El BCRA subiría la tasa de interés
Diversos medios reportaron que el BCRA estaría considerando elevar por segunda vez en el año la tasa de política monetaria, que actualmente se ubica en 40% TNA y acumula una suba de 200 bps YTD. Este nuevo aumento está contemplado en nuestro escenario base (+ 2 p.p. en febrero) y se encuentra en línea con las diversas decisiones de política económica que comenzaron a tener lugar finalizado el período electoral donde la carrera por los votos primó por sobre la racionalidad económica (fin de intervención en la brecha, aceleración del ritmo de depreciación, suba de tasas, etc).
No solo una medida anti-inflacionaria
Si bien la plausible suba de tasas busca contratacar la elevada inflación, disminuir las presiones cambiarias y es, además, un guiño al Fondo; también le da margen al Central para acelerar el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial y no afectar las liquidaciones del agro ¿Por qué? Si la tasa de referencia fuera menor a la tasa a la que corre el dólar oficial, los exportadores tendrían incentivos a financiarse en pesos y demorar la liquidación esperando un mayor rendimiento producto la mayor depreciación cambiaria esperada.
Actualmente, la LELIQ muestra una TEA del 48,2% y una TEM del 3,3%. Proyectamos una depreciación cambiaria promedio mensual para los 5 meses restantes del primer semestre del 3,6%, menor a la esperada por el promedio del REM en diciembre (4,2% promedio feb-jun). En esta línea, la tasa de interés (a pesar de la suba reciente) todavía sigue por debajo de la devaluación esperada. En las últimas 5 ruedas el tipo de cambio oficial corrió al 3,2% efectivo mensual (levemente por debajo de la tasa de interés) e interrumpió la pausa en la aceleración cambiaria que tuvo lugar en las últimas semanas.
Entendemos que la probable suba de la tasa de referencia buscará ampliarle el margen de maniobra al Banco Central para acelerar el ritmo de depreciación sin poner en riesgo oferta de divisas del sector agroindustrial.
Perspectivas agro
Como anticipamos, las lluvias de los últimos quince días mejoraron significativamente el estado de los cultivos, aunque aún el 36% del área cultivada con soja continúa en condiciones hídricas regular/sequia y el 26% del área maicera también sigue en condiciones regular/sequía. Desde el día de hoy hasta la semana que viene se espera un frente de tormenta a lo largo de la mayor parte del área agrícola., que traería precipitaciones de intensidad variada y luego vientos del sudeste que bajarían las temperaturas por debajo de lo que se espera para el verano. Estas lluvias estabilizarían las condiciones de los cultivos en general. Luego se espera que vuelva una ola de calor sobre casi toda el área agrícola, exceptuando las zonas cercanas al litoral atlántico. No se espera que esta ola de calor sea tan prolongada como la de enero, que causó severos problemas en varias áreas sembradas.
De este modo, Febrero será un mes bisagra a la hora de definir los rendimientos de los cultivos, ya que se necesitan lluvias a lo largo del mes para mantener las expectativas de rinde actuales en las siembras tardías, y evitar pérdidas adicionales a las registradas en siembras tempranas. Si bien el financiamiento neto por parte del FMI que surgiría del acuerdo será crucial para recomponer reservas, pareciera ser difícil esto tenga lugar antes de marzo. En este sentido, la evolución del panorama agrícola a lo largo de este mes definirá las expectativas de oferta de agrodivisas a corto plazo y probablemente incline la balanza por una u otra estrategia cambiaria: mantenimiento de la gradual depreciación del tipo de cambio o salto discreto.