Resumen Diario | 05.09.25

ESCENARIO ECONÓMICO

El dólar spot se mantuvo inalterado. En la jornada de ayer, el dólar spot subió apenas 0,1% y cerró en los $1.363. Por su parte, el dólar informado por el BCRA, que es un promedio de la jornada, tuvo una leve suba del 0,2% ($1.362). Desde el comienzo de intervención del Tesoro en el MULC el martes 5/9, el dólar spot finalizó tres jornadas consecutivas en la zona de los $1.360 y los depósitos del Tesoro en USD cayeron durante la primera rueda de intervención USD 238 M. De todas formas, puede que la cifra se encuentre inflada por pagos a organismos internacionales, pero estimamos no bajaría de los USD 200 M. Algo que vale la pena destacar es que, con el dólar a $1.360, el tipo de cambio real (toma en cuenta la inflación local e internacional) resultante se ubica levemente por encima de los niveles pre-PASO 2019. Por último, las Reservas Brutas cerraron en USD 40.635 M.

Los dólares paralelos cerraron al alza. El jueves, los dólares paralelos tuvieron resultados al alza. El dólar minorista cerró en $1.383 (+0,4%), el MEP subió 1,8% ($1.397), el CCL medido en CEDEARs avanzó 0,7% y cerró en $1.381, el Blue subió 1,1%, cerrando en $1.365. Por su parte, los contratos de dólar futuro para el trimestre septiembre-noviembre subieron 0,7%, quedando 3,2% por encima del dólar mayorista para septiembre ($1.407), 8,2% por encima para octubre ($1.474) y 11,6% para noviembre ($1.521).

Jornada mixta en el mercado financiero. En la jornada de ayer, el S&P Merval medido en dólares (utilizando CCL con CEDEARs) subió 2,2%, alternando jornadas de subas y bajas y cerró en USD 1.441. En sentido contrario, la deuda en moneda extranjera se mantuvo casi sin variaciones: los Bonares cayeron levemente (-0,1%), mientras que los Globales se mantuvieron inalterados.

El Senado rechazó el veto a la Ley de emergencia en discapacidad. Ayer, la Cámara alta rechazó el veto presidencial y se sumó a la decisión de la Cámara baja, dejando sin efecto la decisión del Ejecutivo que buscaba reducir el gasto fiscal (rondaría un costo del 0,3%-0,5% del PIB). De este modo, se restableció la normativa que declara la situación de emergencia en materia de discapacidad hasta el 31 de diciembre del 2026, lo que permitiría actualizar aranceles de prestadores, crear pensiones no contributivas equivalentes al 70% del haber mínimo jubilatorio.

 

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

El mercado espera inflación y dólar más altos. El BCRA publicó en el día de ayer el Relevamiento de Expectativas del mercado (REM) correspondiente a agosto. La mediana de los encuestados respecto a la inflación ajustó para arriba sus estimaciones, y ahora se ubicaría en 2,1% para agosto (+0,4 p.p. respecto al envío previo), promediaría 1,7% hasta diciembre y acumularía 29,5% para el año (+2,2 p.p.). Por su parte, el tipo de cambio también se ajustó al alza, esperando que la divisa se encuentre en $1.379 durante octubre, suba paulatinamente y cierre el año en $1.441 (+$46). A su vez, hubo un ajuste a la baja en las expectativas sobre la actividad económica: en el promedio se esperaba crecimiento anual del 5,0% en julio, que pasó a 4,4% en el último informe.

 

TENES QUE SABER

Fuerte reducción de la liquidación en agosto. Según informó CIARA-CEC, durante el octavo mes del año el sector totalizó un ingreso por más USD 1.818 M, cuando en julio tocó el ingreso más alto del año (USD 4.100). Esta fuerte baja es producto del adelantamiento de la liquidación para aprovechar la baja de retenciones transitorias (ahora permanentes). De este modo, la liquidación de agosto en términos reales fue la más baja desde la sequía de 2018, excluyendo la otra sequia histórica de 2023 (cuando también hubo incentivos para adelantar liquidaciones vía dólar diferencial).

Resumen Diario | 04.09.25

El dólar spot se mantuvo inalterado. En la jornada de ayer, el dólar spot se mantuvo sin variaciones en los $1.361, en el contexto de los anuncios sobre la participación del Tesoro en MULC. Por su parte, el dólar informado por el BCRA, que es un promedio de la jornada, tuvo una caída del 0,6% ($1.360). Por último, las Reservas Brutas cerraron en USD 40.843 M.

Los dólares paralelos cerraron mixtos. El miércoles, los dólares paralelos tuvieron variaciones muy leves y en sentidos opuestos. El dólar minorista se redujo en el margen y cerró en $1.377 (-0,1%), el MEP subió levemente 0,1% ($1.372), el CCL medido en CEDEARs se mantuvo sin variaciones y cerró nuevamente en $1.372, el Blue cayó 0,7%, cerrando en $1.350. Por su parte, los contratos de dólar futuro para el trimestre septiembre-noviembre cayeron 0,3%, quedando 2,9% por encima del dólar mayorista para septiembre ($1.400), 7,6% por encima para octubre ($1.463) y 10,9% para noviembre ($1.509).

