Sectorial

La construcción en niveles pre-pandémicos

¿Cómo le fue a la construcción en octubre?

En octubre el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) mostró un retroceso de 0,9% i.a., desacelerando su caída respecto al mes previo, pero ya acumulando más de dos años consecutivos de contracción. De esta manera, registra una contracción del 25,6% i.a. en los primeros diez meses del año. Por su parte, en términos desestacionalizados creció 4,3%, y como consecuencia, el nivel de actividad se encontró un 9% por encima de febrero.

¿Qué explicó esta dinámica?

La recuperación continúo vinculada en mayor medida a las obras de menor magnitud y a una mayor demanda de insumos. La brecha cambiaria, que llegó a superar el 100% en octubre, incentivó a los individuos a realizar refacciones en el hogar como alternativa de ahorro (a pesar de que el poder de construcción del salario se deterioró a lo largo del año). Además, motivó un acopio de materiales por parte de desarrolladores. En este sentido, resaltó la evolución de los artículos sanitarios de cerámica (+13,4% i.a.), cemento portland (+12,8% i.a.), pinturas para la construcción (+15,8% i.a.) y placas de yeso (+16,9% i.a.).

En lo que respecta a las obras privadas de mayor magnitud, el relajamiento de las restricciones permitió que las empresas disponibles para operar a nivel nacional suban a un 59% en octubre (mientras que en septiembre fueron 54%), según los datos publicados por CAMARCO.

Por otro lado, cabe destacar que el costo de la construcción medido en dólares se mantuvo en mínimos históricos durante el año, aunque comenzó a observarse un aumento a partir de septiembre -principalmente por incrementos en los costos de los materiales, que pudieron estar asociados a la mayor demanda-.

Por su parte, la obra pública muestra un mayor rezago. En este sentido, el gasto de capital cayó un 28,1% i.a. en términos reales acumulado a octubre -liderado por un desplome del 73,1% i.a. del Gasto en Vivienda y 48,6% i.a. en Educación-. La irrupción de la pandemia y las restricciones a la producción postergaron cualquier plan de inversión por parte del gobierno nacional, en un contexto en el cual las medidas de ayuda a las empresas y familias fueron primordiales.

 ¿Qué esperamos?

El sector continuaría mostrando señales de mejoras en los últimos dos meses del año. Por un lado, la brecha cambiaria se mantendrá incentivará a determinados sectores a volcar sus ahorros al ladrillo, a la vez que menores restricciones a la construcción permitirán que una mayor proporción de empresas retomen sus obras.

A su vez, según los datos de INDEC el 36% de las empresas del sector privado cree que la producción aumentará en lo que resta del año (en septiembre dicha cifra fue del 24%), mientras que los despachos de cemento crecieron 28% i.a. en noviembre. De todas maneras, esto no alcanzará para que la construcción cierre su tercer año consecutivo en rojo, con una caída en torno al 20% i.a. y acumulando una contracción de casi 28% i.a. respecto a 2017.

Consideramos que estos factores se mantendrán vigentes en 2021, impulso al que se sumarían políticas públicas como el ProCrear. De todas maneras, esperamos que el poder adquisitivo del salario y el acceso al crédito hipotecario continúen actuando como freno para que la demanda repunte considerablemente.

Sin embargo, el principal factor que movilizará tanto la actividad como el empleo del sector será la obra pública: esperamos que los gastos en capital crezcan en torno al 50% i.a. en términos reales en 2021.



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