El presidente Martín Vizcarra se ha consolidado en las encuestas de popularidad (61% de aprobación) frente a un debilitado Congreso, dominado por la oposición, que se encuentra en un nivel bajo de aprobación (15%).
Este resultado puede ser leído como que el presidente Vizcarra resultó ganador del enfrentamiento Ejecutivo-Legislativo. Ahora el presidente cuenta con un importante capital político que le era esquivo al comienzo de su mandato.
Pese a que la presidencia pasa por su mejor momento, existe el riesgo de que para mantener su alto nivel de aprobación recurra a medidas populistas dado que no se cuenta aún con una agenda de reformas. De hecho, el Congreso, para recuperar cierta aprobación, podría hacer lo mismo.
En línea con estos desarrollos, se han descartado los peores escenarios políticos: vacancia presidencial, disolución del Congreso o elecciones anticipadas.
2019, año de consolidación
Este año nuestra economía cerraría con un crecimiento de alrededor de 4%, cerca de su potencial, a pesar de los distintos choques negativos que recibimos, particularmente provenientes del exterior. El más importante de ellos fue la escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que terminó por afectar negativamente la cotización del cobre (pasó de un máximo de US$ 3.3 a US$ 2.8 por libra).
Para 2019 se proyecta un crecimiento de 3.9%, alrededor del potencial. Además, al igual que en 2018, la demanda interna crecería por encima del PBI (4.1%) lo cual indica un mayor dinamismo de las ventas. Por tanto, el próximo año sería de consolidación del crecimiento, ya que se dejaría definitivamente atrás el periodo 2014-2017, cuando la economía creció en promedio 3%.
Por el lado del gasto, la inversión privada sería la más dinámica debido, sobre todo, al dinamismo de la inversión minera (27.9% de crecimiento esperado en 2019). Por el contrario, la inversión pública no tendría ningún tipo de contribución puesto que se anticipa un crecimiento nulo durante 2019. La razón es que es altamente probable que la inversión pública en los gobiernos subnacionales caiga, por la llegada de las nuevas autoridades. El consumo privado, por su parte, crecería a una tasa similar a la del PBI (3.8%), dinamizado por el crecimiento del empleo formal.
Por el lado sectorial, los no primarios serían el eje dinamizador de la economía con un crecimiento promedio de 4.2%. Los sectores primarios crecerían alrededor de 3% debido a que no se espera la entrada de grandes proyectos mineros. Los sectores ganadores durante el próximo año serían principalmente tres: la agroexportación, la construcción y el de comercio. Esto respondería principalmente a ventajas naturales de nuestro país, inversión en proyectos mineros y mayor dinamismo del consumo privado, respectivamente.
En el plano local el principal riesgo tiene que ver con la situación política del país. Una vez descartados los peores escenarios políticos, el presidente Vizcarra podría verse tentado a tomar medidas populistas para mantener su nivel actual de aprobación (que supera el 60%). En el ámbito internacional nuestra principal preocupación sería una escalada de la guerra comercial y la destrucción del multilateralismo comercial.