Jornada mixta en el mercado financiero. En la jornada de ayer, el S&P Merval medido en dólares (utilizando CCL con CEDEARs) cayó 2,1%, alternando jornadas de subas y bajas y cerró en USD 1.410. En sentido contrario, la deuda en moneda extranjera se mantuvo casi sin variaciones: los Globales cayeron levemente (-0,1%) mientras que los Bonares subieron en el margen (+0,1%). De este modo, el riesgo país que venía de meses de relativa estabilidad, alcanzó su valor más alto desde abril al rozar los 900 p.b.

 

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

Turismo y atesoramiento presionan al MULC. En julio, la balanza turística marcó un nuevo saldo negativo por USD 817 M, sumando una salida por USD 6.181 M en lo que va de 2025 (casi en línea con 2018). Asimismo, el séptimo mes del año se ubicó como el julio más deficitario de la serie, sólo por detrás del año 2017 (-USD 900 M) incluso cuando se corrige por la reciente metodología del BCRA, que reduce el saldo deficitario estimado de jul-25 a USD 728 M (descuenta consumos de tarjeta por servicios digitales y “puerta a puerta”). Según el BCRA, el 70% de los egresos con tarjeta se canceló con dólares propios de los individuos (USD 657 M), que provienen del atesoramiento privado reflejado en el MULC (FAE). Justamente, detrás del récord de egresos por FAE (casi -USD 6.500 M) también se encuentran pagos por importaciones de bienes (-USD 1.400 M estimado BCRA), utilidades y dividendos, entre otros. En este sentido, el egreso por la Formación de Activos Externos no necesariamente implica la compra para atesoramiento de individuos, sino que son utilizados para otros fines como los detallados. De todas formas, con efecto aguinaldo de por medio, las personas humanas demandaron billetes por USD 3.408 M, lo que representa 1,3 millones de personas comprando dólares (venían siendo 1 millón desde abril).

 

TENES QUE SABER

Caída en los despachos de cemento. En agosto, los despachos de cemento cayeron 1,8% respecto a julio en la serie sin estacionalidad, cerrando en 885.781 toneladas producidas. De este modo, los despachos de cemento suman dos meses de bajas y sostienen una dinámica oscilante mes a mes. Respecto a agosto del 2024, los despachos están casi al mismo nivel del año pasado (apenas -0,4% i.a.), aunque en el acumulado del año se posiciona 8,2% por encima del mismo periodo del año anterior. 

Resumen Diario | 03.09.25

ESCENARIO ECONÓMICO

El dólar spot baja tras los anuncios de ventas del Tesoro. En la jornada de ayer, el dólar spot cayó 0,8% ($1.361) y cortó una racha de tres subas al hilo, en lo que fue una rueda marcada por el anuncio de Pablo Quirno, Secretario de Fianzas, de la participación en el MULC por parte del Gobierno. En este sentido, las Reservas Brutas cerraron en USD 40.761 M y el BCRA mantuvo la postura de no intervención. No obstante, no podemos descartar que no se hayan producido nuevas ventas por parte del Tesoro, y habrá que esperar los datos monetarios a finales de semana para confirmar si detrás de la baja del dólar se encontró Hacienda o si el anuncio bastó para calmar las expectativas.

Los dólares paralelos cerraron a la baja. El martes, los dólares paralelos cortaron su racha alcista y cerraron, en su mayoría, en rojo. El dólar minorista cerró en $1.379 (-0,9%), el MEP cayó 0,7% ($1.370) y el CCL medido en CEDEARs se redujo en el margen (-0,1%) y cerró en $1.372. En sentido opuesto, el Blue subió 0,4%, cerrando en $1.360. Por su parte, los contratos de dólar futuro para el trimestre septiembre-noviembre cayeron 0,7%, quedando 2,8% por encima del dólar mayorista para septiembre ($1.406), 7,3% por encima para octubre ($1.469) y 10,3% para noviembre ($1.509).

Jornada mixta en el mercado financiero. En la jornada de ayer, el S&P Merval medido en dólares (utilizando CCL con CEDEARs) subió 2%, cortando una racha de dos bajas consecutivas al cerrar en USD 1.440. En sentido contrario, la deuda en moneda extranjera volvió a cerrar a la baja: los Globales cayeron 0,8% mientras que los Bonares lo hicieron en 1,1%.

 

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

La Cuenta Corriente cambiaria alcanza un nuevo superávit. En julio, el superávit de Cuenta Corriente del Sector Privado No Financiero fue positivo por USD 2.628 M, el más alto desde la flexibilización del cepo. El saldo estuvo impulsado por el aumento de las exportaciones del agro, debido al adelantamiento de la liquidación producido por la baja transitoria de las retenciones (luego permanente), haciendo que el saldo por bienes alcance los USD 10.175 M. De este modo, la CC logró compensar el déficit de la Cuenta Financiera que fue de USD 2.571 M, el más elevado desde octubre del 2019. Al interior, la contribución de préstamos financieros netos por USD 1.631 M no fue suficiente para compensar una FAE neta negativa rozando los USD 5.400 M, la más elevada desde abril.

 

TENES QUE SABER

Fuerte suba de los patentamientos. En agosto, los patentamientos de autos 0km subieron 5,3% mensual en la serie sin estacionalidad (+32,1% i.a.) al alcanzar las 54.664 unidades. Asimismo, se destaca el crecimiento de los patentamientos en los primeros ocho meses del año en comparación con el mismo periodo del 2024 al registrarse un aumento del 65,6%. Por otro lado, se registraron 54.560 patentamientos de motos (-0,5% i.a.), lo que representa una suba mensual de 4,2% en la serie sin estacionalidad.

