La escena electoral nos sigue mostrando a la Libertad Avanza liderando la intención de voto de cara a las legislativas de este año, con más del 40% de intención de voto. En un escenario donde su principal rival sigue siendo el kirchnerismo, que se mantiene en torno al 30%. Ese 40,3% de intención de voto de LLA no captura toda la intención de voto al oficialismo que se registra cuando se le pregunta a la gente si votaría por el oficialismo o por la oposición. En ese escenario, la intención de voto al oficialismo baja un punto en relación a junio, pero se mantiene por encima de la intención de voto a La Libertad Avanza en el 43,5%.
El grueso de lo que se filtra hacia otros espacios de la intención de voto al oficialismo se filtra hacia el PRO (6,1% de ese 43,5%), algo hacia la UCR y otro poco a la opción otros (Provinciales). Es decir, hay sectores que si les ofrecen dos opciones (oficialismo vs oposición) se inclinan por el oficialismo, pero si les ofrecen varios opciones (espacios) eligen otros espacios antes que La Libertad Avanza. Un dato que puede advertir el riesgo de que alguna parte del apoyo potencial que muestra LLA en las encuestas se pueda filtrar hacia opciones alternativas en el cuarto oscuro.
Milei lidera un ranking de imagen sin dirigentes que tengan diferencial positivo
Javier Milei sigue liderando el ranking de imagen de principales dirigentes nacionales, teniendo el mayor porcentaje de imagen positiva (43%), con un 50% de imagen negativa. Se trata de un ranking que muestra un listado de dirigentes nacionales con diferencial de imagen negativo: en todos los casos, las valoraciones negativas superan a las positivas. El otro rasgo que destaca es que los 4 dirigentes con mayor imagen positiva son todos dirigentes del oficialismo: Milei, Adorni, Bullrich y Espert.
Si se analizan todos estos datos de imagen juntos y relacionados, a través de un diagrama de grafo (ver abajo), se observa que en términos de compatibilidades la imagen de los dirigentes se agrupa en dos grandes bloques, con algunas fisuras que orbitan alrededor de esos bloques (Rodrigo de Loredo del bloque oficialista y Martín Lousteau del bloque peronista) y con Victoria Villarruel empezando a despegarse del bloque de dirigentes del oficialismo. Esto significa que, desde la perspectiva de la opinión pública, los dirigentes son valorados o reprobados dependiendo desde dónde se lo mire.