Empleo e Ingresos

La canasta básica alimentaria creció casi 10 p.p. más que la inflación

¿Cómo terminaron las canastas el año?

En diciembre de 2020, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) -que mide el ingreso necesario para que una familia compre una canasta de alimentos y se ubique por encima de la línea de indigencia—creció 5,1% en comparación a noviembre. Por su parte, la Canasta Básica Total (CBT) trepó 4,7% respecto al mes anterior, compuesta por bienes y servicios donde los hogares que ganan por debajo de esta línea de ingresos son considerados pobres.

De esta manera, la CBA alcanzó 45,5% i.a. y la CBT subió 39,1% i.a. en diciembre, casi 10 p.p. y 3 p.p. respectivamente por encima de la inflación (+36,1% i.a.) y también por encima de la evolución del tipo de cambio oficial (+38,3% i.a.). Uno de los motivos, en un contexto de tarifas de servicios públicos congeladas y controles de precios sobre los bienes de consumo masivo, es la dinámica que adoptaron los alimentos frescos. La carne trepó 56,9% i.a., las frutas subieron 64,4% i.a. y las verduras 58,0% i.a., poniéndole un techo alto a la evolución de las canastas.

A su vez, mirando a lo largo del año, entre los meses de abril y agosto -cuando la economía se encontraba prácticamente paralizada por la cuarentena-, tanto la CBA como la CBT promediaron una suba de solo 1,6%. Las tarifas congeladas y el impacto del programa Precios Máximos explicaron gran parte de esta evolución.

Por lo tanto, al analizar por qué las canastas cerraron por encima de la inflación, se encuentra que la aceleración se agudizo en los últimos cuatro meses del año. La CBA acumuló una suba de 20,7% en el último cuatrimestre, mientras que la CBT 19,2%. En este sentido, impactó la autorización de subas de Precios Máximos en octubre y la aceleración del precio de la carne en los últimos dos meses del año, impactando directamente en la inflación de alimentos.

Con estos números, una familia tipo (compuesta por cuatro integrantes) necesitó $22681 para comprar la canasta básica alimentaria y $54207,5 para adquirir la canasta básica de bienes y servicios.

Lamentablemente, los ingresos no evolucionaron de la misma forma. El Salario Mínimo Vital y Móvil se ubicó en $20587,5 en diciembre (+22% en 2020), lo cual implicó una pérdida de 9,9% en términos reales, mientras que la AUH se ubicó en $3717 (y creció en línea con la inflación). En este sentido, el ingreso de una familia compuesto por un salario mínimo y dos AUH se ubicó en $26469, lo cual alcanzó para satisfacer la CBA pero apenas la mitad de la CBT.

¿Qué esperamos?

Difícilmente la evolución de las canastas se desacelere considerablemente en el corto plazo. El precio de la carne y las frutas continuaron presionando sobre los precios de alimentos en enero, lo cual les pondrá un piso importante a las canastas este mes. A su vez, el alcance del programa de precios máximos se redujo y aquellos bienes que permanecen seguramente tendrán algún ajuste en los próximos meses producto del atraso respecto a gran parte de los precios de la economía.

Por su parte, las perspectivas de los ingresos son conservadoras. En un contexto en el cual no hay margen fiscal, ya fue anunciado que no habrá nuevos pagos de IFE en el año electoral. Por su parte, existirían actualizaciones trimestrales del pago de AUH -actualizadas por la recaudación de ANSES y los salarios-, lo cual podría permitir que no pierdan en términos reales, pero no necesariamente una significativa mejora si la inflación es creciente.

Además, hay que tener en cuenta que, si bien el relajamiento de la cuarentena está permitiendo una recomposición paulatina de los empleos informales y cuentapropistas, el poder adquisitivo tardará algo más en recomponerse, lo que dificultará la baja de la pobreza y la indigencia durante la primera parte del año.



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