 

 

Agosto cerró con salarios creciendo 1,9%, y volvería a quedar debajo del IPC

El promedio de cuota de aumentos del mes de agosto se ubicó en 1,9%, levemente por encima del 1,6% de julio, pero todavía por debajo de la inflación proyectada por las consultoras privadas (1,9% – 2,4%). Este repunte, si bien corta la desaceleración del mes anterior, no alcanza para compensar la aceleración de precios, por lo que los salarios seguirían perdiendo frente al IPC. Así, tras dos meses en los que los ingresos habían logrado ganarle a la inflación, julio y agosto consolidarían un nuevo período de deterioro en la relación precios-salarios.

Esa dinámica de aumentos para el conjunto general de acuerdos relevados, se ve algo más contenida entre los grandes gremios, donde se incluyen también gremios que vienen muy rezagados como los estatales o aquellos gremios que dependen indirectamente del gasto público vía subsidios. Con diferentes períodos de acuerdo, en general muestran una velocidad de aumentos mensuales que oscila entre 1% y 2%, y con gremios que vienen corriendo, en la parte remunerativa de los acuerdos, claramente por debajo de la inflación. Por las restricciones oficiales a la homologación de acuerdos, las sumas no remunerativas se han vuelto un complemento esencial en el ingreso.

 

 

La imagen de Milei también se deteriora en agosto por segundo mes consecutivo

La imagen del presidente Milei vuelve a sufrir signos de deterioro por segundo mes consecutivo, al igual que el nivel de aprobación del gobierno. De esta manera, la composición de imagen se conforma con un 55,4% de imagen negativa, muy cerca del pico máximo registrado en octubre del 2024; mientras que la imagen positiva se ubicó en torno al 41%, cifra que también se acerca al pico más bajo, también registrado en octubre del 2024. No fueron semanas fáciles ni para el gobierno, ni para Milei. Problemas de gestión (caso Fentanilo), problemas en la economía (ruido en el dólar y las tasas), problemas políticos (cierre con heridos), golpes legislativos (insistencia en la ley de discapacidad) y casos peligrosamente problemáticos como las sospechas de corrupción en la compra de medicamentos, se conjugaron para explicar este deterioro. 

Uno de los principales “activos” del presidente Milei fue el hecho de que, en un contexto de enojo de la sociedad con la dirigencia política, era visto como un “outsider” que venía a renovar la “casta”. Sin embargo, esa imagen de outsider se ha venido desinflando y sólo el 35% lo sigue viendo de esa forma, frente a otro 35% que lo considera un político tradicional como cualquier otro, y un 17% que cree que combina algo de los dos tipos. De hecho, dentro del grupo de personas que votó a Patricia Bullrich en octubre de 2023, un 40% lo ve como un “outsider”, pero con características similares a los de la política tradicional”. Esto puede hacer peligrar la estrategia narrativa principal de este oficialismo que es ponerse en frente de la “casta”. 

La mayoría rechaza los vetos de Milei pero no relegaría el equilibrio fiscal

Decíamos que parte de la caída en la imagen de Milei podía explicarse por algunos sucesos que venían ocurriendo en la escena, y parte de esos sucesos son los vetos del Presidente a leyes que habían sido ampliamente apoyadas en el Congreso. Alguna de esas iniciativas tocando temas muy sensibles, tan sensible que la mayoría de la opinión pública se manifiesta en contra de los vetos del presidente. La iniciativa cuyo veto más rechazos recogió, fue la Ley de Emergencia en Discapacidad, luego quedaron las leyes de Emergencia Pediátrica y la de Recomposición de Jubilaciones, y en último lugar la Ley de Financiamiento Universitario, que aún así recogió el 62% de rechazo. 

Sin embargo, hay otro dato interesante en las respuestas y que la mayoría también se inclina por sostener el equilibrio fiscal. Si se combinan las respuestas de quienes dicen que vetarían la ley para no aumentar el gasto y los que dicen que no la vetarían pero recortarían otros gastos, en todos los casos también hay una mayoría. 

El otro dato interesante es que en todos los casos se observan porcentajes significativos de votantes de Milei y de Bullrich que se manifiestan en contra de los vetos, resaltando los rechazos en Jubilaciones y Discapacidad. 

Cae la actividad por segundo mes consecutivo

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) retrocedió 0,7% s.e. en junio, luego de la baja de 0,2% registrada en mayo, y se ubicó 6,4% por encima de junio de 2024. Aunque en el acumulado del primer semestre la actividad muestra un crecimiento interanual de 6,2%, el período en su conjunto cerró prácticamente estancado.

A nivel sectorial, ocho de los quince sectores registraron un crecimiento mensual en la serie desestacionalizada. Los únicos sectores con subas fueron la producción de Electricidad, gas y agua (+5,5%), Petróleo y gas (+3,3%), Intermediación financiera (+1,5%) y Construcción (+0,9%).  Con relación a las bajas, la mayor caída se registró en Pesca (-12,5%), un sector muy volátil mes a mes, seguido por Comercio (-1,2%), siendo su segundo mes de bajas al hilo.

