Economía
La crisis de la pandemia tomó a Costa Rica con un espacio fiscal muy limitado, y dicha estrechez se ha empezado a evidenciar. En los últimos meses, el país ha sufrido tres rebajas en su calificación de deuda; el cambio más reciente fue el cambio de perspectiva realizado por Moody’s de B2 estable a B2 negativa. La endeble aplicación de la regla fiscal y el reciente cambio del Ministro de Hacienda, le restan credibilidad al proceso de consolidación de las finanzas públicas que lleva el país.
El constante deterioro en la calificación de la deuda costarricense implica un encarecimiento para financiarse, por lo que la emisión externa (Eurobonos) está descartada para el bienio 20-21. En medio de este contexto, Costa Rica ha recurrido a organismos multilaterales en busca de recursos, el pedido más reciente fue al Fondo Monetario Internacional (FMI) para solicitar un crédito mediante un acuerdo de Stand By Agreement. Dicho acuerdo tiene un plazo de tres a cinco años, y a cambio de los desembolsos del FMI, el país se compromete a realizar los ajustes necesarios para revertir la situación que le obligó a buscar financiamiento.
Política
A inicios de mayo, en la elección por la presidencia del Congreso, fue elegido el diputado Eduardo Cruickshank del PRN. Cruickshank fue apoyado por la bancada del PLN, la más grande de la Asamblea Legislativa, y por el partido oficialista, PAC.
Adicionalmente, el pasado 28 de mayo, tres ministros de Gobierno renunciaron; los jerarcas de Hacienda, Comunicación y Ciencia y Tecnología, anunciaron sus salidas del Gabinete el mismo día. Tanto Luis Adrián Salazar de Ciencia y Tecnología como Rodrigo Chaves de Hacienda argumentaron que sus salidas se dieron por diferencias ideológicas con el presidente Carlos Alvarado. De las tres salidas, la más destacada fue la de Rodrigo Chaves, debido al frágil estado de las finanzas públicas; Elián Villegas, abogado de formación es el nuevo ministro, y su llegada no fue bien recibida por los mercados internacionales.