Claves de la semana cambiaria
• El BCRA extiende sus compras. A pesar de la finalización del “dólar soja 2.0”, la adquisición neta de divisas de la autoridad monetaria en el mercado cambiario sumó USD 60 M en la semana, destacándose el “atípico” resultado del jueves (+USD 56 M). ¿Podrá mantenerse esta tónica?
• El crawling peg profundizó su desaceleración en el arranque del año. En línea con la moderación en los registros de inflación (el IPC habría cerrado diciembre en la zona del 5%), en la primera semana del año se profundizó la desaceleración en la suba del dólar oficial, cayendo a un ritmo no visto desde agosto.
• La brecha cambiaria se mantiene estable en niveles elevados. Los dólares financieros mantuvieron una tendencia estable-bajista, mientras que el blue volvió a mostrar una dinámica más volátil, manteniéndose como el más caro entre los tres.
• En noviembre se relajaron los pagos pendientes a importadores. Según nuestras estimaciones, la postergación de pagos acumulada hasta noviembre resultó similar al stock de reservas con las que el BCRA concluyó 2022, permitiendo al mismo tiempo evitar un mayor deterioro de estas últimas y de la actividad productiva (ver informe semanal). No obstante, la brecha entre las importaciones pagadas (MULC) y las devengadas (ICA) se redujo en noviembre, dando cuenta de cierta reducción del stock adeudado.
• El resultado del canje de deuda del Tesoro dejó una buena impresión. En su primera operación del año, el equipo económico logró descomprimir vencimientos por cerca de $3bn correspondientes al 1T del año, evidenciándose una mayor participación privada que la vista en el canje de noviembre. De cara a los próximos meses, estimamos que el nuevo perfil de vencimientos mensuales hasta marzo es una cifra manejable, aunque la historia cambia a partir de abril. Más detalles, en este informe.
• Frente al dato de inflación de diciembre, ¿bajará la tasa del BCRA? El próximo jueves 12/1 INDEC dará a conocer la evolución del IPC de diciembre. Dado que se espera que el último mes del año pasado haya renovado las señales sobre una moderación en la nominalidad, la autoridad monetaria podría verse tentada a instrumentar un recorte en la tasa de política. ¿Qué esperamos?
Tras el “dólar soja 2.0.”, el BCRA logró seguir siendo comprador
El BCRA extiende su racha. A pesar de la finalización de la segunda edición del Programa de Incremento Exportador (PIE II o “dólar soja 2.0”), la adquisición neta de divisas de la autoridad monetaria en el mercado cambiario sumó USD 61 M, destacándose el “atípico” resultado del jueves (+USD 56 M). Si bien se observa una clara moderación en relación a diciembre, cuando, PIE II mediante, la compra promedio semanal ascendía a USD 400 M, el resultado de esta semana fue superior a lo visto en octubre y noviembre (sin “dólar soja”).
¿Podrá mantenerse esta tónica? Frente al “desierto cambiario” que se aproxima, difícilmente: 1) a diferencia de los últimos dos años los precios internacionales no compensarán los menores volúmenes esperados para la cosecha producto de las inclemencias climáticas, las cuales alargaron asimismo el puente hasta la próxima cosecha gruesa; 2) el “dólar soja 2.0” deja menos producto para vender en 2023 y genera incentivos a retener hacia adelante ante la expectativa de que se vuelvan a repetir los beneficios concedidos; 3) la brecha cambiaria persistirá en niveles incompatibles con un escenario de estabilidad económica y el nivel de tipo de cambio real seguirá atentando en contra; 4) el financiamiento neto del FMI será negativo, cuando desde 2018 viene siendo positivo, tornando aún más desafiante la meta de acumulación de reservas. En este contexto, será clave la puesta en marcha del Gasoducto NK para reducir las importaciones energéticas previo a la temporada invernal.