 En términos generales, los indicadores adelantados fueron negativos de cara a julio, y sostienen su dinámica oscilante. Por el lado de la construcción, los indicadores fueron negativos en julio: El Índice Construya cayó -0,4% s.e. (tras haber subido 15,5% en mayo), alternando meses de subas y bajas. Los despachos de cemento cayeron 3,2% s.e. en julio, habiendo subido el mes pasado. Por su parte, la industria no presentó mejoras: la producción de automóviles cayó 9,5% en julio, sumando dos meses de bajas, al igual que el patentamiento de vehículos 0 km, el cual cayó 2,6% s.e.

 ¿Qué pasó con la actividad en junio?

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) retrocedió 0,7% s.e. en junio, luego de la baja de 0,2% registrada en mayo, y se ubicó 6,4% por encima de junio de 2024. Aunque en el acumulado del primer semestre la actividad muestra un crecimiento interanual de 6,2%, comparando los primeros seis meses se observa un estancamiento. Con la corrección de esta último publicación, el semestre mostró un crecimiento de apenas 0,1% s.e.

Con el desempeño de junio, la actividad económica vuelve a los niveles previos a diciembre. De este modo, se posiciona -1,3% por debajo de los máximos históricos de la serie alcanzados en febrero. Si bien no se aleja demasiado de los máximos históricos con la caída de junio, al considerar el crecimiento poblacional acumulado, el nivel de actividad per cápita está casi 10% abajo desde el 2017. Pese a que el tamaño de la economía es el mismo que en los máximos y se logró recuperar el terreno perdido, la economía todavía está lejos de lograr un crecimiento verdadero.

A nivel sectorial, ocho de los quince sectores registraron un crecimiento mensual en la serie desestacionalizada. Los únicos sectores con subas fueron la producción de Electricidad, gas y agua (+5,5%), Petroleo y gas (+3,3%), Intermediación financiera (+1,5%) y Construcción (+0,9%).  Con relación a las bajas, la mayor caída se registró en Pesca (-12,5%), un sector que destaca por su volatilidad, seguido por Comercio (-1,2%), siendo su segundo rojo consecutivo.

En comparación con el promedio de 2023 (un año casi completo sin recesión) se observa una recuperación en la mayoría de los sectores de actividad. Sin embargo, la Construcción e Industria todavía se encuentran muy por debajo. La primera se encuentra casi 22% por debajo dicho año, sin poder recuperarse del todo de la recesión, del freno de la obra pública y el aumento de costos del sector. Por su parte, la Industria presenta un nivel de actividad 6,6% inferior al de 2023. En la misma linea se encuentra el Comercio, que aún no recupera los niveles previos (-1,7%).  

De todos modos, estos tres sectores lograron recuperar lo perdido en el 2024: la Construcción está 8,1% por encima del promedio del año pasado, el Comercio un 6,2% y la Industria un 3,5%.

En contraste, los sectores que se ubican por encima del nivel de 2023 son principalmente los primarios, como el agro, petróleo y gas. Aunque el agro mostró un buen desempeño en 2025, el incremento del casi 34% sobre el promedio del 2023 se debe a una baja base de comparación, considerando que ese año estuvo atravesado por la sequía. Por su parte, el sector de extracción de petróleo y gas ha experimentado un crecimiento genuino con la expansión de vaca muerta (+10,7%), al igual que la Intermediación financiera (+16,9%), tras la reciente suba del crédito.

¿Qué esperamos hacia adelante?

La actividad se mantiene en una meseta y parece haber encontrado un techo tras haber alcanzados máximos históricos en febrero. En términos generales, los indicadores adelantados fueron negativos de cara a julio y sostienen una dinámica oscilante.

Por el lado de la construcción, los indicadores fueron negativos en julio: El Índice Construya cayó -0,4% s.e. (tras haber subido 15,5% en mayo), alternando meses de subas y bajas. Los despachos de cemento cayeron 3,2% s.e. en julio, habiendo subido el mes pasado. Por su parte, la industria no presentó mejoras: la producción de automóviles cayó 9,5% en julio, sumando dos meses de bajas, al igual que el patentamiento de vehículos 0 km, el cual cayó 2,6% s.e.

En el mismo sentido, las ventas minoristas PYME cayeron 5,7% s.e. (tras haber subido 6,7% en junio) y continúan con su sendero con vaivenes, sin terminar de presentar un crecimiento sostenido. Por último, el crédito al consumo viene moderando su crecimiento mes a mes, al crecer 2,3% s.e. en junio.

Hacia adelante, no esperamos un crecimiento notable en el tercer trimestre. En un contexto de incertidumbre electoral, la reciente volatilidad monetaria puede tener impactos en la actividad. Las elevadas tasas de interés como instrumento para fomentar la demanda de pesos pueden postergar decisiones de inversión y consumo, al encarecer el financiamiento. Por esto, reducimos nuestra proyección para el 2025 con un crecimiento del orden del 4,7%, lo que implica que la actividad crezca 3,1% de acá hasta fin de año.

 

Déficit fiscal por intereses de la deuda

Los números de julio

En julio, el Sector Público Nacional No Financiero (SPNF) registró un superávit primario de $1,75 billones; al incorporar el pago de intereses, que sumaron $1,92 billones, se obtuvo el primer déficit financiero del año por $0,17 billones. Esto se explica principalmente por el pago de intereses de los bonos soberanos en dólares -Bonares y Globales- que pagaron renta y amortización el pasado 9 de julio.

