¿Cómo fue el resultado comercial en julio?
En el séptimo mes del año, el superávit comercial rondó USD 1.500 millones. Con este dato, el saldo favorable del intercambio de bienes acumula más de USD 8.300 millones en lo que va del año. Aunque este monto es levemente inferior al del mismo lapso del año pasado, cuando la pandemia afectó seriamente a las importaciones, es el máximo superávit para enero-julio desde 2009.
Dicho resultado se compuso de un aumento de las exportaciones, que alcanzaron los USD 7.200 millones, junto con una suba de las importaciones, que se ubicaron en USD 5.700 millones. Aunque la variación de las compras fue superior a la de las ventas (66% i.a. y 47% i.a., respectivamente), la baja base de comparación de las primeras hizo que el saldo creciera 4% respecto a julio del año pasado. Al comparar estos montos con el mismo mes del 2019, las subas son de 17% y 24%, respectivamente. Así, las exportaciones superan los USD 42.600 millones (+31% i.a.) en lo que va del año, mientras que las importaciones fueron de USD 34.300 millones (+51% i.a.).
¿Qué influyó en el avance de las compras y ventas?
Las exportaciones de julio fueron traccionadas principalmente por sus precios. Mientras que éstos crecieron 33% i.a., las cantidades se incrementaron 9% i.a. Esta suba estuvo vinculada al aumento de los commodities agrícolas: el precio de los productos primarios y las Manufacturas de Origen Agrícola (MOA) trepó 33% i.a. y 35% i.a. respectivamente. Sin embargo, también influyó en el mismo sentido el salto del precio de los combustibles y energía (+128% i.a.), aunque este rubro no tiene un peso tan importante en la canasta de exportación. Por último, las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) también se encarecieron un 22% i.a. Las cantidades exportadas, en cambio, tuvieron un avance más magro: a pesar de que las MOI saltaron 45% i.a. y los productos primarios 15% i.a., las MOA cayeron 5% i.a. y los combustibles se derrumbaron 48% i.a. De este modo, a nivel agregado, se vendieron 2% menos productos (en volúmenes) que en julio de 2019.
Por el lado de las importaciones, la composición del aumento entre precios y cantidades estuvo más repartida: mientras que los primeros crecieron 23% i.a., las segundas treparon 35% i.a. Así, los volúmenes importados fueron 2% superiores a los comprados en julio de 2019.
En definitiva, la variación de precios contribuyó con la mitad del superávit comercial del mes. En este sentido, si los precios de 2020 se hubieran mantenido estables, el saldo comercial habría sido menor a USD 800 millones. A lo largo del 2021, este efecto fue incluso mayor: a precios del año pasado, el superávit acumulado habría sido menos de la mitad del que efectivamente fue (USD 3.400 millones).
¿Qué esperamos para los próximos meses?
Considerando que los buenos resultados en el frente comercial se deben a la mejora de los términos de intercambio, estos podrían ser transitorios. Sin embargo, no esperamos que la suba de nuestros precios de exportación se revierta en el segundo semestre. Además, la demanda brasileña (principal demandante de MOI) sigue pujante, en particular en lo que hace a su industria manufacturera. Por último, aunque el saldo comercial de los primeros siete meses del año fue inferior al del año pasado, el superávit se contrajo fuertemente en el último cuatrimestre del 2020. Para este año, esperamos que esta contracción no se repita en la misma magnitud. De este modo, proyectamos que el balance se ubique nuevamente por encima de los USD 12.000 millones.