Dólares: balance de marzo
En marzo el tipo de cambio oficial se depreció un 3% promedio mensual (3,3% punta a punta). El Banco Central aceleró el ritmo de depreciación en 1 p.p. respecto de febrero, en línea con nuestras proyecciones. Entendemos que esta aceleración gradual del crawling peg seguirá teniendo lugar en marzo (proyectamos una variación punta a punta del tipo de cambio oficial superior al 3,5% mensual).
A modo de balance del primer trimestre del año, el mayorista registra un alza de 8% en el Q1. Paralelamente, la inflación acumularía casi un 15% en el mismo lapso. Esto no se tradujo en una apreciación real gracias a la inflación internacional y, principalmente, la muy fuerte apreciación del Real (más de 16% YTD).
Por su parte, los tipos de cambio financieros terminan el mes con bajas, pero mostraron cierta volatilidad a lo largo de marzo (a la baja inicialmente, al alza tras el pésimo dato de inflación de febrero). Respecto de fines de febrero, la brecha promedio (MEP-CCL-Blue) perforó el 74%, retrocediendo 14 puntos en el mes. En el año, acumulan bajas del orden del 4% al 5% (aunque versus el máximo de fines de enero el CCL retrocede un 19%, el blue un 10% y el mep un 16%).
Semáforo cambiario del primer bimestre: turismo en amarillo, energía en rojo
En los últimos 12 meses el rojo de servicios asciende a USD 5,3 bll, el mayor nivel desde octubre del 2019. En el primer bimestre, la economía registró un superávit de balanza comercial cambiaria de USD 0,7bll (USD 1,4 bll menor que el primer bimestre del 2021). Mientras que las exportaciones de bienes retrocedieron en USD 0,5 bll, el déficit de servicios más que se triplicó: este rojo pasó de USD 0,4bll a USD 1,3 bll en la comparación bimestre contra bimestre.
Aunque cabe destacar que la economía todavía se encontraba afectada por las restricciones a la movilidad y el impacto sanitario de la crisis del Covid+19, el debilitamiento del superávit comercial no deja de encender algunas alarmas. Particularmente las relacionadas a la energía y, en menor medida, aquellas afines a los servicios. Si bien los servicios retroceden respecto del último bimestre del 2021 (USD 1,3 bll vs USD 1,46 bll), la salida de divisas por turismo (históricamente la partida de mayor peso) sigue en alza. Contrariamente, el egreso de divisas por fletes volvió al nivel más bajo desde julio del año pasado, morigerando parcialmente la merma de divisas por esta vía.
Si el semáforo de servicios muestra amarillo, el energético indica rojo sin dudas. La balanza energética acumula un rojo de USD 5,2 bll en los últimos 12 meses. Este es el mayor valor desde septiembre del 2015 y, en términos acumulados anuales, solo lo superan el 2013 y 2014.
Como porcentaje de las importaciones totales que realizó el país, aquellas asociadas a la energía (gas, electricidad y petróleo) representan más de un 8%, niveles o vistos desde el período 2013-15. Febrero fue el peor segundo mes del año de la última década: se registró un déficit energético de USD 500 M. Por su parte, excepto por el 2014, el primer bimestre del 2022 también es el peor de la última década.
En diferentes informes hemos alertado sobre los riesgos que presenta el frente energético para el país, tanto en materia de abastecimiento como fuente de uso de reservas. El panorama no luce optimista y representa uno de los mayores riesgos en materia cambiaria, productiva e inflacionaria para lo que resta del año.