La inflación fue de 48% en 2018

El Índice de Precios al Consumidor Ecolatina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires creció 2,9% en el mes de diciembre. De esta manera, acumuló una suba de 47,9% en durante 2018.

En diciembre, la inflación se desaceleró respecto al mes previo (en noviembre los precios crecieron 3,3%), pero esta dinámica no se propagó a lo largo del mes, tal como había sucedido en noviembre.

Sin embargo, se observaron distintas dinámicas entre los capítulos. Por un lado, Alimentos y bebidas y Equipamiento y mantenimiento del hogar mostraron una significativa desaceleración en el transcurso del mes. Por otro lado, en la segunda quincena, los aumentos de medicamentos -que se sumó al incremento de prepagas- traccionaron Atención médica y gastos para la salud; mientras que la suba en taxis -junto al mayor costo del servicio telefónico y de la adquisición de vehículos- impulsó Transporte y Comunicaciones.

El principal factor que impidió la continuidad de la desaceleración de la inflación a lo largo de diciembre fue que el IPC Core también creció de manera uniforme en el transcurso del mes. En la medida que este último no vuelva a mostrar una clara tendencia a la baja, será muy difícil que el Nivel General vuelva a variaciones mensuales cercanas al 2%. Esto responde a que los Regulados no ayudaran a la desinflación en el inicio de este año: durante el primer cuatrimestre tendrán lugar aumentos de agua (enero y mayo), luz (febrero), gas (abril) y del transporte público (de manera escalonada en los primeros tres meses de 2019).

 

La inflación también rondará el 3% en diciembre

El IPC Ecolatina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires mostró un crecimiento de 3,0%, entre la primera quincena de diciembre y el mismo período de noviembre.

El capítulo que más creció fue Atención médica y gastos para la salud debido a los aumentos de medicamentos y prepagas. Este avance fue seguido por Esparcimiento  tras los incrementos en turismo, cines, parques y entretenimiento. Por su parte, vale destacar la significativa desaceleración de Alimentos y Bebidas en este período, que dejaron de crecer por encima del Nivel General.

La desaceleración de la inflación tendrá un ritmo más lento en lo que queda del mes debido a incrementos de Estacionales (especialmente debido a bienes y servicios asociados al turismo) y Regulados (taxis) en la segunda quincena del mes. Por este motivo, esperamos un dato levemente inferior al 3% en diciembre, y en consecuencia, la inflación del año acumulará un alza de casi 48% en 2018.

La estabilidad cambiaria y la recesión desaceleran la inflación en noviembre

¿Cuál fue la inflación de noviembre?

En noviembre, el IPC Nacional del INDEC registró un alza de 3,2% mensual. Pese a superar el 3%, la inflación se desaceleró significativamente en comparación con el bimestre septiembre-octubre, cuando promedió 6% mensual. Esta dinámica respondió a la reciente estabilización del dólar y la dilución del efecto del salto cambiario de fines de agosto (que termina siendo relativamente acotado producto de la fuerte caída de ventas), junto con un menor incremento de Precios Regulados (subieron sólo 2,8%, impulsados por aumentos en transporte). Por su parte, la inflación núcleo -que contiene los precios que no se comportan estacionalmente ni son regulados por el Estado o con una elevada carga impositiva- fue de 3,3% en el mes, desacelerándose respecto al 6,1% promedio del bimestre anterior.

De esta forma, la inflación acumula 43,9% en once meses y alcanzó una variación interanual de 48,5%. Si bien el Nivel General de precios marca una importante alza, no todos los precios subieron lo mismo. Por lo tanto, es relevante analizar la dinámica desagregada en pos de comprender su impacto sobre el resto de las variables macroeconómicas.

¿Cómo fue el movimiento de precios relativos?

