Restricción a las importaciones: aliado del BCRA
En octubre las presiones provenientes del exceso de demanda de divisas volvieron a surgir. Finalizado el alivio temporal que significó el “dólar soja”, la dinámica responde principalmente a la menor oferta estacional, el adelanto de liquidaciones que tuvo lugar en septiembre y una posible distorsión en las expectativas de otros sectores en materia de qué tipo de cambio esperar para liquidar.
A los efectos de “cuidar las reservas” acumuladas durante el excepcional septiembre, el Gobierno reforzó su control sobre las importaciones. Dentro del conjunto de medidas se encuentra la ampliación del conjunto de posiciones arancelarias bajo Licencias No Automáticas (LNA); la puesta en marcha del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA); un encarecimiento del dólar para consumos en el exterior asociados al turismo (para compras mayores a los USD 300 M mensuales), la adquisición de bienes suntuarios y la contratación de actividades artísticas y “trajes a medida” para sectores para incentivar exportaciones (“dólar tecno”).
No obstante, el BCRA ha vuelto a encontrarse con dificultades para adquirir divisas para seguir robusteciendo su stock de reservas. Esta semana, la autoridad monetaria tuvo que desprenderse de USD 72 M en sus operaciones en el mercado cambiario. De esta manera, en el mes el rojo acumulado asciende a USD 371 M. El leve saldo negativo deja entrever que vía la implementación del SIRA el Gobierno habría conseguido reducir el exceso de demanda en el mercado. Vale recordar que durante las primeras dos semanas de octubre las ventas habían promediado USD 40 M diarios, mientras que desde el SIRA promedian apenas USD 7 M.
Efectos colaterales. Si bien la posibilidad de reducir la demanda de importaciones viene posibilitando un menor rojo para el BCRA, es esperable que los controles comiencen a tener una mayor incidencia negativa sobre la actividad económica vía una menor disponibilidad de insumos y bienes finales, generando asimismo mayor presión sobre los precios y la brecha cambiaria. El principal objetivo sigue siendo el mismo: evitar (al menos en el corto plazo) un salto discreto del tipo de cambio.
Sobre esta dinámica sigue influyendo una menor liquidación del agro, tras el récord de septiembre. Hasta este jueves (último dato), la liquidación promedio diaria ascendió a USD 66 M, en claro contraste contra los USD 400 M promedio durante la vigencia del “dólar soja” y los USD 150 M diarios de agosto. De esta forma, se va revelando más claramente la magnitud del adelantamiento de exportaciones provocado por el “dólar soja” y la consecuente escasez de oferta para los meses subsiguientes.
¿Qué tanto se están demorando los pagos por importaciones?
En el marco del mayor control sobre las compras externas, se viene registrando un creciente stock de deuda comercial por importaciones, producto de lo establecido por la Comunicación “A” 7532 publicada a finales de junio y prorrogada a finales de septiembre hasta el 31 de diciembre.
Según nuestras estimaciones, la postergación de pagos acumulada hasta septiembre superó los USD 6.600 M y ya comienza a ubicase cerca de los niveles de 2017-2019. Sin embargo, a diferencia de dicho periodo, el marcado incremento en la demora de pagos en lo que va de 2022 se obtuvo vía un endurecimiento de las restricciones al pago al contado de las importaciones que comenzaron a regir a partir de finales de junio para evitar un mayor deterioro en la posición de reservas internacionales.
De hecho, más del 70% de los pasivos acumulados en el año corresponden a lo sucedido entre junio y septiembre, donde se postergaron pagos de importaciones por USD 4.700 M. No obstante, la brecha entre las importaciones pagadas (MULC) y las devengadas (ICA) mostró una leve reducción en el último mes: luego de promediar más de USD 1.300 M entre junio y agosto, estimamos que en septiembre dicha cifra se ubicó por debajo de los USD 600 M.
Cosecha de trigo: nuevo recorte
La sequía ya está dejando daños permanentes que redundarán en una menor oferta en el MULC y volverán más angosto el margen de maniobra de la autoridad monetaria. Tras pérdidas de área y rindes inéditas por el combo de sequía y heladas, en la semana la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) volvió a efectuar recortes en sus proyecciones de producción del cereal, dando cuenta de una fuerte merma respecto a la campaña previa. La institución prevé ahora una cosecha de 13,7 M/Ton, 40,4% menos que lo calculado para la campaña 21/22 (23 M/Ton).
Los mayores precios en relación al ciclo pasado vienen ayudando a que el valor de la cosecha no se derrumbe. Considerando las estimaciones de la BCRA y los precios FOB a cosecha actuales (BCBA) en relación a los efectivos del ciclo anterior, el valor de la cosecha de trigo podría tener un piso de caída de USD 1.500 M en relación al ciclo pasado. No obstante, las estimaciones de volúmenes siguen estando sesgadas a la baja.
Cabe recordar que la cosecha de trigo comienza en diciembre y se extiende durante el verano y tiende un puente hasta la llegada de la cosecha gruesa en abril. Como destacamos en un informe reciente, considerando cierto anticipo en septiembre de ventas de soja que se darían en el último trimestre, la importante demora en la siembra de maíz y los menores volúmenes de trigo, el camino hacia la próxima cosecha gruesa se alarga.
El crawling peg se consolida por encima de septiembre
12 meses de aceleración en el ritmo de devaluación. En la semana cambiaria el tipo de cambio oficial cerró este viernes en ARS 156,02, subiendo 1,4% vs el viernes pasado y promediando en la semana un ritmo de depreciación del 6,3% TEM (TEA del 111%), levemente por debajo del 6,4% de la semana pasada (TEA del 113%). De esta forma, en lo que va de octubre la devaluación promedio se sitúa algo por debajo del 6,4% TEM, levemente por encima del ritmo de septiembre (6,2%) y de la tasa de interés de política monetaria (6,2% TEM).
La brecha se estaciona por debajo del 100%
Con vaivenes, los dólares paralelos acumulan una caída en lo que va del mes. El CCL (GD30) cerró este viernes en ARS 304 (+0,9% s/s), mientras que el MEP (AL30) cotizó en ARS 292 (+0,6% s/s). Por su parte, el blue trepó 0,7%, ofreciéndose a ARS 292 al finalizar la semana. En suma, en la semana todos se movieron por debajo del tipo de cambio oficial, permitiendo que la brecha cambiaria promedio con los tres dólares libres se sitúe en el 89,8%, por debajo del 91,2% del viernes pasado y del 102% de finales de septiembre.
Tres meses sin asistencia del BCRA, pero con desafíos hacia adelante
Partiendo de la devolución de $ 10.000 M en concepto de Adelantos Transitorios que realizara el Tesoro al BCRA en agosto, octubre será el tercer mes en que el Gobierno logra cumplir con su promesa de cortar la asistencia monetaria directa por parte del BCRA este año. Dado que durante este lapso el Tesoro obtuvo la importante ayuda de lo recaudado por retenciones al “dólar soja”, el desafío se redoblará desde el mes que viene frente a crecientes necesidades de financiamiento y un mayor volumen de vencimientos de deuda tras el impasse de los últimos tres meses (cuando se despejaron vencimientos de la mano del canje de los duales). El Gobierno deberá seguir mostrando resultados fiscales contundentes para sostener el rollover y no cortar el financiamiento en pesos, que se constituye como la principal fuente que cierra las necesidades de financiamiento en moneda local.
La presente es una síntesis del Monitor Cambiario, exclusivo para clientes Corporate.