El IPC Nacional INDEC trepó 7,4% mensual en julio, acelerándose más de 2 p.p. respecto al mes anterior. De esta forma, acumuló 46,2% los primeros siete meses del año y alcanzó 71% i.a., la variación interanual más alta de los últimos 30 años (enero 1992).
La aceleración fue generalizada al interior del IPC, con bienes registrando una variación de 7,3% y servicios subiendo 7,5 % respecto al mes anterior. Los capítulos con mayores subas fueron Recreación y cultura (+13,2%), impulsado por los aumentos en servicios asociados al turismo durante las vacaciones de invierno. Le siguieron las subas en Equipamiento y mantenimiento del hogar (+10,3%), traccionado por incrementos en bienes durables para el hogar y muebles; y en Restaurantes y hoteles (+9,8%), esta última también dinamizada por el receso invernal.
Por otro lado, los capítulos con menor variación fueron Vivienda, agua, electricidad, gas y otros (+4,6%); Transporte (+5,5%) y Comunicación (+5,5%).
Alimentos y bebidas tuvo nuevamente la mayor incidencia en el número de julio. Aún así, el indicador se ubicó por debajo del nivel general (+6,0%, +70,6% i.a.). Al interior, se destacaron los aumentos en Azúcar, dulces, chocolate, golosinas (+10,4%); Frutas (+9,4%); Bebidas alcohólicas (+9,3%) y Pan y cereales (+7%).
En cuanto a las categorías, Estacionales anotó 11,3%, donde sobresalieron las subas en Frutas y Verduras, tubérculos y legumbres y los ya mencionados aumentos en servicios de turismo. A diferencia, el aumento en Regulados fue de apenas 4,9%, 0,4 p.p por encima del registro de junio, impulsado por algunos aumentos aislados en agua y servicios sanitarios; funcionamiento y mantenimiento de vehículos y teléfono.
Por otro lado, el IPC Núcleo, que excluye Regulados y Estacionales, marcó 7,3%. De esta manera, se aceleró 2,3 p.p respecto al registro de junio, y creció 72,2% en la comparación interanual. Al interior de esta categoría se encuentran los productos de Consumo Masivo, que treparon 7,8% en el séptimo mes del año (+71,2% i.a.).
¿Qué esperamos?
Para agosto prevemos una desaceleración en la dinámica inflacionaria, aunque el registro seguirá en niveles elevados. El dato de agosto estará impactado por el aumento de 40% en colectivos y trenes en el AMBA, a lo que se le sumará la ronda de actualizaciones de precios previstas en prepagas (+11,3%) y expensas (+8% en promedio). Todo esto, sumado a una inercia que parece difícil de disipar en el corto plazo y un mayor deslizamiento cambiario, ubicarían al índice del octavo mes del año por encima del 6%.
De cara a los próximos meses, la falta de un ancla robusta que estabilice las expectativas, ajustes en tarifas, reapertura de paritarias y un sostenido crawling peg contribuirán a una mayor persistencia del fenómeno inflacionario. Aún estimando una desaceleración en los últimos cinco meses del año, que podría estacionarse en torno al 5% mensual, proyectamos que la inflación cerraría el año en torno al 90%. Así, dejaría un piso elevado para la desaceleración esperada para el próximo año, que se ubicaría por encima del 70%.