En esta oportunidad, los ingresos crecieron impulsados por un buen desempeño de los ingresos vinculados a la actividad y al comercio exterior, mientras el gasto primario se contrajo levemente, concentrado principalmente en la reducción del gasto de capital y de los subsidios económicos. Con el último dato, el SPN acumula un resultado primario de 1,1% del PIB y un resultado financiero de 0,3% del PIB, teniendo en el horizonte la ambiciosa meta de cerrar 2025 con un superávit primario de 1,6% del PIB.

Tanto julio como diciembre suelen mostrar una fuerte estacionalidad por el pago de aguinaldos y subsidios. Si se descuenta este efecto, se observa que, a diferencia de los meses previos, caracterizados por una trayectoria descendente, en julio ingresos y gastos retomaron un sendero de crecimiento mensual.

El crecimiento mensual de los ingresos totales (+4% i.m.) fue liderado principalmente por la buena performance de los ingresos tributarios, mientras los recursos provenientes del comercio exterior y de la seguridad social crecieron levemente respecto a junio. Por el lado de las erogaciones, el gasto primario revirtió la caída del mes pasado, creciendo casi 11%, con una fuerte suba mensual en los subsidios y en el gasto social en la serie sin estacionalidad. Con estos movimientos, los ingresos y gastos se mantienen con una tendencia constante desde enero 2024.

Un vistazo al interior de las cuentas públicas

Como ya nos había adelantado el dato de la recaudación (+4,3% i.a. en términos reales), los ingresos totales crecieron en julio 2,8% i.a. de la mano de la mejora en los ingresos tributarios. Recordemos que el año pasado se encontraba vigente el Impuesto PAIS que explicó casi el 9% de los recursos en julio 2024 mientras la recaudación total se desplomaba 8%i.a. real.

Desmenuzando, los ingresos provenientes de la Seguridad Social volvieron a crecer en julio (+9,7% i.a.) y acumulan once meses de crecimiento consecutivo. Más aún, ya se encuentra 1% por encima de lo recaudado en julio 2023 y es el mayor desde julio 2019. El resto de los tributos vinculados a la actividad como Ganancias (+13% i.a.), Débitos y Créditos (8,3% i.a.) e IVA (+0,9% i.a.), también le ganaron a la inflación.

Por el lado del Comercio Exterior, tanto los Derechos de Exportación como los Derechos de Importación crecieron en términos reales, con subas interanuales de 51% y 32%, respectivamente. Los primeros, que habían marcado un récord en junio por los incentivos a liquidar ante la expectativa de aumento de alícuota, se mantuvieron en un nivel elevado en julio producto de operaciones registradas en junio. De hecho, se liquidaron USD 4.102 millones, el mayor valor para un séptimo mes del año tomando la serie desde 2003.  En paralelo, los derechos de importación también se mantuvieron en un ritmo elevado en línea con el mayor volumen importado.

Del otro lado de la cuenta, los Gastos Totales, se contrajeron 1,3% i.a. en julio y acumulan un crecimiento real de 4% i.a. Sin embargo, al comparar con el gasto acumulado en el mismo período de 2023, este se ubica 28% por debajo.

Al interior, el crecimiento de las Jubilaciones y Pensiones (+16,5% i.a.) y de la Asignación Universal Por Hijo (+9,5% i.a.) fue más que compensado principalmente por la reducción en: Subsidios Económicos (-27% i.a.), en Gasto de capital (-27,7% i.a.), en Salarios y otros gastos de funcionamiento (-5% i.a.) y en Transferencias a Universidades (-8% i.a.), Por el contrario, las Transferencias a Provincias se duplicaron respecto a julio 2024, fenómeno que responde principalmente a una medida cautelar de la Corte Suprema que falló a favor de CABA.

Perspectivas

El último tramo del año se presenta especialmente desafiante para el Gobierno, que busca sostener la meta de superávit primario de 1,6% del PIB.

Esto se debe a que, en el frente legislativo, el Congreso avanza con proyectos que tienen un impacto fiscal significativo: jubilaciones, moratoria previsional, emergencia en discapacidad y mayores recursos destinados a provincias que podrían implicar un costo cercano al 0,7% del PIB en 2025 y hasta 1,5% en 2026 (algo que comprometería el superávit primario previsto de 1,6% del PIB). Aunque el Poder Ejecutivo anticipó su intención de vetar o judicializar cualquier iniciativa que comprometa las cuentas públicas, Milei es consciente de que un enfrentamiento abierto con los gobernadores podría poner en riesgo su gobernabilidad. Por ello, es probable que combine la confrontación con intentos de negociación para asegurar el respaldo político que necesitará a la hora de impulsar reformas estructurales.

En el haber del resultado primario, menores ingresos se prevén por derechos de exportación ya que en los últimos días de julio el Gobierno anunció la baja permanente de las retenciones. Recordemos que, esta es la principal fuente de recaudación en lo que va de 2025 y que se ha intensificado en los últimos meses producto de las liquidaciones récord.

