticia del Ecuador de B3 a Caa1. Los argumentos detrás de esa decisión fueron la resistencia que enfrenta el Gobierno para poder avanzar en reformas económicas estructurales, el “desafiante” calendario de amortizaciones externas que el Ecuador deberá enfrentar a partir de 2022 y también el limitado acceso a mercados internacionales que sufre el país. Al respecto, otra noticia destacada de los últimos días fue la caída del precio del petróleo (como consecuencia de la crisis del coronavirus en China) y el consecuente incremento en el índice de riesgo país del Ecuador, que en la segunda semana de febrero ha rondado los 1.100 puntos básicos. Otro factor también relacionado con el coronavirus y la caída en el precio de las materias primas es el fortalecimiento que el dólar ha mostrado frente a las monedas de varios de los principales socios comerciales del Ecuador, lo que resta competitividad externa al sector transable. Finalmente, en enero el Índice de Precios al Consumidor mostró una variación interanual de -0,3%, la segunda caída consecutiva.

Política

Otro de los motivos que podría explicar el aumento del riesgo país del Ecuador es la ruptura del acuerdo legislativo que el Gobierno tenía con el partido de centro-derecha CREO. Sin embargo, pensamos que pese al distanciamiento CREO aún apoyaría las reformas en la normativa fiscal y monetaria y financiera que el Gobierno debe impulsar como parte del acuerdo con el FMI.
Otra noticia relevante en lo político fue la instauración, después de varias postergaciones, del juicio contra Rafael Correa y varios altos funcionarios de su gobierno por presuntamente haber organizado una asociación ilícita para cobrar sobornos a contratistas del sector privado. Del resultado (y la velocidad) del juicio depende que Correa pueda participar o no en las próximas elecciones. Si es absuelto podría participar como candidato, pero no para presidente, cargo que ya ejerció dos veces.

Colombia | El gobierno impulsará una reforma pensional y laboral

Economía

Si bien la incertidumbre generada por el Brexit y el impeachment de Donald Trump ha cesado, la volatilidad de los mercados continúa gracias al coronavirus, devaluando la moneda colombiana. De esta forma, si esta tendencia continúa, nuestro escenario central de una tasa de cambio promedio alrededor de los 3300 COP/USD durante 2020 podría ser modificado. Por otra parte, hay motivos de alivio en la economía colombiana pues la inflación se desaceleró y se ubicó en 3,6% (interanual) y el crecimiento de 2019 fue de 3,3%, un poco por encima de nuestro pronostico. Lo anterior disminuye la probabilidad de que la inflación se salga del rango meta del 4% y de que sea necesario incrementar la tasa de interés de referencia y afectar negativamente el crecimiento económico. Sin embargo, este alivio en la inflación podría ser alterado por los desarrollos futuros del coronavirus y la volatilidad en los mercados, que podrían aumentar la inflación de transables, así como también por las recientes heladas podrían afectar los precios de los alimentos.

Política

El gobierno de Iván Duque empezó el 2020 presentando las posibles reformas que se promoverán durante el año. Se destacan dos: la reforma pensional y la reforma laboral. Si bien aún no se conocen los detalles sobre cuáles serán las políticas que se plantearán, el Gobierno ya ha comenzado a anunciar algunas medidas. En el caso de la reforma laboral, la señal más clara es la reglamentación de la contratación por horas. En cuanto a la reforma pensional no se ha anunciado ninguna medida, lo que ha permitido que el debate económico tenga propuestas por parte de los gremios y centros de investigación económica que van desde la eliminación del régimen de prima
media hasta la eliminación de los fondos privados. Si bien estas propuestas pueden traer beneficios a la sociedad colombiana, es aún muy temprano para evaluar sus efectos, dada la falta de información de la totalidad de las políticas. Lo que sí se sabe es que se están convocando marchas en contra de estas reformas para el 25 de marzo.

El IPC GBA Ecolatina fue 2% en febrero

¿Cómo evolucionó la inflación en febrero?

