En el cuarto mes del año el intercambio comercial totalizó USD 15.210 millones (+40,6% i.a.) y alcanzó el nivel más elevado desde mayo de 2013. Las exportaciones se ubicaron en USD 8.327 millones (+35,6% i.a.), siendo las más altas desde ese mismo mes y alcanzaron el tercer mayor registro en los últimos 30 años. A su vez, si bien las importaciones se redujeron levemente en la comparación mensual hasta los USD 6.883 millones en abril (USD 7.073 millones en marzo), continuaron en niveles elevados creciendo un 47,3% i.a. y representando el valor más alto para dicho mes en los últimos 30 años.
Como resultado de esta dinámica, la balanza comercial de bienes en abril alcanzó el superávit más alto de los últimos 6 meses y se situó casi en los mismos niveles que en abril de 2021, con un saldo favorable de USD 1.444 millones. No obstante, si hubiesen prevalecido los precios de abril de 2021 dicho superávit habría sido equivalente a USD 890 millones, es decir, un 40% menor a los USD 1.470 millones del cuarto mes de 2021.
En lo que va del año las exportaciones acumularon unos USD 27.669 millones (+28% i.a.) y las importaciones rondaron los USD 24.841 millones (+41% i.a.). De esta manera, el superávit comercial en el primer cuatrimestre alcanzó USD 2.828 millones, casi un 30% menor al superávit acumulado para el mismo periodo en 2021 (USD 4.000 millones). Sin embargo, cabe mencionar que gran parte de tal saldo se debe principalmente a los elevados precios internacionales que evidenciaron las commodities en los últimos meses. De hecho, a precios del primer cuatrimestre de 2021 el superávit comercial acumulado en este año habría sido de USD 1.238 millones, es decir, al excluir el efecto precio el saldo hasta abril habría menos de la mitad que el de 2021 (-70% i.a.).
¿Cómo fue la dinámica al interior de las exportaciones y las importaciones?
Al igual que en los primeros tres meses del año, el incremento de las exportaciones estuvo traccionado por un aumento de los precios (+24% i.a.) más que a las cantidades (+10% i.a.). A su interior, la mayor variación porcentual la mostró el rubro “Combustibles y Energía” (CyE) con un aumento del 193%, donde el crecimiento del 64% en los precios se vio potenciado por una suba de casi 80% en las cantidades. En paralelo, pese a mostrar una menor tasa de crecimiento, las “Manufacturas de Origen Industrial” (MOI) explicaron más de un tercio del salto en las exportaciones con un crecimiento de USD 807 millones (+64% i.a.), motorizado tanto por cantidades (+29% i.a.) como por precios (+26,4% i.a.).
Por su parte, las “Manufacturas de Origen Agropecuario” (MOA) alcanzaron la mayor cifra mensual desde 2011 (USD 3.295 millones) y, sumadas a los “Productos Primarios” (PP) representaron casi el 70% de las exportaciones del mes. Cabe mencionar que sus tasas de crecimiento se ubicaron entorno al 28% y 16% respectivamente, donde influyeron los elevados precios de las commodities producto del conflicto entre Rusia y Ucrania. De hecho, en el caso de las MOA, la suba del 24% i.a. en sus precios disimuló una reducción del 7% i.a. en sus cantidades
Por otro lado, las importaciones volvieron a acelerarse en casi todos sus rubros creciendo casi 50% i.a. Si bien los precios aumentaron un 18% i.a., las cantidades (+24% i.a.) fueron el principal factor de crecimiento gracias al mayor nivel de actividad económica. En esta misma línea, los “Bienes de Capital” (BK) y las “Piezas y Accesorios para Bienes de Capital” (PyA) fueron más de un tercio de las importaciones totales con crecimientos interanuales del 42% y el 35% traccionados por mayores subas en sus cantidades (+36% i.a. y +32% i.a.) que en sus precios (+5% i.a. y 2% i.a.).
