El Índice de Producción Industrial manufacturero (IPI-INDEC) creció un 1,8% con respecto a marzo en su medición desestacionalizada y rompió una racha de seis meses consecutivos a la baja. Sin embargo, el índice aún se ubica en niveles comparables con la salida de la pandemia (agosto del 2020) y un 15,3% por debajo de su promedio entre 2022 y 2023.
El Indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC-INDEC) mostró una suba mensual desestacionalizada del 1,7% en abril, la primera variación mensual positiva desde julio del 2023 (8 meses consecutivos a la baja). No obstante, la magnitud del incremento resulta sumamente inferior a las caídas evidenciadas en los meses previos (-10% mensual en promedio).
La actividad económica habría tocado el piso en marzo: la mayoría de los indicadores adelantados muestran que la recuperación iniciada en abril se habría mantenido también en mayo. Por ende, se podría vislumbrar un cambio de tendencia desde abril de cara a los próximos meses, aunque todavía no sería suficiente para volver a los niveles previos a la recesión.
La industria rebotó tenuemente en abril
El Índice de Producción Industrial manufacturero (IPI-INDEC) creció un 1,8% con respecto a marzo en su medición desestacionalizada y rompió una racha de seis meses consecutivos a la baja. Sin embargo, el índice aún se ubica en niveles comparables con la salida de la pandemia (agosto del 2020) y un 15,3% por debajo de su promedio entre 2022 y 2023.
En su comparación interanual, el IPI cayó un 16,6% contra abril del 2023, moderando así la caída evidenciada en marzo (-21,4% i.a.). De esta manera, el índice acumuló una caída interanual del 15,4% durante el primer cuatrimestre.
Al interior, todas las ramas industriales mostraron caídas interanuales en abril, destacándose la producción de muebles y otras industrias (-35% i.a.), Minerales no metálicos y metálicas básicas (-25,7% i.a.) y Productos de metal, maquinaria y equipo (-25,1% i.a.). Por su parte, la industria alimenticia (-9,3% i.a.) fue uno de los rubros con mayor incidencia negativa.
Cambio de tendencia en la construcción
El Indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC-INDEC) mostró una suba mensual desestacionalizada del 1,7% en abril, la primera variación mensual positiva desde julio del 2023 (8 meses consecutivos a la baja). No obstante, la magnitud del incremento resulta sumamente inferior a las caídas evidenciadas en los meses previos (-10% mensual en promedio). En retrospectiva, el índice se ubicó en niveles inferiores a los actuales únicamente entre marzo y mayo del 2020, los meses más duros de la pandemia. Continuando con la medición mensual, los principales insumos que jugaron a favor del indicador en abril fueron las calles, el cemento, y el yeso. Contrariamente, los artículos sanitarios, los mosaicos y los pisos continuaron mostrando caídas intermensuales considerables.
En la comparación interanual, el ISAC se redujo un 37,2% (5 p.p. menor a la caída de marzo), acumulando una contracción del 32% i.a. para el primer cuatrimestre del año. Al interior del indicador, todos los rubros asociados presentan caídas interanuales desde los dos dígitos. Se registró un fuerte retroceso (-60,6%) en ventas de asfalto (material principalmente asociado a la obra pública). También se contrajo la demanda de hierro redondo (-57,5%), mosaicos graníticos y calcáreos (-54,4%), artículos sanitarios de cerámica (-48,1%) y hormigón elaborado (-46,8%), entre otros insumos.
¿Qué esperamos hacia adelante?
La actividad económica habría tocado el piso en marzo: la mayoría de los indicadores adelantados muestran que la recuperación iniciada en abril se
habría mantenido también en mayo. Por ende, se podría vislumbrar un cambio de tendencia desde abril de cara a los próximos meses, aunque todavía no sería suficiente para volver a los niveles previos a la recesión. Puntualmente, el Índice Construya (evolución de los volúmenes vendidos al sector privado para construcción) creció un 3,2% durante mayo en la medición desestacionalizada. Del mismo modo, los despachos de cemento avanzaron un 11% mensual según la Asociación de fabricantes de Cemento Portland.
En cuanto a la construcción, resulta crucial diferenciar la dinámica de la obra pública y la obra privada. Por el lado de la obra pública, difícilmente veamos una recuperación frente a un Gobierno que se encuentra realizando un fuerte ajuste en el gasto público, donde aún no muestra intenciones de normalizar el Gasto de Capital.
Con respecto a la construcción privada, la reaparición del crédito hipotecario y la falta de alternativas de inversión podrían ser factores que jueguen a favor. Sin embargo, el aumento de los costos en dólares y la preocupación por los atrasos en las cadenas de pago podrían jugar en contra. En este sentido, el relevamiento de expectativas que publica el INDEC asociado al sector muestra que se está reduciendo el porcentaje de encuestados que espera una nueva caída de la construcción privada en el próximo bimestre (pasó de 41,6% en enero a 32,7% en abril), lo cual se explica por un incremento de los encuestados que proyectan un mantenimiento del nivel actual.
Con respecto a la industria manufacturera, las ramas asociadas a los sectores energético, minero y agropecuario (que se encuentran en franco ascenso) tendrían un mejor desempeño (molienda de oleaginosas, producción de agroquímicos, refinación del petróleo, etc.).
Por su parte, las industrias más vinculadas a la demanda interna mostrarían una reactivación más paulatina producto de unos ingresos reales deteriorados que lentamente comienzan a repuntar, pero aún se ubican lejos de los niveles previos. En adición, el ingreso disponible tendrá un golpe adicional en junio como consecuencia de los ajustes de tarifas que impactan en el gasto inelástico de las familias.