En paralelo, la política fiscal se ve condicionada por un esquema financiero cada vez más delicado. El Tesoro enfrenta vencimientos de deuda en moneda local por $92 billones hasta diciembre, con más de la mitad concentrados antes de las elecciones legislativas de octubre. Las últimas licitaciones mostraron dificultades de renovación, obligando al Gobierno a acortar plazos y convalidar tasas más elevadas con el objetivo de “no dejar pesos en la calle” que puedan presionar el dólar en la previa electoral.

La situación se agravó tras el desarme de las LEFIs, trasladando tensiones al frente monetario y cambiario, y generando dudas sobre la sostenibilidad del programa financiero tras licitaciones fuera de calendario en la búsqueda de absorber la liquidez sobrante (complementado con otras medidas como la habilitación de la ventanilla de pases).

Las implicancias sobre las cuentas públicas son claras: mayores tasas encarecen el crédito, deprimen el consumo y la inversión, erosionan la recaudación y aumentan el costo de financiamiento del Tesoro. Incluso si los intereses de instrumentos capitalizables se registran por debajo de la línea, lo cierto es que engrosan el stock de deuda y condicionan el resultado financiero hacia adelante.

Por último, en su staff report de finales de julio, el FMI subrayó la urgencia de reducir los derechos de exportación y avanzar en reformas impositivas de fondo previstas para 2026, en el marco del proyecto de presupuesto a presentarse a mediados de septiembre. El organismo internacional sugiere, además, una postura fiscal más ambiciosa para apoyar el proceso de reducción de la inflación aliviando la presión sobre la política monetaria y la consecuente vuelta a los mercados.

Finanzas provinciales en tiempos de austeridad

La relación entre Milei y las provincias

Desde la llegada de Javier Milei al poder, el vínculo entre el Gobierno Nacional y las provincias ha sido tenso. A lo largo de 2024, la flamante administración llevó a cabo un ajuste fiscal sin precedentes y fiel a la retórica de campaña, aplicó la “motosierra” sobre la obra pública, los subsidios y las transferencias provinciales, mientras encendió la “licuadora” para que la pérdida del poder adquisitivo licuara el gasto social en términos reales. Esta combinación de medidas tuvo un impacto profundo en las cuentas públicas provinciales, alterando de forma significativa el vínculo entre los dos niveles de gobierno.

Históricamente las provincias en su conjunto han mostrado un desempeño fiscal más sólido que la Nación. De hecho, desde 2018 las provincias tuvieron superávit primario de manera consecutiva, mientras que la Nación registró su último superávit en 2009.

Con esta premisa, no sorprendió que el consolidado de provincias y CABA cerrara 2024 con superávit primario y financiero. Lo verdaderamente interesante, y lo que vale la pena analizar, es qué estrategias debieron adoptar los gobernadores para sostenerse a flote en tiempos de austeridad y caída en la actividad. En un año de vacas flacas, la receta fue clara: priorizar lo urgente y afinar el lápiz del gasto.

Radiografía de las cuentas públicas

Contrario a toda historia fiscal reciente, el Sector Público Nacional terminó el ejercicio 2024 con un superávit primario de 1,8% del PIB y un superávit financiero de 0,3% del PIB. No fue magia: el gasto primario comprimió 27% real, con recortes casi generalizados en todas las partidas, siendo la AUH el único ítem que creció en términos reales. Por su parte, el gasto de capital, el gasto en subsidios económicos, y el gasto en transferencias a provincias, se hundieron hasta un piso histórico.

Por el lado de los ingresos, la recaudación nacional cerró 2024 con una caída real del 5,3%. Un número que, a primera vista, no parece tan alarmante considerando el contexto, pero que esconde una dinámica desigual: se sostuvo principalmente gracias a tributos extraordinarios como el impuesto PAIS, y al comercio exterior, cuya recaudación se destinaba enteramente a la nación, mientras que los impuestos estrechamente ligados a la actividad, como IVA o Ganancias, no pudieron evitar el impacto de la recesión y cerraron el año con retrocesos marcados, condicionando la masa coparticipable. De este modo, tanto la caída en los recursos de origen nacional derivado del contexto recesivo, como la reducción deliberada de las transferencias discrecionales afectaron los ingresos de las provincias. En detalle, mientras las transferencias automáticas cayeron un 10% en términos reales en el acumulado de 2024, las transferencias discrecionales pasaron de representar el 0,8% del PIB en promedio de los últimos años, al 0,1% del PIB en 2024.

Sumado a ello, la ralentización de la economía afectó la recaudación de los tributos de origen provincial que se contrajeron 8,7% en términos reales respecto a lo recaudado en 2023. Al interior, todos los tributos mostraron retrocesos, pero la caída de 9,3% i.a. que experimentó el impuesto a los ingresos brutos explicó casi la totalidad de la caída de la recaudación provincial.  

Aún así, el consolidado de las Provincias más CABA cerró el año con superávit primario del 0,4% del PIB, mientras que solo tres provincias culminaron con déficit -Buenos Aires, Catamarca y Chaco-. ¿Cómo lo lograron? Con una reducción del gasto superior a la caída de los ingresos, acompañado de un cambio en la composición de este, priorizando el gasto corriente en detrimento del gasto de capital, que redujo su participación en el gasto total, pasando del 12,4% en 2023 a 9,4% del PIB en 2024.