De acuerdo con los relevamientos del IPC GBA Ecolatina, la inflación fue del 2% en febrero, mostrando una desaceleración de 1,1 p.p. respecto a enero. De esta manera, el IPC acumuló 5,2% en el primer bimestre del año y tuvo una suba del 52,2% i.a.

Alimentos y bebidas nuevamente fue el capítulo con mayor dinamismo (+3,5%), creciendo considerablemente por encima del Nivel general y acumulando un aumento del 56,4% i.a. De esta manera, la incidencia del capítulo en el Nivel General pasó de 31% en el promedio del año pasado a 55% en los primeros meses del 2020.

Por lo tanto, pese al ancla cambiaria y tarifaria a la que el gobierno ha recurrido desde su asunción, la lograda desaceleración de la inflación esconde una significativa regresividad: los mayores incrementos en alimentos impactan principalmente a los hogares de menores ingresos que destinan una mayor proporción del gasto a estos bienes.

Además, los otros capítulos que evolucionaron por encima del Nivel general fueron Otros bienes y servicios (+2,7%), Equipo y mantenimiento del hogar (+2,5%) y Esparcimiento (2,4%). De esta manera, el IPC Núcleo -que descuenta la evolución del IPC Regulados y Estacionales- mostró una evolución del 2,5%. Al mismo tiempo, IPC Regulados se mantuvo prácticamente estable (+0,6%) producto del congelamiento de los servicios públicos y combustibles, mientras que los Estacionales subieron 2,9%.

¿Qué esperamos para el resto del año?

Teniendo en cuenta que los servicios públicos se mantendrán congelados en el primer semestre (a excepción de transporte, donde el congelamiento es por 120 días), la inflación en los próximos meses dependerá primordialmente de lo que suceda con el tipo de cambio y los salarios.

Por un lado, si se mantiene el deslizamiento del tipo de cambio oficial observado en las últimas semanas, el proceso desinflacionario podría encontrar un límite, sumado a que la incertidumbre que conlleva la renegociación de la deuda también podría generar tensiones en la brecha cambiaria y tener un impacto marginal sobre el nivel de precios. Por su parte, las negociaciones paritarias determinarán lo que suceda con el costo de las empresas y los precios de bienes y servicios.

De esta manera, de mantenerse un tipo de cambio sin sobresaltos en conjunto con acuerdos salariales contenidos, esperamos la inflación perfore el 40% en el cierre del año.

Chile | La economía crecería sólo 1,3% en 2020

Economía

Comienza a sentirse el impacto económico de la crisis en su efecto “segunda vuelta”, con importantes recortes en los planes de inversión, con ajustes de gastos y, en muchos casos, con despidos masivos de mano de obra. La incertidumbre respecto de temas clave al momento de evaluar
proyectos de inversión, como el régimen tributario o la regulación del mercado laboral permite entender la cautela de los empresarios. Si a ello le agregamos un proceso de reforma constitucional, en un contexto de fuerte presión social, entendemos el importante deterioro de expectativas económicas empresariales. El año pasado la economía habría crecido sólo 1,2 por ciento, con una caída de 1,8 por ciento en el cuarto trimestre. Para este año esperamos un crecimiento de 1,3 por ciento, sostenido en un muy bajo crecimiento del consumo privado, una fuerte caída en la inversión y
un importante crecimiento del gasto público. Contribuiría en forma relevante el sector externo neto, esperándose un moderado crecimiento de las exportaciones y una fuerte caída en las importaciones. La inflación registrará un importante repunte, aunque transitorio, como consecuencia de la fuerte
devaluación registrada por el peso, mientras la política monetaria se mantendrá en un nivel claramente expansivo.