Por su parte, el rubro “Combustibles y Lubricantes” (CyL) explicó más de un cuarto del aumento interanual en las importaciones. Al igual que en el caso de las exportaciones, la mayor variación vino por el lado de los Combustibles, que fueron más del triple que las compras año pasado con incrementos entorno al 73% i.a. tanto en cantidades como en precios. Finalmente, los “Bienes Intermedios” (BI), que representaron casi un 40% de las importaciones avanzaron principalmente por mayores precios (+29% i.a.).
A su vez, vale mencionar que si bien el valor del flete internacional se redujo un 15% con respecto a marzo, aún persiste en niveles sumamente elevados: se sitúa un 43% i.a. por encima de abril de 2021 y un 93% i.a. arriba de abril del 2020.
¿Qué esperamos para los próximos meses?
Hacia adelante, habrá que seguir de cerca una serie de factores que serán cruciales en la dinámica del sector externo en lo que resta del año. Aquí cobra relevancia las decisiones que tome la FED en materia de política monetaria, que podrían afectar los precios de commodities en el marco de un fortalecimiento del dólar en los mercados financieros internacionales. No obstante, a diferencia de episodios anteriores estimamos que la persistencia del conflicto bélico en Europa del Este y la prohibición que impuso India a sus exportaciones de trigo limitarían el impacto negativo de una eventual suba de tasas en el precio de este tipo de productos. De este modo, estimamos que los precios internacionales de las commodities se mantendrán en niveles no muy diferentes en el mediano plazo favoreciendo el desempeño de nuestras exportaciones en productos primarios y MOA.
Con relación a las cantidades, la dinámica del sector agroexportador podría verse diezmada en el mediano plazo debido a la escasez y los elevados precios (+120% i.a. en abril) que evidenciaron los fertilizantes en los últimos meses, factor que se sumaría al incremento en el costo del gasoil que encarece su transporte. Con respecto a este punto, el sector agropecuario no sería el único afectado por problemas energéticos: es probable que en los próximos meses los altos precios del combustible y la energía en la esfera internacional continúen presionando al alza el nivel de nuestras importaciones energéticas. De hecho, no sólo preocupa el costo de este tipo de insumos sino también su abastecimiento, siendo la energía y el combustible productos esenciales tanto para el funcionamiento de la economía como para el suministro residencial en la temporada de invierno.
Por su parte, el confinamiento extremo que se dio en China en las últimas semanas retrasó la operatoria en algunos puertos estratégicos, como el de Shanghai, y agudizó los problemas ya presentes en la logística y el transporte a nivel internacional sumando un nuevo capítulo en este 2022. Sin embargo, dado que Shanghai es un puerto que opera con contenedores y no con bodegas de barcos este conflicto no modificaría la operatoria de nuestras exportaciones de granos y sus derivados, aunque si afectaría a los envíos de carnes y productos lácteos (las exportaciones totales de estos productos sumaron más de USD 450 millones en el últimos mes y tuvieron a China como uno de sus principales destinos).
Pese a las dificultades planteadas, estimamos que gracias a los elevados precios internacionales las exportaciones volverían a ubicarse en niveles récord en el presente año e incluso superarían los valores que mostraron en 2021. Sin embargo, unas importaciones en ascenso tanto por precios como por cantidades le pondrían un techo al superávit en 2022 situándolo por debajo del saldo del año pasado. En este contexto, el factor más importante a seguir de cerca serán las dificultades que encuentre el BCRA al momento de acumular las Reservas Internacionales pautadas en el Programa con el FMI. Luego de un primer cuatrimestre en el que el BCRA compró USD 3.526 millones menos que en 2021 y ante unas importaciones récord el gobierno deberá enfrentarse a la disyuntiva: intentar no obturar la provisión de insumos o priorizar el cumplimiento de la meta de reservas internacionales netas mediante la administración de las importaciones y/o convalidando una aceleración en el ritmo de devaluación.