Las variables nominales de la economía argentina fueron afectadas durante 2018 por un salto cambiario de más del 100%. Considerando la importancia del dólar en la formación de precios, la fuerte depreciación sufrida aceleró el proceso inflacionario. Este driver provocó que los precios de los bienes y servicios transables (que se comercian internacionalmente) crecieran por encima del resto, puesto que dependen sensiblemente del tipo de cambio. Dado que la mayoría de los bienes relevados en el IPC se comercializan internacionalmente mientras que la mayoría de los servicios no son transables. Es por ello, que en los primeros once meses del año los bienes aumentaron 10 p.p. más que los servicios: mientras que los primeros acumularon una suba de 47,7%, los servicios treparon 37,7%. Esta brecha es aún más marcada si tomamos en cuenta la suba de precios de los bienes vs. los servicios privados (mayormente no transables). Según el IPC GBA Ecolatina, la suba de precios acumulada en lo que va del año alcanza 47% para los bienes y 27% para los servicios privados. Por último, en un contexto de ajuste fiscal y elevada proporción de costos dolarizados en la provisión de luz, gas, agua y transporte público, no sorprende que el precio de los servicios públicos hayan trepado más que los bienes.

Por su parte, los precios de alimentos y bebidas escalaron 48,6% en los primeros once meses de 2018, superando ampliamente a la evolución del Nivel General y, por lo tanto, encareciéndose en términos relativos. Este rubro, que afecta principalmente a los sectores de menos recursos, lleva siete meses consecutivos de alza por encima del Nivel General. Si a esto le sumamos que los ingresos de las familias (salarios, changas y planes sociales) treparon mucho menos que la línea de indigencia (CBA) y pobreza (CBT), se entiende porque empeoraron los indicadores socio-económicos.

¿Cuál es la perspectiva para los próximos meses?

El reacomodamiento de precios relativos será un factor inflacionario en los próximos meses, ya que hay variables que quedaron nominalmente rezagadas frente al resto y pujarán por recuperar el terreno perdido (en la medida en que la demanda se los permita). Por lo tanto, aun cuando el tipo de cambio permanezca contenido, la inflación persistirá elevada, en este caso por motivos inerciales.

En ese contexto, estimamos que en el último mes del año los precios avanzarán en torno a 3%, finalizando el 2018 con una inflación de alrededor de 48% i.a. Así, diciembre podría ser el primer mes desde abril 2018 (cuando comenzaron las turbulencias cambiarias) en que la variación de precios sea menor a la registrada en igual mes de 2017 (+3,1%).

Sin embargo, esto no implica una “relajación” en la dinámica inflacionaria: el comienzo de 2019 será agitado. En primer lugar, porque los trabajadores intentarán recomponer el poder adquisitivo perdido este año. Además, se observarán incrementos ya pautados en los precios regulados (agua en enero, electricidad en febrero, subte en el primer bimestre y gas en abril, además de subas en combustibles). En consecuencia, aunque no haya saltos en el frente cambiario, la inflación promediaría 2,5% en el primer cuatrimestre del año próximo.

Significativa desaceleración de la inflación en noviembre

El Índice de Precios al Consumidor Ecolatina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires creció 3,3% en el mes de noviembre. De esta manera, acumula una suba de 43,6% en lo que va del año y de 48,1% respecto a igual mes del año anterior.

En noviembre la desaceleración de la inflación fue significativa y volvió a exhibir registros similares a la previa del salto cambiario, siendo el menor ritmo de crecimiento de precios generalizado entre las aperturas. De estas, las que exhibieron mayores incrementos fueron Otros bienes y servicios (+6,3%), impulsado por artículos de tocador y perfumería y cigarrillos y Alimentos y bebidas (+5,2%), traccionados por los incrementos en verduras -especialmente papa-, lácteos y bebidas no alcohólicas. Por su parte, vale destacar que debido a la ausencia de aumentos en tren y colectivo en la segunda quincena y a la leve baja del combustible en este período, las presiones de Transporte y Comunicaciones (+2,7%) se diluyeron a lo largo del mes.

