¿Cuál fue la inflación nacional en septiembre?
Según el INDEC, el IPC Nacional trepó 6,5% en septiembre de 2018, registrándose así el dato mensual más alto en muchos años (hay que remontarse a abril de 2002). Este resultado fue consecuencia del impacto del salto del dólar a fines de agosto en los precios de los bienes (+8,7%), el cual también puede observarse en la variación del IPC Núcleo (+7,6%) y en Alimentos y bebidas no alcohólicas (+7%). Además, hubieron presiones de parte de los Regulados (crecieron 4,7%) debido a los aumentos de combustibles y transporte público (el capítulo Transporte trepó 10,4% en el mes). Por su parte, los precios de bienes y servicios Estacionales treparon 4% en septiembre.
De esta forma, la suba de precios acumuló un incremento de 14,1% en el tercer trimestre del 2018 (la mayor desde el segundo trimestre de 2002) y exhibió un alza de 32,4% en los primeros nueve meses del año. Más aún, la inflación interanual se aceleró al pasar de 34,4% en agosto a 40,5% en septiembre.
¿Si la mayor inflación fue ocasionada por el salto cambiario, en octubre se frena la suba de precios?
Pese a la reciente apreciación del Peso, el impacto del fenomenal salto cambiario de agosto seguirá impulsando –en menor medida- la inflación en el último trimestre del año. En la medida que los precios ajusten al nuevo conjunto de precios relativos, que no sólo incluye un mayor tipo de cambio sino que también contiene una importante suba del costo de los combustibles y de los Servicios Públicos que genera impacto inflacionario de segunda ronda por suba de costos. Vale destacar que, entre agosto y octubre los precios de los combustibles habrán crecido casi 25% mientras que el alza de los servicios públicos superaría el 20%.
En este sentido, los relevamientos datos de la primera quincena del corriente mes del IPC GBA Ecolatina son consistentes con una suba de precios de 5% para octubre de 2018. Los Regulados vuelven a traccionar la inflación debido a los nuevos aumentos en combustibles y en el transporte público y una nueva corrección en la tarifa del gas. De este modo, la variación del décimo mes del año sería muy elevada (la segunda más alta del año), evidenciando que el salto cambiario llevó la inflación mensual a otro nivel en el corto plazo.
¿Qué esperamos para los próximos meses?
En principio, las demandas de recomposición salariales por parte de los trabajadores, producto de la aceleración inflacionaria, vienen contenidas. Con excepción de los empleados de Comercio (negociaron un adelanto del aumento pautado en tres cuotas), bancarios y metalúrgicos -por mencionar los casos más relevantes- no se observa todavía una reapertura generalizada de paritarias que eleve significativamente el costo laboral antes de fin de año (esto se explicaría por el creciente temor a la pérdida de empleo y/o la espera a las cláusulas de revisión pautadas en la mayoría de los acuerdos para enero de 2019). Por otro lado, si el tipo de cambio se pega a la banda inferior (se mantiene por debajo de 40 ARS/USD hasta fin de año), las presiones inflacionarias serán menores, dando lugar a un fin de año más calmo en materia de precios. Por último, la suba de precios regulados seguirá siendo elevada producto del traslado del salto cambiario pendiente y la necesidad de reducir subsidios para que lograr que el Estado Nacional cumpla la ambiciosa meta de equilibrio fiscal primario en 2019.
En un escenario optimista, la suba de precios rondaría 3% mensual en el último bimestre del año, por lo que a pesar de la profundización de la recesión, la inflación tardaría en desacelerarse, acumulando 11% en el cuarto trimestre del año. Como resultado, el IPC Nacional entre 47% y 48% subiría en 2018; muy cerca del 50%.