Economía
La evidencia más reciente indica que las perspectivas de la economía están mejorando. Los IMACEC de junio y julio fueron menos negativos a lo anticipado y ahora proyectamos una caída de 5,1% para el año. El Banco Central en su reciente Informe de Política Monetaria (IPOM) también mejoró las perspectivas para el presente año desde una contracción de 6,5% a una de 5%. Para 2021 el Banco Central proyecta un crecimiento de 4,5%. Las razones tras estas mejores expectativas se encuentran en la gradual reapertura de la economía a partir de fines de julio y un relativo control de la pandemia, aunque esto puede cambiar. Además, el retiro de un 10% de los fondos acumulados en las AFPs permitirá inyectar entre US$6.000 y US$9.000 millones al gasto entre agosto y diciembre (tal vez algo a principios de 2021) lo que potenciará el gasto y la recuperación de la actividad. Adicionalmente, a partir de julio el gasto público finalmente empezó a crecer con fuerza y, aunque parece difícil que se cumpla la proyección de crecimiento del gasto real de 11,4%, si es muy probable que el gasto público también impulse significativamente la actividad en la parte final del año. En términos desestacionalizados se espera crecimiento en el PIB del tercer y cuarto trimestres respecto de los anteriores y también en 12 meses en el caso del último trimestre del año. Lo peor en materia de destrucción de empleos también parece estar quedando atrás a partir de agosto, de manera que la última parte del año puede ser relativamente favorable en un escenario de baja inflación y un tipo de cambio que se ha estabilizado.
Política
Luego de la fuerte derrota que significó para el gobierno la aprobación del retiro del 10% de los fondos acumulados en las AFPs, con el apoyo de varios de los parlamentarios de su coalición, se produjo un cambio de gabinete, incluyendo el Ministro de Interior y se incorporaron al gabinete figuras relevantes de los dos principales partidos de gobierno. Aunque esto no ha cambiado mayormente la dinámica de las relaciones entre gobierno y oposición, sí se ha producido un mayor ordenamiento en los grupos que apoyan al gobierno, lo que permite anticipar que el gabinete actual acompañará al presidente hasta el final de su período, aunque nunca se puede estar completamente seguro. El 18 de octubre se cumple un año del levantamiento del año pasado y se teme que puedan producirse brotes de violencia en diversos puntos del país. Además, el 25 de octubre debe realizarse el plebiscito que debería dar paso, si las encuestas están correctas, a la redacción de una nueva constitución para lo que, en abril del próximo año, debería elegirse a los miembros de la convención constituyente. El año que viene, además, se realizarán elecciones municipales, de gobernadores y, a fines de año, parlamentarias y presidenciales. La nueva constitución, si se aprueba en un plebiscito que debería realizarse entre el segundo y tercer trimestres de 2022, comenzaría a regir durante ese mismo año.