La desaceleración observada a lo largo del mes fue el resultado de un menor crecimiento de todos los componentes del índice y como consecuencia, estimamos que esta tendencia continue en el próximo mes. Sin embargo, durante diciembre los Regulados volverán a subir pese al anunciado recorte en el precio de los combustibles, ya que también tendrán lugar los incrementos en el boleto del subte y prepagas.

La suba del dólar encareció los alimentos

¿A quiénes afectaba más la inflación?

La inflación no afecta a todos por igual ya que más allá de la posibilidad que pueden tener ciertos sectores de proteger el valor real de sus ingresos (a través de paritarias, por ejemplo), no todos los precios suben en la misma magnitud. De este modo, de acuerdo a los factores se encuentren detrás del proceso inflacionario, el aumento de precios perjudicará en mayor medida a algún sector de la población: la inflación será regresiva en tanto afecte a los de menores ingresos o progresiva en el caso opuesto.

En este sentido, como la inflación estuvo liderada por los aumentos en Servicios Públicos y por incrementos salariales durante 2017 y los primeros meses de este año, en este período la inflación no habría sido regresiva gracias a que la tarifa social se limitó el impacto en los hogares de menores ingresos, a la vez que los mayores salarios, al tener un mayor peso en los servicios, impactaron más en el poder adquisitivo de una parte más elevada de la pirámide social.

De hecho, entre enero 2017 y abril 2018, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) –que no mide inflación, pero refleja el incremento en el costo de alimentarse correctamente- creció alrededor de 30%, mientras que el IPC GBA (el ámbito de valorización de la canasta) avanzó casi 34%. Por lo tanto, si bien no hay una diferencia muy importante, esto implica que los alimentos de primera necesidad crecieron menos que el IPC en el período y en consecuencia, se puede aseverar que la inflación no afectaba particularmente a la población más vulnerable en dicho período.

¿Qué pasó tras el inicio de la inestabilidad cambiaria?

El período abril-octubre de este año, caracterizado por la turbulencia cambiaria, habría agregado un componente regresivo al proceso inflacionario ya que los precios de muchos alimentos básicos reaccionan en mayor medida ante un dólar más caro –el tipo de cambio se depreció más de 75% que en este período-. En efecto, la comparación arroja un cambio en la tendencia: junto a un aumento de 30,2% del IPC se registró un avance de 37,3% de la CBA.

Esto refleja que los alimentos se encarecieron en términos relativos y que, a pesar de que en la canasta de consumo de sectores acomodados hay una porción relevante de bienes dolarizados -que a priori son los que se piensa como más perjudicados por la depreciación del Peso-, la inflación fue regresiva desde que comenzó la inestabilidad cambiaria. Es decir, afectó más el poder de compra de los sectores más vulnerables, que destinan una mayor parte de sus ingresos a los alimentos.

Este fenómeno no sería un problema en tanto los ingresos de la población, particularmente de los sectores postergados, evolucionara como los precios de los alimentos. Sin embargo, entre abril y octubre los salarios de la economía habrán crecido en torno al 15%, siendo menor el incremento de los trabajadores informales, asociados en mayor medida a este sector de la población. Además, la jubilación mínima y la AUH subieron menos de 13% en el período.

Por lo tanto, cualquiera sea la medida que se tome, es evidente el deterioro del poder adquisitivo: la AUH solo cubre tres cuartas partes de la necesidades alimentarias de un niño y un trabajador con ingresos de $10000 apenas puede reunir el dinero necesario para alimentar a una familia tipo.

¿Qué esperamos para los próximos meses?

