¿Cuál fue la inflación en marzo?
En el tercer mes del año, la variación de precios alcanzó 4,7%, de acuerdo al IPC Nacional relevado por el INDEC. Este avance fue impulsado principalmente por la suba de dos rubros estacionales: la educación –que trepó 17,9%, debido al inicio del ciclo lectivo anual- y la indumentaria –que subió 6,6% producto del cambio de temporada-. Además, los alimentos y bebidas (+6,0%) volvieron a crecer por encima del Nivel General de precios, impulsados por una suba del pollo, los lácteos y el pan.
De esta forma, la inflación acumuló 11,8% en el primer trimestre del año y 54,7% en los últimos 12 meses. En particular, Transporte y Alimentos y bebidas no alcohólicas (67,5% i.a. y 64,0% i.a.) son los rubros que más subieron, mientras que Bebidas alcohólicas y tabaco y Educación (34,9% i.a. y 36,5% i.a.) permanecieron rezagados.
¿Qué pasó con los precios relativos en el último año?
En 2018, el principal motor inflacionario fue el dólar. Esta dinámica provoca que los precios de los productos transables, es decir, de aquellos que se pueden exportar e importar, suban más que lo de los no transables. En este sentido, los bienes treparon casi 60% en los últimos doce meses a la par que los servicios privados escalaron poco menos de 45% i.a. Por su parte, los Servicios Públicos tuvieron un comportamiento diferente: al tener una estructura de costos dolarizada, más la ambiciosa meta pautada con el FMI de equilibrio primario para este año (que implica un mayor recorte de subsidios), su avance fue similar al de los bienes (58% i.a.).
Teniendo en cuenta que los sectores de menores ingresos destinan una mayor proporción de sus recursos a consumir bienes (alimenticios, entre otros) y a pagar las tarifas de Servicios Públicos, este cambio de precios relativos los afecta en una mayor medida que a los sectores medios y altos, quienes destinan una mayor proporción de sus ingresos a servicios privados. En consecuencia, durante 2018 y el comienzo de 2019 se acentuó el componente regresivo del proceso inflacionario.
¿Cómo evolucionará la inflación en los próximos meses?
La suba de tarifas (de transporte y electricidad) puso presión sobre los precios entre enero y marzo. Adicionalmente, saltos en el precio de algunos alimentos por problemas de oferta (carnes y lácteos) se sumaron a la inercia y la corrección tarifaria para configurar un primer el primer trimestre con elevados aumentos. Sin embargo, en abril y mayo los ajustes en los precios Regulados serán menores. Más aun, desde junio en adelante los precios entrarán en modo electoral: no habrá nuevas subas de tarifas, pero podría haber dinámicas cambiarias disruptivas que generen nuevos impulsos inflacionarios. Esto podría darse en caso de que la incertidumbre política lleve a una dolarización de activos y ahorros, a la vez que se retraiga la oferta de divisas. Así, el aumento de precios en el segundo semestre quedará determinado por la evolución del tipo de cambio. En este contexto, esperamos que la inflación anual termine 2019 alrededor de 39%.