Mientras el BCRA acelera en el margen el crawling peg hacia los máximos niveles del gobierno de Alberto Fernández, la segunda semana de noviembre mostró una profundización en la dinámica vendedora del Central en el mercado cambiario. En este marco es que se anunció esta semana un nuevo dólar en el marco de la profundización del esquema de múltiples tipos de cambio. En este caso se trata de un “dólar economías regionales”: a cambio de mantener los precios congelados en el mercado interno, la medida implicaría una ventana para exportar a un tipo de cambio diferencial entre el 20/11 y el 30/12, sin haberse obtenido hasta el momento mayores precisiones sobre el valor que tomaría.
Asimismo, tras varias semanas de parsimonia los dólares libres comienzan a mostrar una mayor reacción, en una semana en la que los interrogantes en torno a la sostenibilidad de la deuda en pesos retomaron protagonismo tras las dudas que reaparecieron en octubre frente a la baja de la tasa de rollover, las compras del BCRA en el mercado secundario para sostener las curvas y el interrogante sobre si será suficiente para financiar el déficit fiscal frente a un último bimestre con vencimientos abultados y donde la estacionalidad del gasto suele incrementar el rojo primario (ver informe semanal).
BCRA ya cedió ¼ de las divisas capturadas en septiembre por el “dólar soja”
A pesar de una demanda reprimida, en la semana se aceleró el drenaje de reservas, con un BCRA hilvanando 10 ruedas consecutivas en rojo. Esta semana, el BCRA tuvo que desprenderse de USD 520 M en sus operaciones en el mercado cambiario, superando en un 40% los USD 370 M de la semana pasada y acumulando en el mes ventas netas por USD 765 M (más del doble que en el mismo lapso de 2021). Asimismo, desde el fin del “dólar soja”, las ventas acumuladas totalizan USD 1.300 M (1/4 de todos los dólares adquiridos en septiembre).
La menor liquidación del agro sigue siendo determinante en esta dinámica. Hasta este jueves (último dato disponible), la liquidación promedio diaria del sector ascendió a USD 51 M, en línea con el promedio del mes (USD 48 M), bien por debajo de los USD 150 M diarios de agosto o la mitad de los USD 97 M de noviembre 2021.
Por otra parte, esta dinámica tiene lugar mientras que los gastos con tarjeta en el exterior parecieran estar cediendo. Al quinto día hábil de noviembre (último dato), el stock de préstamos al sector privado en dólares asociado a tarjetas fue de USD 161 M, por detrás de los USD 202 M del mismo lapso de octubre o los USD 277 M de septiembre.
Nuevo recorte en las proyecciones de cosecha de trigo y van…
Las preocupaciones sobre la severidad de la sequía se acrecentaron esta semana producto del combo sequía+helada. Tanto la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) como la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) volvieron a recortar su proyección de producción del cereal, señalando que no se descartan nuevos ajustes a la baja en las próximas semanas.
En el caso de la BCR, el recorte implicó que la proyección de producción de trigo pasara de 13,7 a 11,8 millones de toneladas, guarismo que implicaría un desplome del 49% en relación a las 23 millones de toneladas de la campaña pasada, siendo la menor cosecha en siete años. Asimismo, la entidad señaló que puede haber nuevos recortes sobre la estimación, por lo que estos números podrían agravarse. El cálculo de la BCBA, por su parte, se redujo de 14 a 12,4 millones de toneladas (-45% vs el ciclo pasado).
A diferencia de los últimos dos años, los mayores precios en relación al ciclo pasado no serían suficientes para evitar una caída en el valor de la cosecha. Considerando las estimaciones de estas dos bolsas y los precios FOB a cosecha actuales (BCBA) en relación a los efectivos del ciclo anterior, el valor de la cosecha de trigo caería entre USD 1.900 M y USD 2.300 en relación al ciclo pasado, según el caso. No obstante, las estimaciones de volúmenes siguen estando sesgadas a la baja.
Cabe recordar que la cosecha de trigo comienza en diciembre y se extiende durante el verano y tiende un puente hasta la llegada de la cosecha gruesa en abril. Como venimos destacando, considerando cierto anticipo en septiembre de ventas de soja que se darían en el último trimestre, la importante demora en la siembra de maíz y soja y los menores volúmenes de trigo, el camino hacia la próxima cosecha gruesa se alargó. Este contexto dejará daños permanentes que redundarán en una menor oferta en el MULC y volverán más angosto el margen de maniobra de la autoridad monetaria.
Frente a este panorama, ¿se reeditará un “dólar soja”? Lo cierto es que aún quedan cerca de 12 millones de toneladas no vendidas de la campaña 2021/2022. A valores actuales, eso representaría cerca de USD 7.000 M.
El crawling peg vuelve a acelerarse
En la semana cambiaria el tipo de cambio oficial cerró este viernes en ARS 160,7, subiendo 1,54% frente al viernes pasado (la semana pasada subía 1,44%), y promediando en la semana un ritmo de depreciación del 6,7% TEM (TEA del 121%), por encima del 6,6% de la semana pasada (TEA del 111%) y del ritmo promedio de octubre. De continuar con esta tendencia durante el mes, se acumularían 13 meses de aceleración del ritmo devaluatorio.
Los dólares libres se mostraron más demandados: ¿se sostiene el carry trade?
Tras un arranque de noviembre en calma, los dólares paralelos treparon a los mayores niveles desde finales de septiembre. El CCL (GD30) cerró este viernes en torno a los ARS 310 (+3,5% s/s), mientras que el MEP (AL30) rozó los ARS 300 (+4,1% s/s). Por su parte, el blue siguió mostrando una mayor debilidad, ofreciéndose a ARS 293 al finalizar la semana (+1,4% s/s). En consecuencia, la brecha cambiaria promedio con los tres dólares libres subió 3 p.p. en relación al viernes pasado (pasó de 84% a 87%), aunque sigue 15 p.p. por debajo de los niveles de finales de septiembre.
El carry trade dejó retornos atractivos los últimos tres meses. Por caso, un inversor minorista que viene renovando su plazo fijo desde agosto obtuvo un rendimiento en pesos directo próximo al 18%, mientras que en el mismo lapso el CCL subió 9% (el blue incluso cayó), por lo que la ganancia en dólares fue de casi 9% en un trimestre. Como hemos mencionado en más de una oportunidad, sin un cambio genuino de expectativas y con riesgos latentes en el frente externo, el carry trade luce similar al “juego de la silla”, donde la menor demanda de posiciones en USD para hacer tasa en pesos sólo es rentable hasta que se genera una toma de ganancias generalizada que acaba por erosionar cualquier rentabilidad en dólares en menos tiempo del pensado.
La presente es una síntesis del Monitor Cambiario, exclusivo para clientes Corporate.