¿Cómo fue la inflación en septiembre?
El INDEC anunció que la inflación nacional alcanzó 5,9% en septiembre, 1,9 p.p. por encima de agosto. De esta forma, la inflación acumula 37,7% en lo que va del año y 53,5% en los últimos doce meses.
A diferencia de lo que sucedió el mes pasado, la categoría que más creció durante septiembre fue Estacionales (+8,5%) como resultado de significativos aumentos en indumentaria (inicio de la temporada de verano) y verduras. Por su parte, el IPC Núcleo, que excluye en su cálculo precios Regulados y Estacionales y por lo tanto,es más sensible a los vaivenes cambiarios, trepó 6,4% (acelerándose 1,8 p.p. en relación al mes pasado). Por último, los precios Regulados subieron 3,4%, contenido por el congelamiento tarifario anunciado por el gobierno.
¿Qué pasó en los últimos dos meses?
Tras este dato, durante el bimestre agosto-septiembre la inflación trepó a los dos dígitos (+10%), incluso considerando que el salto cambiario tras las PASO afectó solamente a la segunda mitad del mes. No es casualidad que la última vez que esto había ocurrido fue luego del salto cambiario de fines de agosto de 2018 (la inflación superó 12% en los dos meses posteriores), debido al significativo impacto del tipo de cambio en el sistema de precios.
Si bien la dinámicas cambiaras fueron similares en ambos casos, existen algunas diferencias. En primer lugar, el año pasado la depreciación del Peso se dio en un momento en el que se estaban corrigiendo tarifas, lo que también impulsó la inflación. Por otra parte, hay que recordar que durante la primera mitad de agosto la inflación se movía en línea con la desaceleración de los meses previos (en torno al 2% mensual).
En consecuencia, pese a la ausencia de incrementos tarifarios y al hecho que la aceleración inflacionaria de agosto-septiembre está más vinculada a lo que sucedió luego de las PASO, el dinamismo de los precios fue similar. Esto fortalece la idea de que el sistema de precios se está volviendo más vulnerable a shocks externos, con precios que se ajustan a una mayor velocidad. Resta agregar que la profundización de la crisis habría impedido que los precios sean superiores en estas últimas semanas.
¿Qué esperamos para los próximos meses?
De no mediar nuevos saltos cambiarios, prevemos que la desaceleración de la inflación sea lenta. Esto se debe a que todavía tendrán lugar cambios en precios relativos como consecuencia del reciente salto cambiario. Adicionalmente, los ajustes salariales -vía bono o paritarias- también ejercerán presiones sobre los costos. Esto llevará a optar por trasladarlos a precios o bien absorberlos, lo que parece cada vez menos probable en una estructura de costos crecientes con elevado costo de financiamiento. Por otro lado, la incertidumbre acerca de las medidas a tomar por el próximo gobierno también podría jugar un rol entre octubre y noviembre. Por caso, si se espera un congelamiento de precios, es probable que se den aumentos anticipándose a una política de este tipo en los próximos meses.
En definitiva, en el último trimestre la inflación mensual no perforaría el 3%, dándole un piso de 52-53% a la inflación anual. Así, 2019 marcará un nuevo récord de nominalidad desde el inicio de la Convertibilidad en 1991.