El promedio de cuota de aumentos del mes de agosto se ubicó en 1,9%, levemente por encima del 1,6% de julio, pero todavía por debajo de la inflación proyectada por las consultoras privadas (1,9% – 2,4%). Este repunte, si bien corta la desaceleración del mes anterior, no alcanza para compensar la aceleración de precios, por lo que los salarios seguirían perdiendo frente al IPC. Así, tras dos meses en los que los ingresos habían logrado ganarle a la inflación, julio y agosto consolidarían un nuevo período de deterioro en la relación precios-salarios.
Esa dinámica de aumentos para el conjunto general de acuerdos relevados, se ve algo más contenida entre los grandes gremios, donde se incluyen también gremios que vienen muy rezagados como los estatales o aquellos gremios que dependen indirectamente del gasto público vía subsidios. Con diferentes períodos de acuerdo, en general muestran una velocidad de aumentos mensuales que oscila entre 1% y 2%, y con gremios que vienen corriendo, en la parte remunerativa de los acuerdos, claramente por debajo de la inflación. Por las restricciones oficiales a la homologación de acuerdos, las sumas no remunerativas se han vuelto un complemento esencial en el ingreso.