El presidente Javier Milei presentó el proyecto de presupuesto nacional para 2026 en cadena nacional, consolidando su primer gran planteo económico tras asumir la presidencia. La iniciativa no sólo define prioridades fiscales y sociales, sino que también refleja la estrategia política del Gobierno: equilibrar la consolidación fiscal con la necesidad de contener tensiones sociales y mostrar capacidad de gestión frente a un Congreso donde la oposición mantiene peso relevante.
LLA no logra detener la hemorragia de votaciones en contra en el Congreso
El oficialismo ha visto deteriorarse su capacidad de controlar el proceso legislativo desde inicios del año. El 2025 ha sido un año en donde lo único que el Gobierno pudo sacar del Congreso fue la media aprobación del DNU del acuerdo con el FMI. Pero lo que ha ocurrido en los últimos 4 meses ha sido una verdadera hemorragia de votaciones en contra. No sólo de leyes no deseadas sancionadas, sino también de insistencias legislativas y de emplazamientos de comisiones para poder avanzar con el tratamiento en comisión de leyes. Todas esas votaciones, sean que se requieren mayorías simples, absolutas o 2/3, han sido abrumadoramente en contra del oficialismo. Al punto que si uno junta todas ellas, en ambas cámaras, desde el 4 de junio para acá, ha habido 82 votaciones y 73 de ellas fueron triunfos opositores en los recintos.
Esta semana fue la aprobación en la Cámara de Diputados de las insistencias sobre dos vetos presidenciales: Ley de Emergencia Pediátrica (Hospital Garrahan) y Ley de Financiamiento Universitario. Ambas insistencias fueron aprobadas con más de 2/3 de los votos, por lo que pasaron a su ratificación final en el Senado.
Lo interesante y remarcable es que si uno mira las votaciones originales de las leyes y las votaciones durante la insistencia, hubo un aumento del apoyo legislativo a las iniciativas. La explicación tiene que ver con las razones del surgimiento de este Congreso tan adverso para el oficialismo: las definiciones del contexto electoral. El Gobierno empujó a la gran mayoría de sus aliados al campo opositor, y ello produjo este realineamiento opositor en el Congreso. Milei decidió competir contra sus aliados, y sus aliados decidieron confrontar contra él en el Congreso.