Estructura fiscal subnacional

A saber, los ingresos totales del consolidado de provincias y CABA se componen en un 29% de la recaudación de tributos provinciales (TOP), en un 45% de recursos provenientes de Nación (RON) y el monto restante de diversas fuentes, entre las que se incluyen ingresos de capital, regalías, seguridad social, entre otros.

A grandes rasgos, las provincias del norte argentino tienen una alta dependencia de los recursos de origen nacional que representan el 70% de los ingresos, mientras que las provincias del sur y CABA son más autosuficientes. Además, en el universo Sur, las regalías son la principal fuente de ingresos.

Por el lado del gasto total, el mismo se distribuye de la siguiente manera: gasto de personal (43%), transferencias corrientes (22%), gasto de capital (12%), seguridad social (12%) y otros (10%).

En 2024, los ingresos totales del consolidado de provincias más CABA se redujeron en 1,6 p.p. del PIB, mientras que los gastos totales lo hicieron en 2 p.p. A esta contracción se sumó un cambio en la composición del gasto: disminuyó de 12,5% en 2023 a 9,3% en 2024 el gasto en capital, resultando en un incremento del peso relativo de las transferencias corrientes y del gasto en personal. Como estos movimientos se dieron en un contexto de caída de la actividad, reflejan que su contracción fue incluso más pronunciada que la de la actividad económica.

Primer trimestre de 2025: ¿rebote o estabilización?

En lo que va de 2025, tanto los ingresos como los gastos del consolidado de provincias y CABA finalizaron el trimestre con crecimiento. Sin embargo, los recursos dieron señales mixtas.

Por un lado, hubo una mejora en las transferencias de Nación a las Provincias. Las automáticas crecieron 14,5% i.a. en términos reales y las discrecionales más que se duplicaron, pero más del 60% de esa suba se explica por los giros a CABA derivados de la medida cautelar de la Corte Suprema en el marco del conflicto sobre la Coparticipación. De todas formas, pese a esta mejora, las transferencias a provincias se mantienen por debajo de los niveles de 2023.

Por el contrario, esta recuperación no se reflejó en los tributos de origen provincial destinados al consolidado de provincias más CABA, que al descontar el efecto de la inflación retrocedieron 3,4%. En su interior, pese al repunte de los tributos, el deterioro de la recaudación se explica por ingresos brutos que se contrajo 9,4% i.a. en el primer trimestre.

Con todo, en el primer trimestre de 2025, Corrientes, Santa Cruz, Tierra del Fuego, La Rioja y Chaco terminaron con déficit primario y financiero revirtiendo su comportamiento interanual. Por el contrario, las provincias más disciplinadas fueron CABA, Jujuy y Mendoza, caracterizadas por su mayor cercanía política al Gobierno Nacional. No obstante, el resultado primario medido como porcentaje de los ingresos totales fue menor para la mayoría de las provincias si comparamos con el primer trimestre de 2024, como consecuencia de la mejora en el gasto.

Perspectivas

En las últimas semanas, la tensión entre Nación y las Provincias se ha intensificado en el Congreso. Las provincias se han alineado en el reclamo por el recorte de los fondos y la paralización de la obra pública, presentando proyectos de ley para incrementar la participación destinada a las provincias de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que se recaudaron durante 2024 pero no fueron ejecutados, así como para modificar la distribución del impuesto a los Combustibles Líquidos a fin de aumentar la participación provincial.

Desde su presentación, Milei dejó en claro que vetará cualquier ley que ponga en riesgo el orden fiscal. Sin embargo, las negociaciones continuaron y ambos proyectos ya obtuvieron media sanción en el Senado. El pasado miércoles, el Gobierno dio un paso más al presentar una contrapropuesta, señal de que reconoce que no podrá frenar la iniciativa únicamente con un veto y que está dispuesto a abrir algún canal de diálogo. En este marco, será clave seguir de cerca la evolución de estas leyes en debate, no solo por su impacto fiscal, sino porque constituirán una prueba concreta del poder de negociación de Milei frente a los gobernadores, en la antesala de la discusión del Presupuesto 2026. Pese a todo, la disciplina fiscal del Gobierno Nacional llegó para quedarse, y se mantendrá la premisa de que una suba en el gasto se dará solo de la mano de una mejora en los ingresos.

Por el lado de las provincias, la aprobación de las Leyes oxigenará los ingresos y les permitiría sostener niveles de gasto corriente para amortiguar el impacto de una economía que luce estancada y podría resentirse aún más por la suba de tasas de interés. En este escenario, contar con mayores ingresos podría marcar la diferencia entre mantener el equilibrio o llevar al déficit los resultados provinciales.

Todo indica que la disciplina fiscal del Gobierno Nacional llegó para quedarse y, en poco más de veinte meses de gestión, constituye un logro innegable. Sin embargo, el desafío que se abre hacia adelante trasciende el orden de las cuentas públicas: el Gobierno deberá demostrar capacidad de negociación con las provincias para construir consensos y avanzar en las reformas de fondo que se propone.

En esta nueva etapa, ya no alcanza con la austeridad ni con el enfrentamiento permanente entre Nación y provincias. La sostenibilidad del rumbo económico dependerá de tender puentes, generar apoyos y transformar la disciplina fiscal en una plataforma sobre la cual impulsar cambios más profundos y duraderos.

 

.

