Sector Externo

Una brecha tan grande que ya llega al comercio exterior

Una brecha tan grande que ya llega al comercio exterior
En septiembre de 2020, el superávit comercial alcanzó USD 580 millones, reduciéndose más de 66% en relación con igual mes de 2019 (USD +1.750 millones). De esta forma, representó el menor saldo positivo desde febrero del año pasado. Esta dinámica obedeció a un fuerte deterioro de las exportaciones (-18% i.a.), que alcanzaron USD 4.700 millones, y a un crecimiento de las importaciones (+3% i.a.), el primero en más de dos años, que rondaron USD 4.120 millones.

Las ventas externas aceleraron su ritmo de caída: pasaron de un retroceso de 12% i.a. entre enero y agosto de 2020 a -18% i.a. el mes pasado. Esta dinámica no estuvo asociada a un deterioro de los precios, que cayeron “solo” 2% i.a., sino a un desplome de las cantidades (-16% i.a.). La contracción estuvo liderada por los productos primarios (-30% i.a.), seguida por las manufacturas de origen industrial (-20% i.a.). Por su parte, las manufacturas de origen agropecuario retrocedieron “solo” 5% i.a., impulsadas por precios que avanzaron 1% i.a.

Usualmente, solemos atribuir la dinámica de las exportaciones a lo que pasa con nuestros socios comerciales, principalmente Brasil y China. Sin embargo, esta vez la causa estuvo “adentro”: una brecha cercana la 100% -en ese entonces- alentó las expectativas de devaluación y pospuso una parte importante de las exportaciones. En este punto, vale remarcar que menos exportaciones son menos dólares que ingresan al mercado oficial y más presiones cambiarias. Por lo tanto, esta expectativa se refuerza sola.

Por su parte, las importaciones crecieron 3,1% i.a., marcando su primer avance interanual desde agosto de 2018. Lejos de una recuperación sostenida o de un crecimiento generalizado, esta dinámica también obedece a la brecha. Los temores a una devaluación o un endurecimiento del cepo -en parte confirmados con lo que pasó a mediados de septiembre- motivaron el adelantamiento de compras y el stockeo de bienes. En este marco, las compras externas rebotaron motivadas más por el miedo que por las expectativas de recuperación.

Desagregando a nivel de usos económicos, se verifica un crecimiento importante en vehículos livianos (+11,5% i.a.) y bienes de consumo (+11% i.a.). En ambos casos, al incluir muchos bienes no-indispensables, los temores a un endurecimiento del cepo que obligara a importar con dólares propios, conseguidos en los mercados paralelos, forzó a las empresas a adelantar compras. Por su parte, los bienes intermedios treparon 12,5% i.a., en este caso más impulsados por los temores devaluatorios que por un endurecimiento del cepo, ya que todas las partidas comprendidas dentro de este uso son insumos productivos. En un sentido similar, los bienes de capital avanzaron 9,5% i.a.

Tal como sucede con la posposición de las exportaciones, el adelanto de importaciones aumenta las presiones cambiarias, forzando al Banco Central a vender Reservas -en un contexto de Reservas netas en mínimos- y agrava los problemas. Por lo tanto, ambos comportamientos terminan auto convalidándose y reafirmando las probabilidades de un salto cambiario.

Por su parte, en el acumulado anual se repite la tendencia de los últimos meses: un superávit comercial que se agranda, pasando de USD 9.500 millones entre enero y septiembre de 2019, a poco menos de USD 11.600 millones en 2020, producto de importaciones que caen más rápido que las exportaciones (-21,0% i.a. y -12,5% i.a.). Aunque lo sucedido en septiembre -y posiblemente también en la primera mitad de octubre- erosiona el saldo comercial, todavía el acumulado no se refleja mucho en el acumulado. No obstante, podría impactar si no se corrigieran las expectativas de devaluación en el corto plazo.

Con estos números, proyectamos un superávit mayor a USD 17.000 millones en el acumulado anual. El mismo se explicaría íntegramente por la caída de las importaciones (-18% i.a., según nuestras estimaciones), en tanto las exportaciones también retrocederían en la comparación con 2019 (-12% .a.). De cara al cierre del año, la brecha cumplirá un papel fundamental en la posposición de las ventas y el adelanto de las compras, o, si se calmara, en una normalización de estas variables. Dado que esta dinámica tiene un comportamiento decisivo dentro del mercado cambiario oficial, es probable que se auto convalide.



Ecolatina

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