Cierre de 2023 en rojo y una nueva recesión en el horizonte
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) mostró una caída de -0,9% i.a. en noviembre, acumulando una contracción de -1,3% i.a. en los primeros once meses del 2023. Además, exhibió una caída desestacionalizada del -1,4% mensual, representando la contracción más grande desde abril del año anterior.
Los datos adelantados de actividad económica muestran que la economía en diciembre mostró una caída aún más pronunciada en términos interanuales. En este sentido, la corrección de los principales precios relativos (dólar y desarme de acuerdos de precios) con la asunción del nuevo gobierno impactaron sobre el ingreso disponible de los hogares y deterioraron la demanda interna.
Para comienzos de 2024 se observarán los meses con caídas más pronunciadas en términos de economía real. En este sentido, el desempeño positivo que venía teniendo el consumo privado (en 2023 habría crecido en torno al +1,1% i.a.) llegará a su fin.
Noviembre: freno a la actividad económica
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) mostró una caída de -0,9% i.a. en noviembre, acumulando una contracción de -1,3% i.a. en los primeros once meses del año. Además, la economía también se contrajo en términos desestacionalizados (-1,4% mensual), representando la caída más pronunciada desde abril del año anterior, mes en el cual había impactado la sequía sobre la cosecha gruesa.
En este sentido, el deterioro de la actividad económica en el cierre del año anterior se dio en un contexto de elecciones presidenciales y traspaso de mandato. A partir de la devaluación del tipo de cambio oficial post PASO (en agosto), existieron consecuencias en términos de inflación y pérdida de ingresos reales, acompañado de un debilitamiento de la demanda interna que se fue profundizando mes a mes.
A su vez, descontando al sector agropecuario, la actividad económica también mostró una contracción en el mes de noviembre (-0,6% i.a.), a diferencia de lo observado meses anteriores. Sin embargo, en el acumulado del 2023 su balance siguió siendo positivo (+0,8% i.a.).
En términos sectoriales, los Bienes mostraron una caída en términos interanuales (-1,7% i.a.), mientras que los Servicios crecieron (+0,6% i.a.). Este desempeño es el que se observó a lo largo de casi todo el año (a partir del impacto de la sequía en abril, se cumplió en siete de los ocho meses). En esta línea, los Bienes acumularon una caída de -4,5% i.a. hasta noviembre, mientras que los Servicios crecieron 1,1% i.a. durante el mismo periodo.
Dentro de los sectores de bienes, algo para resaltar es que la contracción se dio como consecuencia del desempeño de la Industria manufacturera (-4,8% i.a.) y Electricidad, gas y agua (-2,5% i.a.), afectados por el deterioro en la demanda interna y la actualización de tarifas de servicios públicos. A diferencia, el sector agropecuario mostró un crecimiento en el mes (+3,6% i.a.), acumulando dos meses consecutivos de subas y dando lugar a una mejora que se mantendrá a lo largo del 2024.
Por otro lado, cabe destacar que los Servicios crecieron en conjunto pese al magro desempeño del sector de comercio (-0,8% i.a.) frente a un consumo deteriorado. Los sectores que continuaron con su trayectoria de desempeño positivo fueron los no transables, como Enseñanza (+2,4% i.a.), Servicios sociales (+2,3% i.a.), Actividades inmobiliarias (+1,4% i.a.). Además, Transporte y comunicaciones (+0,4% i.a.) se mantuvo estable ayudado por el desempeño favorable del agro.
Los indicadores de actividad indican una profundización de la caída en diciembre
Los datos adelantados de actividad económica muestran que la economía en diciembre mostró una caída aún más pronunciada en términos interanuales. En concreto, la mayor proporción de las estadísticas sectoriales mostraron una contracción en el último mes del 2023, principalmente las vinculadas a sectores productores de Bienes -sector agropecuario, industria, construcción-. Dentro del comercio, los indicadores mostraron señales mixtas, pero con una tendencia a la moderación.
Pese a esto, la economía en 2023 mostró en el promedio una contracción del PIB considerablemente menor a la esperada a principios de año. A pesar del impacto de la sequía sobre el sector primario y la aceleración de la inflación (+211%), la actividad económica cerraría el año con una caída levemente superior al 1% i.a. en el promedio. Además, como venimos señalando, descontando a la rama “Agricultura y ganadería”, la actividad económica finalizó el año en niveles similares a los del 2022 (exhibiendo un crecimiento levemente menor al 0,5% i.a.).
Ahora bien, en términos per cápita -descontando el crecimiento poblacional-, podemos estimar que el PIB habría caído en torno al -2,1% en el promedio de 2023. En este sentido, sin contar 2020 y 2021 -afectados por la pandemia-, el PIB per cápita de 2023 se ubicaría como el más bajo desde el año 2009.
2024 con una nueva recesión
Para comienzos de 2024 se observarán los meses con caídas más pronunciadas en términos de economía real. Producto las medidas económicas anunciadas a fines del año anterior (principalmente orientadas a la corrección de precios relativos) proyectamos que se transitará una primera fase de recesión económica, concentrada en el primer semestre del año. En este sentido, el desempeño positivo que venía teniendo el consumo privado (en 2023 habría crecido en torno al 1,1% i.a.) llegará a su fin como consecuencia del deterioro del ingreso de los hogares.
Sin embargo, se observará un desempeño disímil a la hora de evaluarlo a nivel sectorial. Las medidas orientadas a desregular la economía, sumado al incremento (al menos temporal) de la competitividad cambiaria harán que los sectores mayormente vinculados a la exportación tengan un panorama algo más favorable. Dentro de ellos, se ubica el sector agropecuario (beneficiado por también por una mejora en los rendimientos de la cosecha respecto a 2023), Oil & Gas, automotriz, pesquero, entre otros. A diferencia, ramas asociadas al consumo y la demanda interna mostrarán cifras negativas (industria en general, construcción, comercio, entre otras); en un contexto de fuerte deterioro del ingreso real.