Tras el derrumbe en la liquidación del agro post-PASO, este lunes se puso en marcha una nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE), más conocido como “Dólar soja 4.0” (Decreto 443/23), hasta finales de septiembre. ¿El objetivo? Brindarle algo de aire a las reservas y colaborar en mantener a raya la brecha cambiaria, como parte esencial de la estrategia del Gobierno por mantener inalterado el tipo de cambio oficial hasta al menos las Elecciones Generales del 22/10.
A diferencia de sus predecesores, el actual esquema no establece un tipo de cambio diferencial, sino que el estímulo estará en que los exportadores tendrán libre disponibilidad sobre el 25% de las divisas que liquiden (el 75% restante, en el MULC), de forma tal que podrían acceder a una cotización financiera (CCL) por esa proporción. Sobre esa base, el tipo de cambio efectivo para el sector se elevaría de $350 a cerca de $450, siendo este dinámico, producto de los vaivenes del tipo de cambio financiero. Esa diferencia del 30% es menor al 40% que tendencia a representar los anteriores esquemas.
¿Cuáles fueron los primeros resultados? Desde el inicio de la nueva edición del “dólar soja”, se aceleró la comercialización de la oleaginosa, y ya acumula 860 mil toneladas en las últimas tres ruedas. Esto implica una liquidación diaria de 290 mil toneladas, muy superior a las menos de 60.000 que se registraron en las 5 jornadas previas a la implementación del PIE V. Esta mejora estuvo impulsada por un precio al productor que saltó de menos de $140.000 por tonelada a finales de agosto a $160.000 esta semana, según la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario.
En consecuencia, con datos hasta este jueves se advierte que las liquidaciones diarias de divisas del sector agroindustrial (CIARA-CEC) dieron un salto a partir de este martes, pasando de un promedio de USD 40 M diarios en las cinco ruedas previas a USD 90 M diarios en las dos siguientes.
¿A cuánto podrían llegar las liquidaciones del complejo sojero en el mes? Tomando como referencia la soja en mano de productores que aún resta vender, junto con la proporción histórica que suele comercializarse hasta finales de septiembre, estimamos que la liquidación total podría alcanzar los USD 3.200 M durante septiembre. Esto implicaría una liquidación en el mercado oficial de cambios de USD 2.400 M (75% del total), lo que potencialmente permitiría engrosar las arcas del BCRA.
De esta forma, el BCRA compró este viernes USD 104 M netos en el MULC (casi US 200 M en septiembre), siendo la compra más elevada desde el pasado 29 de agosto, logrando acumular este viernes 19 ruedas de compras netas en el MULC por un total de USD 1.320 M y más de USD 2.350 M desde finales de julio. Esta racha positiva es la más extensa desde mayo, en pleno “dólar soja 3.0”.
Esta mejora es relevante no sólo por el exiguo nivel de reservas internacionales, sino también porque el Gobierno sigue utilizando USD para contener la brecha cambiaria, lo cual implica que debe compensar dichas intervenciones con compras netas lo suficientemente robustas en el MULC para no perder reservas.
En suma, mediante el renovado “dólar soja” el Gobierno instrumenta un mecanismo por medio del cual hacerse de divisas para intervenir en los dólares financieros sin engrosar el drenaje de reservas y ganando poder de fuego para controlar la brecha, al menos transitoriamente. Vale mencionar que los días previos a la implementación, las compras netas del BCRA se venían reduciendo y casi compensando con las intervenciones estimadas en el mercado paralelo.
En este contexto, estimamos que las Reservas Netas (considerando los DEG pero excluyendo el resto de los pasivos del BCRA) permanecen en torno a los – USD 4.500 M.
¿Suben las tasas?
La semana que viene (13/9) INDEC dará a conocer el dato de inflación de agosto, que estimamos mostraría una variación mensual de dos dígitos, la primera desde marzo 1991 (+11%), a la salida de la última hiperinflación. En este sentido, las mediciones oficiales de CABA (10,8%), Córdoba (12,2%) y de nuestro IPC GBA Ecolatina (11,2%) dieron cuenta de una fuerte aceleración respecto a julio. Asimismo, los IPC Núcleo, que reflejan mejor la tendencia inflacionaria al excluir regulados y estacionales, arrojaron variaciones del 11,3%, 13,7% y 13,1%, respectivamente.
En este marco, retorna el interrogante, ¿subirá el BCRA las tasas la semana que viene una vez conocido el dato? Recordemos que, tras el reciente incremento post-PASO, el rendimiento mensual (TEM) actual de la tasa de política monetaria roza el 10%. Creemos que, con el doble objetivo de mantener anestesiada la brecha cambiaria, quitarle cierta presión al tipo de cambio oficial ($350) y cumplir con el compromiso de mantener tasas reales positivas, es probable un nuevo ajuste en las tasas más temprano que tarde.
Los dólares paralelos mostraron una tendencia a la baja
En la última semana los dólares alternativos tendieron a desinflarse. En el marco de una constante intervención oficial en el mercado de bonos soberanos en USD, el MEP ($700) terminó la semana en niveles similares a los del vienes de la semana pasada, mientras que el dólar SENEBI ($736) cayó 4,1%, al igual que el blue (-2,7%). Por su parte, el CCL ($695) trepó 6,6%, aunque se mantiene en niveles similares a los de dos semanas atrás. Cabe señalar que el USD CCL implícito en la operatoria con títulos como los ADR sigue siendo más elevado.
De este modo, frente a un tipo de cambio oficial (mayorista) que permanece en $350, la brecha promedio con los USD financieros se mantiene ligeramente por encima del 100%.
Recordemos que mantener contenida a la brecha cambiaria es parte esencial del “plan Massa” y un desafío transversal al “Frente de los Dólares”, el “frente de los Pesos” y el “frente de los Precios”: actualmente, un salto en los dólares paralelos se filtra con mayor facilidad la inflación (ya vimos algún impacto en los números de abril y probablemente también impacte en mayo) y aumenta las expectativas de devaluación, reduciendo aún más la oferta neta de divisas.
¿El mercado le cree más al Gobierno sobre los $350 hasta al menos octubre?
Los contratos de Futuros de dólar volvieron a descomprimir por tercera semana. Los tipos de cambio implícitos en los contratos de septiembre, octubre y noviembre cedieron 2,5%, 2% y 6%, respectivamente, mientras que ajustaron en promedio 7% en noviembre y diciembre.
No obstante, la expectativa de devaluación mensual implícita en el contrato de octubre se mantiene por encima del 10% (+13,9%), y trepa al 22,3% en noviembre y 26,8% en diciembre (80% acumulado en estos tres meses).