En principio, nuestro relevamiento de precios quincenal reflejó que durante la primera mitad de noviembre la desaceleración en los alimentos se dio a un menor ritmo que en el resto de los precios de la economía. Más aún, los mayores incrementos se observaron en almacenes, autoservicios y comercios de cercanía (carnicerías, verduleras), lugares a los que los sectores con menos recursos concurren con mayor frecuencia. Por este motivo, no esperamos una reversión de esta tendencia en lo que resta del año. Sin dudas, este es uno de los factores que explicará un aumento de la pobreza en el segundo semestre del año.

Sin embargo, no esperamos que esta dinámica se extienda el año que viene ya que si bien las presiones sobre los precios de los alimentos continuarán (aumentos tarifarios que impliquen mayores costos de producción, presiones cambiarias en la previa electoral y recomposición de los márgenes de ganancia en la medida que la economía comience la recuperación), una trayectoria del dólar más calma no generará otro salto abrupto como el observado desde abril a la fecha. Paralelamente tendrá lugar una recomposición de ingresos algo más significativa, ya que la nueva fórmula por la cual ajustan las jubilaciones y la AUH comenzarán a captar la actual aceleración inflacionaria.

 

La inflación se desacelera en noviembre

¿Cuál fue la inflación Nacional en Octubre?

El INDEC informó que la inflación nacional fue de 5,4% en octubre, lo que implica que los precios crecieron 39,5% en los primeros diez meses del año y 45,9% interanual.

El principal factor detrás de este elevado registro fue el salto cambiario de fines de agosto que al operar con cierto rezago tarda en impactar en los precios al consumidor (por caso, el aumento de los precios mayoristas de 16% en septiembre impactó en el IPC de octubre). Vale destacar que el IPC Core trepó sólo 4,5% mientras que los precios de bienes y servicios Regulados y Estacionales crecieron por encima del Nivel General, (+7,4% y +6,2%, respectivamente)

El salto del tipo de cambio causó una suba de 12,3% en los precios de la economía en el bimestre septiembre-octubre, que se evidenció en mayor medida en los bienes y servicios sensibles a la cotización del dólar. En este sentido, los Bienes (mayormente transables) crecieron 15% en el período, mientras que los Servicios (menos transables) aumentaron menos de 8%, incluso considerando los significativos aumentos de los Servicios Públicos (gas, transporte público) del período. El capítulo Alimentos es un claro ejemplo: trepó más de 13% en dicho bimestre, impactando en mayor medida en los sectores de menos recursos, quienes destinan una mayor parte de su ingreso al consumo de estos bienes.

¿La inflación aminora en Noviembre?

De acuerdo al IPC GBA Ecolatina, la inflación entre la primera quincena de noviembre y el mismo período de octubre alcanzó 3,7%, mostrando una significativa desaceleración. Esta dinámica respondió principalmente al menor incremento de los precios de bienes y servicios Regulados (treparon sólo 2% debido a combustibles, Transporte Público y cigarrillos), ya que la desaceleración del IPC núcleo no fue tan marcada (subió 3,9% entre la primera quincena de noviembre y dicho período de octubre).

Cabe destacar, que aún no se observa una desaceleración en el capítulo más sensible: Alimentos trepó 6% entre la primer quincena de noviembre y de octubre, impulsados por fuertes aumentos en lácteos, verduras, frutas y bebidas no alcohólicas.

De continuar esta tendencia, la inflación de noviembre cerrará en 3,2%, mostrando una marcada desaceleración respecto al bimestre septiembre-octubre, y volverá a los niveles previos al salto cambiario.

¿Cuál será la dinámica de los precios en los próximos meses?

Pese a la estabilización del dólar, el endurecimiento del esquema monetario y la consecuente recesión, la inercia propia del proceso inflacionario hará que los precios suban en el último bimestre del año a un ritmo del 3% mensual, la mitad respecto del bimestre septiembre-octubre (en torno al 6% mensual). Como resultado, proyectamos que la inflación cierre 2018 en 48%.

Asimismo, producto de nuevos incrementos en precios de bienes y servicios Regulados y aumentos salariales que surgirán de la renegociación de paritarias, prevemos que durante el primer cuatrimestre de 2019 la inflación se ubique en torno al 2-3% mensual.