El gobierno busca frenar las leyes cuyos vetos serán difíciles de defender

Milei sabe que ya pagó los costos de vetarle al Congreso todas las leyes que no desee. Ese anuncio se hizo el año pasado y fue metabolizado por la opinión pública como una necesidad que permitirá bajar la inflación y sanar la economía. Allí están depositadas las esperanzas de la gente, que son las que le permiten a este presidente sostener esta actitud autoritaria de mantener bloqueado el Congreso. Pero Milei sabe que hay dos leyes que serán difíciles de frenar, la de los gobernadores. Por eso, por primera vez busca una salida negociada (hizo una contrapropuesta) para evitar que las leyes salgan, y busca apoyo de gobernadores aliados. 

Se trata de las iniciativas que fueron presentadas por los 24 Gobernadores y que buscan obligar al Ejecutivo a no retener fondos que las Provincias consideran que son de ellas. Si bien no implican más erogaciones, sí implican una disminución en los recursos que se queda el Estado nacional para afrontar sus necesidades fiscales. Y si efectivamente son ratificadas por los mandatarios a través de sus legisladores, no habrá forma de defender el veto.

Por eso, el Gobierno está buscando, por primera vez, entablar algún tipo de negociación. Si bien no es directa (el gobierno no quiere dar el brazo a torcer y mostrar predisposición al diálogo) lo hace presentando una contrapropuesta a través de sus diputados. Y en buena medida, lo hace porque sabe que no podrá frenar esta ley con un veto. Por lo que habrá que ver si logra doblegar la voluntad de alguno de los gobernadores aliados.

La otra opción para el Gobierno es la de ralentizar todo lo que pueda el proceso, y aspirar a que todo quede para después de la elección (quedan dos meses y medio), y que un buen resultado lo fortalezca para evitar la imposición del Congreso. Pero suena desafiante, ya que quedan al menos 7 semanas en las que podrían tratarse la media sanción restante (que podría suceder las próximas), el veto y las insistencias.

La elección dará más nitidez a la nueva configuración del sistema político

El resultado electoral de 2023, con el triunfo de un candidato outsider (sin partido), produjo un impacto de tal magnitud en el esquema de representación política que dio inicio a un proceso de reconfiguración tal que desmanteló el bicoalicionismo que había animado la escena hasta entonces. Esta reconfiguración puso en crisis a la coalición gobernante (el peronismo) hasta entonces, que quedó sumergida en una crisis de reputación y de disputa por el liderazgo que aún continúa, y desmembró a la otra coalición (Juntos por el Cambio), que se dividió fundamentalmente en definir un posicionamiento frente al nuevo presidente. Esta última característica produjo que una parte de Juntos por el Cambio se inclinara por adoptar una postura opositora, otra una dialoguista y otros una de apoyo y alineamiento al oficialismo emergente.

Esta reconfiguración produjo tres tipos de agrupamientos en la escena: 1) el oficialismo y los sectores de la oposición que se asociaron a él, con mucho protagonismo del PRO, que fue el sostén de los vetos en el Congreso, 2) los opositores donde hicieron causa común el peronismo y la izquierda, pero a la que lentamente se plegó un sector del progresismo de diferentes vertientes, y finalmente 3) los sectores dialoguistas, ex miembros de Juntos por el Cambio y de fuerzas provinciales que no querían plegarse a una actitud opositora con el peronismo (los primeros) y que buscaban intercambiar apoyos a cambio de beneficios para sus intereses de gestión o partidarios. La elección reformulará la representación de estos 3 espacios, pero a la vez, esos 3 espacios se vieron reflejados en la confección de las alianzas de cara a la elección legislativa. 

Milei tuvo una estrategia ambiciosa a la hora de confeccionar su oferta electoral: priorizó el objetivo de mostrar un resultado (pintar el país de violeta). Para ello, pensó en alianzas cuyos apoyos puedan ser claramente interpretados como apoyos a su partido y al rumbo de gobierno. Exigió que quien quiera aliarse al oficialismo, sea “pintándose de violeta” y aceptando “las ideas de la libertad” como referencia. Así habrá Alianza La Libertad Avanza en las 24 provincias, para poder colectar esos votos en favor de Milei. Para el resto de la oferta, mucha fragmentación. Aquí presentamos un panorama del mapa de alianzas definido.

El esquema de alianzas muestra a La Libertad Avanza y al Peronismo con representación en todas las provincias. En el caso del Peronismo, no hay unidad en todas ellas, irá dividido en algunas de ellas como en Córdoba, o en Salta. Pero podrán contarse votos peronistas en todos los distritos. Luego aparecen otros dos actores destacados: 1) el espacio de Provincias Unidas, que reúne a gobernadores del PRO, de la UCR, del Peronismo y de Fuerzas Provinciales, y 2) a las Fuerzas Provinciales que tienen sus propios partidos locales, como en Neuquén, en Misiones, en Río Negro o en Salta. A ellos se podría sumar la Izquierda con posibilidad de meter legisladores en Provincia de Buenos Aires, en CABA y en algunas del Interior como en Jujuy.
De allí saldrá la representación legislativa y configurará el nuevo mapa del Congreso entre el oficialismo y sus aliados, el Peronismo y los dialoguistas (Provincias Unidas y Fuerzas Provinciales). Estos últimos serán los que aporten los legisladores que podría terminar de definir las votaciones en los próximos 2 años.