Política

A partir de diciembre, poco a poco se ha producido una gradual y parcial normalización del orden público, aunque existe mucha incertidumbre respecto a un eventual rebrote de las movilizaciones y la violencia a partir de marzo próximo. La capacidad de mantener la seguridad interna por parte de ejecutivo sigue siendo precaria, aunque esperamos que para dicho mes esté en
operación una estrategia que permita una mayor eficiencia en el uso de la fuerza pública, carabineros y policías, además del apoyo de las fuerzas armadas para proteger instalaciones críticas, de aprobarse el proyecto que lo autoriza, actualmente en discusión en el parlamento. El retraso en el avance en las reformas sociales más importantes, como la de pensiones y la de salud, hacen más probable que el movimiento social vuelva con fuerza a partir del próximo mes. Sin embargo, al menos habrá un relato que puede encausar al movimiento social, referido a la campaña por aprobar o rechazar una nueva constitución, tema que se zanjará vía plebiscito en el mes de abril. Con todo, será clave el relativo éxito o fracaso del gobierno para asegurar el orden público en el correr de los próximos meses, en su efecto sobre la economía y, muy importante, sobre la posibilidad de avanzar hacia una eventual nueva constitución en un clima de pleno respeto al estado de derecho.

Brasil | O ciclo de afrouxamento monetário é encerrado

Economia

O cenário prospectivo deve seguir um movimento de depreciação de ativos brasileiros até a ocorrência de sinais mais concretos em relação à extensão e magnitude do impacto da economia chinesa. Sob o prisma da economia brasileira, a tendência é que os efeitos econômicos se concentrem fundamentalmente na redução de preços de mercadorias e desvalorização do câmbio. Uma balança comercial, então, passa a ganhar um valor negativo e um taxa de câmbio, uma longa trajetória rumo aos dados sugeridos pelo nível atual de prêmio de risco. O cenário pessimista aparece em um quadro mais amplo de desaquecimento da economia global. Os sinais mais recentes
confirmam o quadro de estabilidade monetária, ou contribuem para a redução de taxa Selic na reunião do Copom. Nossa leitura é que, por agora, o ciclo de afrouxamento monetário é encerrado.

Política

É verdade que existe uma janela de oportunidade para a votação das reformas, mas o ambiente em 2020 deve ser marcado por bastante pressão por conta das questões políticas e dos efeitos do calendário eleitoral. De todo modo, a tendência é de peso crescente do poder Legislativo no encaminhamento das reformas. A descentralização do poder de agenda confere às lideranças partidárias papel privilegiado na definição do ritmo e do conteúdo da agenda econômica. A ausência de uma coalizão majoritária dificulta proteger a agenda do governo do jogo político-eleitoral. O risco
do quadro político deve aparecer com a decepção no ritmo das votações, especialmente se a economia não der sinais mais relevantes de retomada.

Bolivia | El gobierno busca reducir el déficit fiscal

Economía

Bolivia cerró 2019 con menor déficit fiscal y comercial. En efecto, la información oficial, todavía preliminar, indica que el saldo fiscal negativo fue 7,2% del PIB, menor al 8,1% del año 2018. De igual forma, el déficit comercial fue ligeramente menor, puesto que bajó de 2,4% del PIB en 2018 a 2,1% la gestión pasada. Esta reducción tiene dos componentes cuya magnitud todavía no está identificada: el primero se refiere a la intención explícita del gobierno de reducir el impulso fiscal desde su asunción en noviembre pasado, mientras que el segundo corresponde a la interrupción de la actividad por la insurrección popular que derivó en la salida de Evo Morales. En tal sentido, el crecimiento de 2019 habría estado levemente por encima de 2%, una cifra que responde además al mal contexto regional, que se reflejó en el crecimiento acumulado de 2,9% al tercer trimestre. Como una muestra de compromiso fiscal, el gobierno se fijó como meta de déficit de 6,6% para 2020 y una caída acotada de reservas (16%).

Política

El pasado 3 de febrero terminó la inscripción de los partidos políticos que participarán en las elecciones generales del próximo 3 de mayo. Dentro de ellos destacan el exministro de economía Luis Arce y el excanciller David Choquehuanca por el partido que estuvo en función de gobierno hasta noviembre (Movimiento Al Socialismo), mientras que en el otro frente destacan los siguientes binomios: la presidenta actual Jeanine Añez con el empresario Samuel Doria Medina (Juntos), los líderes cívicos regionales Luis Fernando Camacho y Marco Pumari (Creemos) y el expresidente Carlos Mesa con el intelectual Gustavo Pedraza (Comunidad Ciudadana). Los primeros estudios electorales anticipan que en la primera vuelta ganaría el MAS con un margen que no le permitiría acceder a la presidencia, la cual se definiría en segunda vuelta entre dicho frente y el que resulte el mejor segundo, el cual accedería al gobierno. Los ejes sobre los cuales girará la discusión electoral son la economía y la democracia.

