¿Cómo evolucionaron las cuentas públicas en diciembre?
En el último mes del año, el Sector Público Nacional no Financiero tuvo un déficit primario de más de ARS 120.000 millones. De esta forma, ese mes fue el peor mes del año para las cuentas públicas. Sin embargo, este era un resultado previsible, ya que en diciembre el gasto público es estacionalmente alto: en diciembre, el Tesoro paga medio aguinaldo a empleados públicos y jubilados, además de aumentar las prestaciones sociales por la actualización que da la ley de movilidad. Adicionalmente, en el cierre del 2019 se dieron bonos a los beneficiarios de la seguridad social. De esta manera, aunque los ingresos (+60% i.a., 4% i.a. deflactado) crecieron por encima de los gastos (+33% i.a., -14% i.a. en términos reales), el año cerró con un rojo operativo de más de medio punto del PBI en el último mes.
Mientras tanto, el pago de intereses fue de ARS 105.000 millones en diciembre, por el cupón de los bonos discount, y BONAR. Así este monto saltó 83% i.a., causando que el déficit total alcanzara los ARS 225.000 millones en el mes (-1,1% del PBI).
¿Cuál fue el resultado fiscal anual?
Con los números de diciembre, el déficit primario cerró el año en ARS 95.000 millones (0,4% del PBI), alcanzando por un acotado margen la meta establecida por el FMI (ARS 100.000 millones o 0,5 p.p. del Producto). Así, el rojo operativo fue 1,9 p.p. del PBI menor al del 2018 -excluyendo los PIP-. Por el contrario, el pago de intereses de la deuda pública creció como porcentaje del PBI: por la suba del tipo de cambio, las elevadas tasas de interés, el achicamiento de la economía y la necesidad de nuevo endeudamiento, los intereses pasaron de representar 2,7% del Producto en 2018 a 3,3% en 2019. Así, el resultado total fue un desbalance financiero de ARS 819.000 millones (3,8% del PBI, 1,2 p.p. menos que el año previo).
Sin embargo, el Ministerio de Economía destacó que para alcanzar la meta fue necesario recurrir a ingresos extraordinarios, sin los cuales el déficit primario habría sido de 1,0% del Producto y el financiero de 4,3% del PBI. Aunque estos resultados no son comparables con los del año previo por utilizar una metodología diferente, este anuncio puede ser un indicio de que no se recurrirá a nuevas privatizaciones en el futuro próximo (a diferencia del último año, cuando se vendieron centrales térmicas) ni se utilizarán transferencias de ANSES por venta de activos del FGS.
¿Cómo seguirán los datos fiscales?
En 2020, de acuerdo con la Ley de Solidaridad Social, aumentará la presión tributaria: algunas alícuotas impositivas serán mayores este año (se destacan las mayores retenciones a las exportaciones y el aumento del impuesto a los bienes personales) y además se crean nuevos tributos (como el impuesto PAIS, que grava la compra de dólares para ahorro y turismo). Adicionalmente, proyectamos que la suspensión de la movilidad jubilatoria será beneficiosa para el fisco (y, simétricamente, negativa para los beneficiarios). De esta forma, el gobierno pretende llevar el resultado fiscal al equilibrio (previo al pago de intereses). Con este resultado, el “plan económico consistente” podría volverse compatible con una renegociación exitosa de la deuda pública.