En abril la inflación fue de 3,7%, según el IPC GBA Ecolatina. De esta forma, el ritmo de aumentos se desaceleró medio punto porcentual respecto al mes previo (había sido de 4,2% en marzo). Así, los precios acumularon un 14,9% de aumento en los primeros 4 meses del año y crecieron 55,2% respecto a abril de 2018.
Los capítulos del índice que más crecieron en el mes fueron Indumentaria (+8,9%), por la suba estacional de la ropa en el cambio de temporada, Transporte y comunicaciones (+5,7%), por el aumento en el servicio telefónico, el transporte público y las naftas, y Esparcimiento (+4,2%), por el alza en el precio de diarios, libros, cines y transporte por turismo. Por su parte, los Alimentos y bebidas moderaron sus aumentos y crecieron 3,3%. Por último, Vivienda y servicios básicos (1,4%) fue el rubro que menos subió, gracias al retroceso de los alquileres.
Mayo será el último mes con fuertes subas de Regulados, por lo que la inflación podría descender en los siguientes meses. De cualquier forma, este proceso dependerá de la efectividad del nuevo régimen cambiario para mantener la calma del dólar, ya que saltos cambiarios podrían generar nuevos brotes inflacionarios y es muy probable que pequeñas subas de la divisa sean rápidamente trasladadas a los precios minoristas en un contexto de volatilidad creciente. Considerando que los aumentos de Regulados acumularán menos de 10% en los últimos 7 meses de 2019 y suponiendo que el dólar permanecerá relativamente estable, dos grandes motores de la inflación estarían contenidos. En este marco optimista, en el cual el plan del Gobierno es exitoso, la suba de precios podría descender en la segunda parte de 2019.