La inflación alcanzó 5,7% en octubre

El Índice de Precios al Consumidor Ecolatina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires creció 5,7% en el mes de octubre. De esta manera, acumula una suba de 39% en lo que va del año y de 45,7% respecto a igual mes del año anterior.

Así como durante el mes pasado los precios se habían acelerado a lo largo del mismo en la medida que incorporaban el nuevo tipo de cambio, en octubre la dinámica se revirtió ya que los precios tendieron a desacelerarse en el transcurso del mes, una vez que el shock cambiario quedó atras. Ejemplos de esto fue la dinámica de Equipamiento y mantenimiento del hogar (+9,1% y +5,6%) impulsado por herramientas y artículos y utensilios de limpieza y de Alimentos y Bebidas (+6,9% y +5,9%) traccionados por los incrementos en condimentos, aceites verduras y carnes, que se desaceleró en la segunda mitad del mes a pesar de significativos aumentos en el canal tradicional.

Sin embargo, como en octubre el principal dinamizador de la inflación fueron los Regulados (aumentos en la tarifa del gas, transporte público, combustibles y prepagas) y los Estacionales (registraron la mayor suba del año gracias a los aumentos de verduras, frutas y turismo), la “buena noticia” que significó la desaceleración del IPC Núcleo (tras el salto de 7% en septiembre, cayó casi 2 p.p. y se ubicó en torno al 5% en octubre) no se notó en el Nivel General.

Lenta desaceleración de la inflación en octubre

El IPC Ecolatina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires mostró un crecimiento de 6,2%, entre la primera quincena de octubre y el mismo período de septiembre.

El capítulo que más creció fue Equipamiento y mantenimiento del hogar, que si bien se desaceleró respecto a septiembre, los bienes que componen la apertura todavía sufren la suba del dólar. Por otro lado, el aumento en pescados, aceites, fideos, huevos y bebidas impulsaron Alimentos y bebidas; mientras que os incrementos en prepagas y elementos para primeros auxilios traccionaron Atención médica y gastos para la salud.

Si bien se observa un menor ritmo de crecimiento de los precios en relación al observado en septiembre, estimamos que la inflación se mantenga en niveles elevados en lo que resta del mes, ya que el avance de Regulados (gas, combustibles, transporte público y prepagas) y de Estacionales (frutas, verduras e indumentaria) impedirán una mayor desaceleración en octubre.

 

La inflación de 2018 será de casi 50%

¿Cuál fue la inflación nacional en septiembre?

Según el INDEC, el IPC Nacional trepó 6,5% en septiembre de 2018, registrándose así el dato mensual más alto en muchos años (hay que remontarse a abril de 2002). Este resultado fue consecuencia del impacto del salto del dólar a fines de agosto en los precios de los bienes (+8,7%), el cual también puede observarse en la variación del IPC Núcleo (+7,6%) y en Alimentos y bebidas no alcohólicas (+7%). Además, hubieron presiones de parte de los Regulados (crecieron 4,7%) debido a los aumentos de combustibles y transporte público (el capítulo Transporte trepó 10,4% en el mes). Por su parte, los precios de bienes y servicios Estacionales treparon 4% en septiembre.
De esta forma, la suba de precios acumuló un incremento de 14,1% en el tercer trimestre del 2018 (la mayor desde el segundo trimestre de 2002) y exhibió un alza de 32,4% en los primeros nueve meses del año. Más aún, la inflación interanual se aceleró al pasar de 34,4% en agosto a 40,5% en septiembre.

¿Si la mayor inflación fue ocasionada por el salto cambiario, en octubre se frena la suba de precios?

