El avance de las exportaciones y el desplome de las importaciones apuntalan al saldo bilateral
- En julio, la balanza comercial bilateral entre Argentina y Brasil arrojó un déficit de solo USD 200 millones en contra de nuestro país. Al igual que en mayo y junio, el rojo comercial con nuestro principal socio se redujo, aunque en esta oportunidad la caída fue abrupta (-75% i.a.) como consecuencia de un fuerte crecimiento en las exportaciones (+33,2% i.a., superando los USD 950 millones) sumado al desplome de las importaciones (-23,9% i.a., totalizando USD 1.150 millones).
- La caída de las importaciones fue consecuencia del menor nivel de actividad en Argentina. El salto del dólar de los últimos meses también tuvo su impacto: el tipo de cambio real bilateral se depreció 8,1% i.a. en julio, encareciendo los productos importados desde Brasil.
- Las exportaciones, por su parte, se vieron favorecidas en julio por la depreciación del peso que fue más que suficiente para compensar la desaceleración en el nivel de actividad que enfrenta Brasil, envuelto desde hace meses en un marco de tensión política y conflictividad social (los últimos datos del mercado arrojan un crecimiento esperado para el PBI de solo 1,5% en 2018, la mitad respecto de comienzos del año).
- Más allá de estas señales positivas, dado que el resto de las importaciones brasileñas crecieron más de 50% i.a., la participación argentina en el mercado vecino cayó de 5,7% en julio 2017 a 5,1% en julio de 2018.
- De esta forma, en el acumulado del año, la mayor expansión de las exportaciones por sobre las importaciones (+14,9% i.a. vs + 1,8% i.a. respectivamente) permitió una contracción del déficit comercial bilateral del 13,7% i.a. (acumuló un rojo inferior a USD 3.900 millones vs. USD 4.500 millones en dicho período de 2017). No obstante, producto de un mayor crecimiento del resto de las compras brasileñas al exterior (+19,9% i.a.), la participación argentina en la plaza vecina cayó 0,2 p.p. en lo que va del año.
- De cara al futuro, resalta que la dinámica que se viene observando desde mayo se profundizará: el rojo del intercambio bilateral con Brasil se contraerá en los meses venideros, motivado tanto por un avance de las exportaciones como por la caída de las importaciones. Al igual que en los últimos tres meses, este desenlace obedecerá a la menor actividad local, la mayor competitividad cambiaria (especialmente en los bienes industriales de acotado valor tecnológico y capacidad de diferenciación, como ser automóviles) y una economía brasileña que seguirá recuperándose progresivamente.
- Como resultado de esta dinámica, el rojo bilateral se achicará sensiblemente en relación al del año pasado. Concretamente, según nuestras estimaciones, el mismo estaría por debajo de USD 7.000 millones, cayendo al menos 15% i.a. respecto a los USD 8.200 millones registrados en 2017. Para 2019, si la economía brasileña continúa su proceso de estabilización, sería posible que estas cifras mejorasen aún más.