Sector Externo

De la mano de los precios internacionales, el resultado comercial se mantuvo positivo en febrero

En febrero, la balanza comercial de bienes volvió a mostrar un superávit de más de USD 1.000 millones, arrojando un comportamiento muy similar al mes previo. Con este dato, el resultado acumulado en el primer bimestre del 2021 superó los USD 2.100 millones. Este monto, aunque un 4,5% inferior al de igual período de 2020, aportó divisas al Banco Central, que realizó pagos de deuda e intervino en los tipos de cambio paralelos.

En el segundo mes del año, las exportaciones crecieron 9,1% i.a., rozando los USD 4.800 millones, mientras que las importaciones treparon 16,4% i.a., superando los USD 3.700 millones. En una primera lectura, estos números lucen muy positivos: el flujo de comercio se encuentra en niveles superiores a los pre-pandémicos, producto de un acelerado crecimiento de las ventas externas y una rápida recuperación de las compras. Sin embargo, es importante destacar que el alza de los envíos al resto del mundo fue consecuencia exclusivamente de la suba de los precios internacionales de los commodities, ya que mientras el precio ponderado de nuestras exportaciones creció 14,2% en comparación con el último febrero, las cantidades enviadas se redujeron 4,5% i.a. Los precios de nuestras ventas estuvieron impulsados por las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), que subieron un 27,3% i.a., aunque los productos primarios y las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) también se encarecieron algo más de 7% i.a. A su vez, las importaciones se abarataron un 2,2% i.a., haciendo que el cambio de precios fuera responsable de dos tercios del saldo favorable del mes. En el acumulado anual, más de la mitad del superávit responde a este efecto.

Más allá de estas buenas noticias, preocupa la disminución de ventas de MOI (-6,8% i.a. en cantidades, -0,2% i.a. en valor), que acumula 15 meses consecutivos en terreno negativo. Este segmento es el que dinamiza más empleo y valor agregado local, pero fue el más golpeado por la pandemia en 2020, afectado por la crisis sanitaria y económica de Brasil (su principal destino) y las restricciones a la producción locales. Sus perspectivas para este año fueron empeorando en los últimos meses con el deterioro de las proyecciones de actividad en el país vecino y el agravamiento de su situación respecto al virus. Para peor, la tensa cumbre virtual realizada por los treinta años del MERCOSUR no dio señales de que las relaciones diplomáticas vayan a favorecer el comercio intra-bloque.

Al analizar las importaciones la mirada optimista retorna, ya que las mismas estuvieron impulsadas por la adquisición de bienes de capital (+42,4% i.a.) y sus piezas (+19,8% i.a.), además de por la demanda de autos livianos (+28,1% i.a.), dando cuenta de la recuperación de la actividad económica local. Por su parte, los bienes intermedios también mostraron un avance respecto al mismo mes de 2020 (+16,1% i.a.) mientras que los bienes de consumo fueron el rubro que mostró menor dinamismo (+1,8% i.a. en valor, +0,8% i.a. en cantidades), probablemente limitado por las restricciones a las importaciones. Aunque un aumento de estos controles podría abortar la recuperación económica, el nivel agregado de compras externas no parece haberse visto resentido en el mes. Que este endurecimiento de las trabas al comercio se materialice o no dependerá de las ventas al exterior, pero también del ingreso de dólares por el canal financiero (desembolsos de Organismos Internacionales, emisión de DEGs del FMI y otros) y las intervenciones en el mercado paralelo que realicen el Banco Central y otros organismos públicos.

Para 2021, proyectamos que el superávit comercial se ubicará en torno a los USD 13.000 millones, siendo levemente mayor al saldo positivo del año previo (USD 12.500 millones). Sin embargo, esta mejoría estará debida íntegramente al efecto de los precios, por lo que podría ser de un carácter transitorio y no marcar un incremento duradero.



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