Pese a la reciente apreciación del Peso, el impacto del fenomenal salto cambiario de agosto seguirá impulsando –en menor medida- la inflación en el último trimestre del año. En la medida que los precios ajusten al nuevo conjunto de precios relativos, que no sólo incluye un mayor tipo de cambio sino que también contiene una importante suba del costo de los combustibles y de los Servicios Públicos que genera impacto inflacionario de segunda ronda por suba de costos. Vale destacar que, entre agosto y octubre los precios de los combustibles habrán crecido casi 25% mientras que el alza de los servicios públicos superaría el 20%.
En este sentido, los relevamientos datos de la primera quincena del corriente mes del IPC GBA Ecolatina son consistentes con una suba de precios de 5% para octubre de 2018. Los Regulados vuelven a traccionar la inflación debido a los nuevos aumentos en combustibles y en el transporte público y una nueva corrección en la tarifa del gas. De este modo, la variación del décimo mes del año sería muy elevada (la segunda más alta del año), evidenciando que el salto cambiario llevó la inflación mensual a otro nivel en el corto plazo.

¿Qué esperamos para los próximos meses?

En principio, las demandas de recomposición salariales por parte de los trabajadores, producto de la aceleración inflacionaria, vienen contenidas. Con excepción de los empleados de Comercio (negociaron un adelanto del aumento pautado en tres cuotas), bancarios y metalúrgicos -por mencionar los casos más relevantes- no se observa todavía una reapertura generalizada de paritarias que eleve significativamente el costo laboral antes de fin de año (esto se explicaría por el creciente temor a la pérdida de empleo y/o la espera a las cláusulas de revisión pautadas en la mayoría de los acuerdos para enero de 2019). Por otro lado, si el tipo de cambio se pega a la banda inferior (se mantiene por debajo de 40 ARS/USD hasta fin de año), las presiones inflacionarias serán menores, dando lugar a un fin de año más calmo en materia de precios. Por último, la suba de precios regulados seguirá siendo elevada producto del traslado del salto cambiario pendiente y la necesidad de reducir subsidios para que lograr que el Estado Nacional cumpla la ambiciosa meta de equilibrio fiscal primario en 2019.
En un escenario optimista, la suba de precios rondaría 3% mensual en el último bimestre del año, por lo que a pesar de la profundización de la recesión, la inflación tardaría en desacelerarse, acumulando 11% en el cuarto trimestre del año. Como resultado, el IPC Nacional entre 47% y 48% subiría en 2018; muy cerca del 50%.

El IPC GBA Ecolatina alcanzó el 6,5% en septiembre

El Índice de Precios al Consumidor Ecolatina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires creció 6,5% en el mes de septiembre. De esta manera, acumula una suba de 31,5% en lo que va del año y de 40,1% respecto a igual mes del año anterior.

Gran parte de la aceleración inflacionaria de septiembre fue consecuencia del salto del dólar que tuvo lugar en los últimos días de agosto. Además, se observa que muchos precios tardaron en ajustar, ya que al analizar la dinámica entre quincenas, se observa un mayor ritmo en el incremento de los precios en la segunda mitad del mes en aperturas que están compuestas principalmente por bienes, que por definición son las que más fluctúan ante cambios en la cotización del dólar. En este sentido, Equipamiento y mantenimiento del hogar, Esparcimiento  y Alimentos y Bebidas fueron las aperturas que mas crecieron.

La aceleración a lo largo del mes también fue reflejada por la evolución del IPC Núcleo (+7,0% mensual). Su alza fue tan significativa que incluso superó el aumento de Regulados (impulsado por ajustes en la tarifa de electricidad, costo del transporte público y combustibles) y Estacionales (traccionados por aumentos en indumentaria, frutas y verduras), categorías que registraron su mayor variación mensual en lo que va del año.

Esta dinámica dejará un piso importante para el próximo mes, cuando además se sumen las correcciones en la tarifa de gas, nuevos ajustes en el transporte público, alza de combustibles y prepagas, que conjuntamente implicaran una suba de casi 10% en Regulados.