Esta semana la calma cambiaria se sostuvo: el dólar perforó el límite inferior de la zona de no intervención (ZNI) y, pese a que luego rebotó, permanece “pegado” a la banda baja. Por su parte, el banco central envió dos señales claras. Por un lado, intervino con USD 50 millones en las dos jornadas que la divisa rompió el piso, marcando cuán fuerte es el límite de la ZNI; por el otro, aunque continúa sobrecumpliendo su objetivo de base monetaria, no aceleró el recorte de tasas de interés. En consecuencia, si bien las tensiones en el frente cambiario se atenuaron considerablemente, el BCRA no luce dispuesto a ceder en el sesgo fuertemente contractivo de su política monetaria de modo que la cautela persistiría. De todas formas, estimamos que la baja de tasas continuará, en línea con una inflación mensual menor al 3%.
Ecolatina