Según el IPC GBA Ecolatina, la inflación fue de 2,6% entre la primera quincena de enero y el mismo periodo del mes anterior. De esta manera, la suba de precios se desaceleró 1,8 p.p. en contraste con la primera quincena de diciembre cuando la inflación había sido de 4,4%.
En primer lugar, esta desaceleración surge como consecuencia de lo ocurrido con los precios Estacionales: luego de haber traccionado la suba del Nivel General en la primera quincena de diciembre, en enero cayó -0,6 p.p. respecto al mismo periodo del mes pasado. Al interior se esta categoría, resaltó la caída de transporte por turismo (-17,9%), y ropa exterior (-2,8%).
En segundo lugar, también jugó un papel importante la desaceleración de la carne (+2,3%) luego de la fuerte suba (+6,6%) de la última quincena del año pasado. Pese a esto, el IPC Core se ubicó en la zona del 3,2%. De hecho, en el marco del fin del congelamiento establecido en octubre pasado, el IPC Consumo Masivo, presenta una suba de 3,8% en la primera quincena del mes. Es evidente que hubo una aceleración de esta canasta tras el fin del programa -y su reemplazo con un nuevo programa, algo más acotado-, ya que en la primera quincena de noviembre la evolución de la canasta crecía por debajo de 1%. En contraposición, el IPC Core no regulado (IPC Core sin considerar bienes de consumo masivo) sí logró situarse por debajo del 3% debido a las leves subas de esparcimiento y el fuerte descenso del precio de la carne ya mencionado. En este contexto, Alimentos y bebidas experimentó una suba mucho más leve (+2,7%) respecto a la primera quincena del mes previo.
Por su parte, el IPC Regulados se ubicó en torno al 2,2%, acelerándose 0,7 p.p. respecto a la primera quincena de diciembre. Si bien la mayor proporción de precios regulados continuaron actuando como ancla (como combustibles y tarifas), influyeron las subas de prepagas y servicios de salud y teléfono.
Consideramos que la desaceleración de la inflación del mes de enero se trata de un fenómeno transitorio y que de hecho comenzará a revertirse en la segunda quincena del mes. Para febrero, todavía queda pendiente la decisión de los aumentos tarifarios -puesta en duda ante los extendidos cortes de la última semana- que, de tener lugar, comenzarán a impulsar los precios Regulados, que durante los últimos meses sirvieron como contrapeso al resto de las subas. Luego, debido al carácter estacional del mes de marzo (educación e indumentaria principalmente) el trimestre cerraría con una inflación acumulada ya de dos dígitos, no muy distinta a la del año pasado.