El IPC GBA Ecolatina se desacelera en la primera quincena de febrero

De acuerdo con el relevamiento quincenal del IPC GBA Ecolatina, los precios crecieron 2,2% en la primera quincena de febrero con respecto al mismo período del mes anterior. De esta manera, la inflación cedió 1 p.p. respecto a la primera quincena de enero.

La desaceleración se explica por la estabilidad de los capítulos de Educación (-0,1%), Atención médica y gastos para la salud (+0,1%), Vivienda y servicios básicos (+0,2%) e Indumentaria (+0,7%). Por su parte, el rubro con mayor dinamismo fue Alimentos y bebidas, que avanzó casi 4% y continúa considerablemente por encima del Nivel general. Este factor no es despreciable ya que impacta en mayor medida en las familias con menor poder adquisitivo (dado que destinan mayor parte de su ingreso en consumir estos bienes) y en la percepción que la sociedad tiene del proceso inflacionario.

De no mediar un mayor deslizamiento del tipo de cambio, esperamos que los aumentos continúen desacelerándose en la segunda parte del mes. Sin embargo, por el momento esta dinámica no sería suficiente para perforar el 2%.

La inflación fue de 2,3% en enero, según INDEC

¿Qué sucedió con la inflación en enero?

El INDEC informó que la inflación nacional alcanzó 2,3% en el mes de enero, mostrando una desaceleración de 1,4 p.p. respecto a diciembre de 2019. Luego de cinco meses consecutivos, el IPC General rompió el piso del 3%. Con estos números, acumuló una suba del 52,9% respecto a enero del año pasado.

Analizando por capítulos, la principal reducción se la llevó Salud (-2%), producto del acuerdo del gobierno con los laboratorios por el precio de los medicamentos, que exhibieron una disminución del 5% en el mes. Por su parte, Equipamiento y mantenimiento del hogar mostró una reducción del 1,3%. Esta contracción respondió a la baja del rubro Servicio doméstico, debido a que en diciembre – y a diferencia de enero – se incluyó la asignación extraordinaria y no remunerativa del salario doméstico.

Por su parte, Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles tuvo un leve incremento del 0,6%. La estabilidad de este capítulo se explicó por el rubro Expensas, dado que en diciembre hubo un considerable aumento de estas, producto de la bonificación anual del 20% a encargados de edificios en el cierre del año. Es importante remarcar que, quitando los efectos de los rubros de Servicio doméstico y Expensas, la inflación mensual habría sido un 2,6% en enero. Por otro lado, Comunicaciones y Educación se mantuvo prácticamente estable, mostrando subas del 0,1% y 0,5% respectivamente.

A contramano, uno de los aumentos más elevados fue el de Alimentos y bebidas no alcohólicas (+4,7%), mostrando una considerable suba de 2,4 p.p. por encima del Nivel general. Este incremento se vio explicado por la reincorporación del IVA en algunos precios. A su vez, se observó un elevado aumento de Recreación y cultura (+5%), Bebidas alcohólicas y tabaco (+4,3%) y Restaurantes y hoteles (+4,2%).

En lo que respecta a las categorías, se observó una fuerte suba del IPC Estacionales (+3,6%). A contramano, el IPC Regulados trepó solo 1,1%, producto del congelamiento de las tarifas de servicios públicos y de combustibles. Por último, el IPC Núcleo exhibió una suba del 2,4% (0,1 p.p. por encima del Nivel general y 1,3 p.p. menos que el IPC Núcleo de diciembre) como consecuencia de la estabilidad cambiaria y la dinámica explicada anteriormente.

¿Qué pasará en los próximos meses?

