¿Cómo fue la recaudación en diciembre?
En el último mes del año, la recaudación tributaria alcanzó los ARS 320.000 Millones, mostrando un alza interanual de 36%. De esta forma, en el año se recaudó 31% más que en 2017, al rozar los ARS 3,4 Billones.
Descontado el avance de los precios, la recaudación de diciembre mostró una disminución de 8% i.a. en comparación a igual mes de 2017. Por su parte, en el total anual, la caída fue de 2% i.a. incluyendo al blanqueo y se mantuvo estable aislando este efecto (-0,1% i.a.). La peor performance de diciembre frente al acumulado anual respondió a la agudización de la recesión sobre el cierre del año: la contracción de la demanda golpeó a los diversos ingresos, de modo que los ingresos del fisco se vieron recortados.
¿Cómo se desempeñaron los distintos tributos en el año?
La principal novedad en la composición de los ingresos fue el comportamiento del IVA. Este impuesto está muy ligado al nivel de actividad. Por eso, su recaudación usualmente crece en términos reales los años en que el PBI aumenta y disminuye los años de recesión. Sin embargo, 2018 fue el primer año en que lo recaudado por IVA no se movió en el mismo sentido que el PBI. Mientras que el Producto cayó en torno a 2%, la recaudación de este impuesto avanzó 8% en el año, una vez descontada la inflación.
Este comportamiento tuvo varios motivos. En primer lugar, los servicios públicos (que tributan una alícuota mayor que el resto de los bienes y servicios, de 27% sobre el valor de la facturación) aumentaron su participación en el Producto. Además, la reforma tributaria estableció algunas modificaciones al impuesto, gravando actividades previamente no alcanzadas. Por último, se produjo una mayor formalización de las ventas.
Por su parte, los ingresos derivados del comercio exterior también mejoraron, tanto por el salto en la cotización del dólar como por el nuevo esquema de retenciones. Por eso, aun cuando esta suba se vio atenuada por la caída de las importaciones hacia fin de año, marcaron un crecimiento de 19% i.a. en términos reales.
El buen desempeño de estos segmentos se vio contrastado por el pobre resultado de los ingresos por aportes y contribuciones a la Seguridad Social. Este rubro cerró el año con una caída de 6% deflactado, como consecuencia del desplome de la masa salarial real y la reducción de las alícuotas de contribuciones patronales definida en la Reforma Tributaria.
¿Qué esperamos para 2019?
En el año entrante, estimamos que la recaudación seguirá siendo motorizada por las retenciones, ya que desde enero no sólo se gravarán las ventas al exterior de todo tipo de bienes, sino también las exportaciones de servicios. Adicionalmente, la reforma del Impuesto a los Bienes Personales puede brindar recursos extra al sector público, al igual que el nuevo impuesto a la renta financiera. Por su parte, el IVA podría empezar a sentir los efectos de la recesión y reducir su lugar en la generación de los ingresos tributarios, de la misma forma que ya lo hicieron los aportes y contribuciones a la seguridad social.