De la mano del descenso de la inflación que se viene registrando en el IPC desde el pico de diciembre, y de la tendencia que pareciera sostenerse en marzo, la preocupación por inflación cede este mes 10 puntos porcentuales, llegando al nivel más bajo de los últimos 7 meses. Este descenso de la preocupación por el aumento de los precios se traslada a otras tres preocupaciones que suben en marzo, y que son: la preocupación por la corrupción, la preocupación por la inseguridad y la preocupación por el narcotráfico. Entre la preocupación por la inseguridad y por el narcotráfico (que creció el mes en que recrudeció esta problemática en Rosario) acumulan casi 10 puntos porcentuales de menciones, mientras que la preocupación por la corrupción crece más de 4 puntos porcentuales entre el registro de febrero y el de marzo.
A su vez, continua mejorando la expectativa sobre cuándo se logrará bajar la inflación. Sin lugar a duda la desaceleración de la inflación viene siendo el principal resultado que el oficialismo le puede ofrecer a una opinión pública mayormente preocupada por el aumento de los precios.
De hecho, la desaceleración observada en el IPC de febrero -mayor a la esperada-, puede haber contribuido en cambios en la percepción que la opinión pública tiene sobre las responsabilidades sobre la inflación presente. Si en febrero un 37,4% de la gente creía que la inflación actual es responsabilidad de este gobierno, en marzo esa percepción bajó a 29,8%, mientras que por el contrario, el porcentaje de los que creen que la inflación es responsabilidad del anterior gobierno subió de 48,1% a 51,9% de los encuestados.
También se registró en marzo una mejora en las expectativas de la opinión pública sobre cuándo se logrará bajar la inflación. Entre la percepción que se tenía en enero y la de marzo, los que creen que en 6 meses se logrará bajar la inflación a un dígito aumento de 7,9% a 18,6%, mientras que los que creen que lo logrará en un año se incrementó de 12,7% a 20,9%. Como contrapartida, los que creen que no logrará bajar la inflación a un dígito se redujo de 50,8% en enero a 37,5% en Marzo.
También se registran cambios en la paciencia social respecto de la tolerancia al gobierno para que baje la inflación. Si en enero el 41% de los consultados respondían que le daban 3 meses al Gobierno para bajar la inflación, en marzo ese porcentaje se redujo al 23,4%, lo que puede evidenciar que la desaceleración de la inflación pudiera estar repercutiendo positivamente en la paciencia que la gente dice tener para esperar que el Gobierno logre bajar la inflación efectivamente.