Industria: cinco meses consecutivos en rojo
La industria cayó -9,9% i.a. en febrero, acumulando una contracción de -11,1% i.a. en el primer bimestre del año. Del mismo modo, el índice desestacionalizado mostró una caída mensual del -0,7%, hilando cinco meses consecutivos con cifras negativas (caída acumulada del 11% entre octubre y febrero).
A su interior, todas las ramas se contrajeron en los primeros dos meses del año. Por su parte, teniendo en cuenta las micro ramas industriales (una totalidad de 68 sectores), el 70% se ubicó en rojo durante el primer bimestre, marcando un máximo desde principios de 2020.
El impacto más pronunciado en febrero se observó en Bienes de Capital (-25,2% i.a.), con ramas como “Otros equipos e instrumentos” y “Maquinaria y equipo” mostrando marcadas caídas (-32,6% i.a. y -33,6% i.a. respectivamente). Por su parte, los Bienes de Uso Intermedio cayeron -9,0% i.a, con fuertes contracciones en Industrias metales básicas (-23,1% i.a.), Productos minerales no metálicos (-18,6% i.a.), Pinturas (-22,6% i.a.), entre otras.
A su vez, los Bienes de Consumo no Durable se deterioraron -4,8% i.a., en parte gracias a la producción de Alimentos y bebidas (-1,8% i.a.), sector que se recupera tras la sequía del año pasado (la molienda de oleaginosas creció 48,4% i.a.) y tiende a depender menos del ciclo económico dada su naturaleza. En este sentido, dado que Alimentos y bebidas representa un cuarto del Índice, la recuperación en la molienda de oleaginosas atenuó la caída industrial: en caso de excluir al sector, el nivel general habría mostrado una contracción del 13,2% i.a. en febrero.
Construcción: nueva caída de doble dígito
La construcción mostró una caída mucho mayor: -24,6% i.a. en febrero, acumulando una retracción de -23,1% i.a. en el primer bimestre del año. A su vez, el índice desestacionalizado se deterioró un -2,6% mensual, hilando siete meses consecutivos con caídas (acumula -24,3% entre agosto y febrero).
Al interior del indicador, se observa que cayeron todos los insumos vinculados a la construcción en febrero. Las caídas más pronunciadas fueron Asfalto (-64,9% i.a.), Hierro (-45,9% i.a.) y Hormigón (-34,8% i.a.). En paralelo, la dinámica de este sector también afectó la producción industrial vinculada, retroalimentando el golpe a la actividad económica durante los dos primeros meses del año.
¿Qué esperamos?
Difícilmente veamos una recuperación de estos sectores en el corto plazo. De hecho, según indicadores adelantados de la actividad económica, el rojo también se mantuvo en marzo: los despachos de cemento (insumo vinculado a la obra pública) cayeron -42,9% i.a., el índice construya (proxy de la obra privada) se deterioró un -40% i.a., la producción de autos cayó un 29,4% i.a, entre otros.
Como resultado, estimamos un primer trimestre con un fuerte deterioro en el nivel de actividad económica. El periodo de correcciones macroeconómicas que está transitando el Gobierno tiene como consecuencia un fuerte deterioro en la actividad, explicado por varios factores: 1) La corrección de los principales precios relativos (tipo de cambio, tarifas de servicios públicos) que golpean al consumo privado y a las ramas principalmente vinculadas a la demanda interna; y 2) El fuerte recorte del Gasto de Capital (-87% i.a. en términos reales en el primer bimestre), lo cual generó un freno abrupto en la obra pública.
Por el contrario, la evolución del agro y el sector energético, así como algunas ramas industriales asociadas a ellas (molienda de oleaginosas, producción de agroquímicos, entre otros) podrían exhibir un desempeño positivo. Sin embargo, sólo moderarán el desplome industrial y el freno en la construcción durante los primeros meses del año.