Por el congelamiento de tarifas, esperamos que los Precios regulados muestren un dinamismo acotado. Por otro lado, el dólar oficial permanece prácticamente anclado y cómo evolucione dependerá primordialmente del resultado de la renegociación de la deuda. Además, en un contexto de cepo cambiario, un aumento de la incertidumbre podría incrementar la brecha cambiaria, y como consecuencia, tener un impacto en el margen sobre los precios. En cuanto a los salarios, será necesario tener en cuenta como impactarán las negociaciones paritarias en los precios.

Por otra parte, es necesario tener en cuenta que la dinámica observada en los capítulos Equipamiento y mantenimiento del hogar y Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles correspondieron a un componente especifico del mes de enero, y, por lo tanto, no se mantendrá en los próximos meses. Por el contrario, el rubro Salud continuará exhibiendo una dinámica acotada por el acuerdo del precio de los medicamentos.

De mantenerse los factores vinculados a los salarios y el tipo de cambio, esperamos que la inflación continúe mostrando una variación por debajo del 3% en los próximos meses.

Latinoamérica crecerá sólo 1,2% en 2020

La Alianza Latinoamericana de Consultoras Económicas proyecta que la economía de la región crecerá sólo 1,2% en el año 2020, revirtiendo la caída observada en 2019.

La Alianza Latinoamericana de Consultoras Económicas (LAECO, por sus iniciales en inglés) reúne a las principales firmas de consultoría económica independiente de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, que explican el 95% del PIB regional. A la espera de los datos cerrados para 2019, LAECO estima que el PIB de la región habría caído 0,7% el año pasado, empeorando 0,1 p.p. su última proyección de -0,6%, realizada en noviembre de 2019. Dicho desempeño será inferior al registrado en 2018, cuando la región se mantuvo apenas en terreno positivo.

Para 2020, las consultoras que forman parte de la Alianza proyectan una magra expansión del Producto latinoamericano (+1,2%), que comenzaría a salir muy lentamente de su anemia. El estancamiento regional produce serios desafíos, ya que aminora la demanda externa y la creación de empleo, generando crecientes tensiones sociales. Este crecimiento (+1,2%), aunque de poca magnitud, sería el mayor desde 2013, explicado por una aceleración de la expansión en Brasil, Bolivia y Perú que traccionarían el PIB regional. Además, se vería una recuperación del crecimiento en Paraguay, México y Uruguay, y una tendencia constante del crecimiento de Colombia, que compensarían las recesiones en Ecuador, Argentina y Venezuela.

De acuerdo con las estimaciones de los integrantes de la Alianza LAECO, las proyecciones de actividad económica latinoamericana serán menores a las previstas por distintos organismos internacionales. Por caso, el Fondo Monetario Internacional, en su reciente actualización del World Economic Outlook (enero de 2020) publicó que la expansión latinoamericana habría sido de 0,1% en 2019 y sería de 1,6% en 2020 (versus el indicador PBI LAECO 12 que estima una variación de la actividad de -0,7% y 1,2%, respectivamente).

Por su parte, este mes el Banco Mundial redujo sus estimaciones para Latinoamérica, acercándola a las proyecciones de la Alianza LAECO: estimó que el PIB regional habría crecido 0,8% en 2019 (0,9 p.p. menos que en su proyección previa) y que treparía 1,8% en 2020 (0,7 p.p. menos que en la última publicación de LAECO-12 en noviembre de 2019). A su vez, CEPAL mantuvo su estimación de 0,1% para 2019, pero redujo su proyección de crecimiento a 1,3% para 2020 (corrigiendo 0,1 p.p. a la baja respecto del comunicado de noviembre de 2019).

Por último, cabe remarcar que el crecimiento regional se verá nuevamente afectado por la grave crisis de Venezuela. Aislando la evolución de este país, la estimación para el PIB regional habría sido un crecimiento de 0,6% en 2019 y se prevería una nueva expansión de 1,5% en 2020 (en comparación al -0,7% en 2019 y +1,2% en 2020). La Alianza Latinoamericana de Consultoras Económicas expresa su solidaridad y apoyo para la resolución de los problemas que persisten en Venezuela, así como también los otros conflictos en países de la región, que abarcaron rupturas del orden institucional vigente.