El oficial sigue con su aceleración, los paralelos en stand-by
Al cierre de la semana, el dólar oficial se ofreció a ARS 103,85 (+0,54% respecto de la semana anterior). De este modo, en las últimas 20 ruedas avanza un 1,98% y en las últimas 5 corre a un ritmo promedio del 36,3% TNA. Por su parte, los dólares financieros finalizaron la semana a la baja. El MEP y CCL implícitos en el AL30 (PPT) se negociaron a ARS 202,46 y ARS 206,04 al cierre de la rueda de hoy (-0,68% y -3,84% en la semana). Por su parte, el CCL implícito en el GD30 mostró una dinámica similar, mientras que el implícito entre la acción local de YPF su ADR finaliza la rueda de hoy con una baja del 2%, ofreciéndose a ARS 205 (20 pesos por detrás del máximo más reciente del 6 de diciembre).
Perspectivas climáticas empeoran respecto de la semana pasada
Para la zona núcleo en una semana se duplicaron los cuadros regulares a malos en maíz, mientras que en soja se triplicaron. Las expectativas de rendimiento de estos cultivos disminuyeron considerablemente por las insuficientes lluvias que se registran desde diciembre. La sequía ya domina en el 73% de la región núcleo y sólo podría ser superada con lluvias de 100 a 140 mm, que no están pronosticadas. El Departamento de Agricultura de USA alertó que, de no recomponerse la situación, la soja temprana tendrá una floración y ramificación limitadas. Por su parte, la soja tardía podría verse comprometida también. Sin embargo, se esperan precipitaciones y descenso en la temperatura a partir del domingo: aunque es poco probable que estas mejoras sean suficientes para recomponer los valores normales de las reservas (ni cubrirían lo requerido por los cultivos) sí pueden constituir un cambio de escenario hacia el fin de enero y febrero. El fenómeno de la niña transcurre con menor intensidad que la esperada, pero por tratarse de un episodio doble (como mencionamos en el Monitor Cambiario anterior), sus rasgos se acentúan.
Reservas Netas: camino a un nuevo mínimo histórico
Si bien las perspectivas climáticas presentan un riesgo sustancial para el mayor flujo de divisas anual que caracteriza al segundo trimestre, la liquidación actual sigue firme: la acumulada en los últimos 20 días ronda los USD 2.850 M: es un 6% superior a la de diciembre, un 20% mayor que la del promedio de los últimos tres meses y un 33% más alta que la del enero anterior.
A pesar del mayor ingreso de divisas relativo al de enero de la campaña anterior y al de los últimos meses, el Banco Central solo lleva comprados USD 204 M en lo que va del mes. Si bien es una buena noticia que haya revertido el saldo en el MULC, es insuficiente para recomponer las reservas netas. Éstas caen en USD 530 M en el año, producto principalmente del pago de intereses de deuda en moneda extranjera con acreedores privados (Globales en USD y EUR). De este modo, estimamos que las reservas netas (con DEGs) se ubican en USD 3.502 M (USD 2827 M sin DEGs). Las mismas se encuentran camino a mínimos históricos: están a menos de USD 100 M del menor valor registrado desde la salida de la Convertibilidad.
Las negociaciones con el FMI no solo requerirán consensos respecto de las metas fiscales, sino que también muy probablemente incluyan metas de reservas. En consecuencia, para preservar este stock vital que está al límite, mayores restricciones al acceso de divisas son esperables de cara a los próximos meses, donde las tensiones cambiarias irán en aumento si la mala situación climática no se revierte y el acuerdo con el FMI sigue dilatándose.
Servicios: ¿señal de alarma?
En el último Balance Cambiario publicado por el BCRA se acentuó una tendencia preocupante: cobró una seria relevancia la cuenta de servicios. Específicamente, el déficit por servicios, el cual se había visto “anestesiado” por la retracción de la actividad y las restricciones sanitarias producto de la pandemia. Solo en noviembre, esta balanza implicó un egreso de divisas por USD 754 M. Este es un valor muy alto en perspectiva histórica: en comparación con el período de cepo anterior (2012-15), el dato de noviembre implicó un déficit un 35% superior al promedio mensual del cepo anterior.
Ahora bien, el dato de noviembre pudo haber sido excepcional. Sin embargo, como puede apreciarse en el gráfico anterior, se verifica un cambio en la tendencia de la dinámica del déficit de servicios. Si, por ejemplo, durante el 2022 se repitiera el resultado promedio de los últimos 4 meses, el déficit de servicios se dispararía a USD 6.880 M, en línea con el promedio anual del cepo anterior pero un 25% superior al desbalance registrado en 2019. La dinámica de los últimos 4 meses con los que se cuenta con datos oficiales es preocupante considerando el muy escaso margen de maniobra de la autoridad monetaria en materia de reservas.
Será crucial el monitoreo de esta partida en los próximos meses, donde la flexibilización de las restricciones sanitarias para el turismo receptivo podría morigerar la salida de divisas por esta cuenta. ¿Por qué el turismo? Porque históricamente es la sub-cuenta de mayor peso en la balanza de servicios y la cual suele definir su signo.