Empleo e Ingresos

¿Qué ocurrió en el mercado laboral el último año?

En base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el INDEC informó que la tasa de desempleo se redujo al 6,4% de la Población Económicamente Activa (PEA) durante el cuarto trimestre del año pasado. De esta forma, el desempleo aumentó +0,7 puntos en comparación con el cuarto trimestre de 2023, cuando estaba en 5,7%.

La tasa de actividad se mantuvo elevada, alcanzando el 48,8% de la población económicamente activa de los 31 aglomerados urbanos, su nivel más alto desde 2016. La participación en el mercado laboral creció 1,4% i.a. en el 2024 respecto el 2023, superando el crecimiento poblacional (aproximadamente 1%). Esto puede estar vinculado al inicio de la recuperación de la actividad a fines del año pasado, sobre todo en diciembre. También puede estar relacionado a que, dentro de los hogares, más integrantes deben incorporarse al mercado laboral para sostener los ingresos familiares.

La mejora en los distintos indicadores laborales dependerá de la trayectoria de la actividad. Si la economía continúa con la recuperación económica seguramente traccionará el nivel de empleo en todas sus modalidades y evitará que el desempleo continúe creciendo. A su vez, será relevante la heterogeneidad entre sectores en la recuperación de la actividad. Si bien esperamos que dos de los sectores más demandantes de empleo -industria y construcción- crezcan en 2025, no creemos que la expansión sea tal como para compensar la caída del 2024. No obstante, dado que el impacto de la recesión fue relativamente acotado en el mercado de trabajo, es de esperar que la recuperación posterior tampoco tenga un efecto diferencial.

 

En base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el INDEC informó que la tasa de desempleo se redujo al 6,4% de la Población Económicamente Activa (PEA) durante el cuarto trimestre del año pasado. De esta forma, el desempleo aumentó +0,7 puntos en comparación con el cuarto trimestre de 2023, cuando alcanzó 5,7%.

La tasa de actividad se mantuvo elevada, alcanzando el 48,8% de la población económicamente activa de los 31 aglomerados urbanos, su nivel más alto desde 2016. La participación en el mercado laboral creció 1,4% i.a. en el 2024 respecto el 2023, superando el crecimiento poblacional (aproximadamente 1%). Esto puede estar vinculado al inicio de la recuperación de la actividad a fines del año pasado, sobre todo en diciembre. También puede estar relacionado a que, dentro de los hogares, más integrantes deben incorporarse al mercado laboral para sostener los ingresos familiares.

El nivel de empleo alcanzó el 45,7% y, en este sentido, la cantidad de ocupados creció del 0,6% i.a., impulsada por un aumento cercano al 6% i.a. en el cuentapropismo. El empleo asalariado cayó 1,5% i.a., siendo mayor la caida del emplo formal (Casi 2% i.a.), mientras que el empleo informal se redujo en -0,8% i.a.

A pesar de que el empleo creció, el aumento en la desocupación, la subocupación y la ocupación demandante elevó la presión sobre el mercado laboral. Esto da cuenta tanto de una mayor necesidad de complementar y/o mehorar los ingresos laborales y de las condiciones poco deseables que muchos trabajadores enfrentan actualmente en sus empleos. Este escenario sugiere, que la búsqueda de empleo no se ha desalentado y que una mayor actividad económica podría generar mayor demanda de empleo.

Es probable esta tendencia se mantenga mientras los salarios no superen la inflación en la medida que las personas lo deseen. En este contexto, considerando que no debemos esperar mejoras salariales reales significativas en los próximos meses, la pregunta es si este escenario será suficiente para mantener la recuperación del consumo, como ocurrió en la segunda mitad de 2024.

En conjunto, el año cerró con un mercado laboral menos afectado de lo esperado, a pesar de la prolongada recesión, el fuerte recorte del gasto público y la paralización de la obra pública. No obstante, fueron los sectores mas informales del empleo y el ajuste por precios, en lugar de cantidades, los que ayudaron a mitigar el impacto general.

A modo de resumen, durante 2024, el desempleo promedio fue de 7,2%, creciendo 1,0 p.p. respecto a 2023. Asimismo, la mayor participación en el mercado de trabajo implicó un crecimiento de 0,3% i.a. en los ocupados, impulsado por un aumento del 3,5% i.a. en el cuentapropismo. En contraste, el empleo formal se redujo un 1,5% i.a., mientras que el empleo informal cayó un 1,2% i.a.

¿Qué esperamos hacia adelante?

La mejora en los distintos indicadores laborales dependerá de la trayectoria de la actividad. Si la economía continúa con la recuperación económica seguramente traccionará el nivel de empleo en todas sus modalidades y evitará que el desempleo continúe creciendo. A su vez, será relevante la heterogeneidad entre sectores en la recuperación de la actividad. Si bien esperamos que dos de los sectores más demandantes de empleo -industria y construcción- crezcan en 2025, no creemos que la expansión sea tal como para compensar la caída del 2024. No obstante, dado que el impacto de la recesión fue relativamente acotado en el mercado de trabajo, es de esperar que la recuperación posterior tampoco tenga un efecto diferencial. 



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