Este panorama obligará a renovar constantemente los esfuerzos por obtener recursos por el lado de la cuenta financiera o acotar la demanda de divisas vía restricciones o desincentivos. Cabe recordar que en el primer trimestre deben acumularse USD 500 M en las reservas para cumplir con lo acordado con el FMI.
Por lo pronto, la semana que viene hay vencimientos de deuda por más de USD 2.300 M, de los cuales USD 1.000 M corresponden a pagos de interés por títulos públicos -repartidos entre el sector privado y el sector público-, de forma tal que afectarán la acumulación de reservas netas según el criterio del FMI. En sentido contrario, los USD 1.300 M restantes corresponden a pagos al Fondo (el primero de los tres del mes), utilizando parte de los DEG obtenidos como desembolsos en diciembre.
El crawling peg se desaceleró nuevamente
El incremento del tipo de cambio oficial promedió el menor ritmo en cuatro meses. El dólar oficial (Mayorista) finalizó la semana en $179,2 (+1,2% s/s), evidenciando un ritmo del 5% de TEM, por debajo del 5,9% de la última semana de 2022 y la menor velocidad desde agosto pasado.
Creemos que esta moderación se encuentra en línea con la intención del equipo económico de ir disminuyendo paulatinamente la dinámica de la nominalidad de la economía, reduciendo las presiones de costos de empresas que se encuentran dentro de los acuerdos de precios. Sin corrección mediante, en 2023 el Gobierno seguirá administrando un atraso cambiario acumulado que seguirá jugando en contra de la meta de acumulación de reservas.
Brecha estable
Calma en los financieros, mayor suba en el blue. El CCL (GD30) cerró este viernes en torno a los ARS 341, prácticamente sin cambios respecto al viernes pasado (+0,4%), mientras que el MEP (AL30) rozó los ARS 331, cayendo 1,4% en la semana. En contraste, el blue -que cerró en ARS 354- subió nuevamente por encima del dólar oficial (+2,3%). De esta forma, la brecha con los tres dólares se situó en 89,7%, debajo del 91,1% del último viernes de 2022.
Se modera la deuda con importadores
En noviembre se relajaron los pagos pendientes a importadores. En el marco del mayor control sobre las compras externas, se ha venido registrando un creciente stock de deuda comercial por importaciones. Según nuestras estimaciones, la postergación de pagos acumulada hasta noviembre rozó los USD 7.200 M, cifra similar al stock de reservas con las que el BCRA concluyó 2022. No obstante, la brecha entre las importaciones pagadas (MULC) y las devengadas (ICA) se redujo en noviembre: luego de promediar USD 1.200 M mensuales entre junio y octubre, estimamos que en el anteúltimo mes del año pasado dicha cifra se tornó negativa en cerca de USD 200 M, dando cuenta de cierta reducción del stock adeudado.
Por último, cabe señalar que no sólo despegó la deuda externa privada comercial, sino también la asociada a pasivos que las filiales locales reciben de su casa matriz: a septiembre (último dato disponible) mostraba un crecimiento próximo a USD 8.000 M en el año.
Se desacelera la inflación, ¿se reduce la tasa?
El próximo jueves 12/1 se dará a conocer la evolución del IPC Nacional de diciembre. Dado que se espera que el último mes del año se haya confirmado la una moderación en la nominalidad, la autoridad monetaria podría verse tentada a instrumentar un recorte en la tasa de política monetaria. Frente al equilibrio inestable en el que se seguirá moviendo la economía ante a los enormes desafíos provenientes del frente “de los dólares” y “los pesos”, creemos que sería prudente la decisión de mantener inalterada la tasa a fin de mostrar firmeza en los objetivos de anclar las expectativas de inflación, mantener a raya la brecha cambiaria y contribuir a sostener la demanda de pesos. Esta es una de las claves para minimizar los riesgos de estrés cambiario y/o en el mercado de la deuda en pesos, al menos hasta tanto la reducción del ritmo de inflación se consolide y extienda en el tiempo.
La presente es una síntesis del Monitor Cambiario, exclusivo para clientes Corporate.