Sector Externo

Cuarto superávit comercial consecutivo

El saldo comercial fue de USD 2.059 M en marzo, marcando un récord en los últimos 18 meses. De esta manera, se acumuló un saldo de USD 4.253 M en el primer trimestre del año, mientras que se alcanzaron cuatro meses consecutivos de superávit desde el cambio de gestión.

Las ventas externas continúan en crecimiento gracias a una mejora en las cantidades impulsadas por la recuperación de la producción de los principales cultivos, en contraste a precios internacionales que jugaron en contra. A diferencia, las cantidades y los precios de los bienes importados se mantienen en rojo, en un contexto de menor actividad económica.

Con todo, para este año esperamos que las exportaciones muestren una marcada recuperación, lo cual se daría en paralelo a unas importaciones con caídas pronunciadas en línea a la recesión económica. Como resultado, el superávit comercial para este año podría superar los USD 13.000 M en 2024.

Cuarto superávit comercial consecutivo

El saldo comercial fue de USD 2.059 M en marzo, marcando un récord en los últimos 18 meses. De esta manera, se acumuló un saldo de USD 4.253 M en el primer trimestre del año, mientras que se alcanzaron cuatro meses consecutivos de superávit desde el cambio de gestión.

Este resultado se explicó tanto por una mejora en las ventas externas como por un desplome en las importaciones. Las exportaciones fueron de USD 6.394 M (+11,5% i.a.) en marzo, explicadas por cantidades que se mantuvieron al alza (+21,3% i.a.), pero precios que siguieron a la baja (-8,0% i.a.). Así, se acumularon ventas externas por USD 17.322 (+9,0% i.a.) en el primer trimestre. En paralelo, las importaciones fueron de USD 4.335 M (-36,7% i.a.), donde tanto precios (-6,9% i.a.) como cantidades (-32,1% i.a.) jugaron a la baja. De esta manera, se acumularon compras externas por USD 13.070 M (-24,2% i.a.) en los primeros tres meses del 2024.

¿Qué sucedió en los diferentes rubros?

Las ventas externas continuaron en crecimiento gracias a una mejora en las cantidades, que se vieron impulsadas por una recuperación en la producción de los principales cultivos, en contraste a precios internacionales que jugaron en contra. A diferencia, las cantidades y los precios de los bienes importados se mantienen en rojo, en un contexto de menor actividad económica.

Al interior de las exportaciones, se destaca el crecimiento del rubro de Productos Primarios (PP) con una suba de USD 1.749 M (+27% i.a.), explicada por cantidades que mostraron un elevado repunte (+41% i.a.) con precios en caída (-10% i.a.). Al igual que en los meses anteriores, la recuperación de este rubro fue explicado principalmente por las ventas de cereales (fueron USD 321 más que hace un año, +34% i.a.). Por su parte, las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) fueron de USD 2.176 M, reflejando un crecimiento de 16% i.a. impulsado por una mejora en las cantidades (+40% i.a. en cantidades, con precios cayendo -17% i.a.).

Por el contrario, las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) se situaron en USD 1.645 M con una caída del 8% i.a. (USD -295 M). Al interior, tanto los precios (-2% i.a.) como las cantidades (-6% i.a.) se ubicaron en rojo. En este sentido, la disminución de la competitividad cambiaria desde el salto cambiario de diciembre actúa como desincentivo, en conjunto a un mayor tipo de cambio efectivo para el importador que encarece las compras de insumos para producir.

Por otro lado, a excepción de vehículos automotores de pasajeros, existió una caída generalizada en los rubros de importaciones. Con una actividad fuertemente reprimida, los usos vinculados a la producción acentuaron su caída durante marzo: las cantidades importadas de Piezas y Accesorios de Bienes de Capital descendieron -36,2% i.a. (-29,3% i.a. acumulado en el trimestre), Bienes de Capital -32,3% i.a. (-15,4% i.a.) y Bienes Intermedios -23,5% i.a. (-10% i.a.). Asimismo, y a pesar de las recientes medidas de liberalización para determinados bienes de la canasta básica, los Bienes de Consumo retrocedieron -31% i.a. y anotaron su mayor caída en 2024.

Continuó la mejora en la balanza energética

Sección aparte merece el desempeño de la balanza comercial energética. En el tercer mes del año ocurrió el mayor superávit comercial para marzo en los últimos 20 años (USD 693 M). De esta manera, se acumuló un superávit energético de USD 1.641 M en el primer trimestre del año.

En su composición, las exportaciones de combustibles y energía (CyE) fueron de USD 825 M (USD 2.289 M acumulado), lo cual representó una suba de 19,2% i.a. explicada por el incremento de las cantidades: los precios se mantuvieron estables (+0,3%) contra un crecimiento de 19,5% en las cantidades exportadas.

Por su parte, las importaciones de combustibles y lubricantes (CyL) fueron de USD 132 M (USD 579 M acumulado), reflejando así una marcada caída del -76,6% i.a. La reducción se explica por menores cantidades (-77,8% i.a.), al contraste de precios al alza (+5,3% i.a.). Al interior, se puede observar como la importación de energía eléctrica mostró una reducción de USD -136 M en el primer trimestre del año.

¿Qué esperamos para el segundo trimestre?

Entrado el segundo trimestre, la recuperación de la cosecha gruesa seguirá impulsando las cantidades exportadas al alza (principalmente por una fuerte recuperación de productos primarios y MOA) en conjunto a ventas externas energéticas y mineras que podrían mostrar una buena performance, en contraste a otros segmentos que mantendrán un desempeño más acotado, como las manufacturas industriales.

A diferencia, las importaciones se mantendrán en terreno negativo, principalmente por una caída en las cantidades: la caída en la demanda doméstica y la actividad económica explicarán este desempeño. Sumado a esto, el esquema cambiario-comercial vigente en los últimos años implicó un fuerte incentivo a la sobre acumulación de stocks, lo cual actúa como otro factor extra a la baja en las importaciones.

En el corto plazo, el éxito de la estrategia del Gobierno depende de la liquidación de divisas proveniente de la cosecha gruesa (siendo ella uno de sus objetivos). Por tal motivo, los meses entrantes serán un momento bisagra en el año: las autoridades pondrán en juego no sólo la recuperación de las Reservas Internacionales necesarias para la eventual unificación cambiaria, sino la sostenibilidad del esquema cambiario-monetario en su conjunto.

Si bien los incentivos son claves para la liquidación, la cuestión pasa por las expectativas: el esquema se considerará sostenible siempre y cuando los tenedores de los granos no perciban que puede ocurrir un nuevo salto discreto del TC oficial en el corto plazo. Así, resultará imprescindible seguir implementando medidas que disipen la expectativa de un salto cambiario.

En este marco, la mayor oferta de divisas proveniente de la cosecha será crucial para empalmar el incremento en la demanda generado por los pagos postergados de importaciones en los últimos meses.

Con todo, para este año esperamos que las exportaciones muestren una importante recuperación, lo cual se daría en paralelo a un deterioro en las importaciones en línea a la recesión económica. Como resultado, el superávit comercial para este año podría superar los USD 13.000 M en 2024.

 



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