En julio, el Índice de Producción Industrial (IPI) creció 13,0% respecto al mismo mes del año anterior, acumulando una mejora del 21,0% los primeros siete meses del año. Al comparar con la prepandemia, se puede apreciar que la producción se ubicó 5,6% y 3,8% por encima de los valores de julio 2019 y del mismo mes de 2018, respectivamente.
Sin embargo, se observa una contracción del 2,6% en términos desestacionalizados respecto a junio. Cabe señalar no obstante que esta baja está precedida por la fuerte expansión de junio (10,6%), que se dio en respuesta de las nuevas aperturas y la baja en las restricciones sanitarias impuestas por el gobierno tras dos meses de retrocesos a nivel productivo (-6,1% en el bimestre abril-mayo), por lo que en el bimestre junio-julio se registró un alza de 7,7%. De todas formas, también se señala que la tendencia-ciclo cayó por primera vez en el año.
En julio incidió lo ocurrido en la industria automotriz. En el séptimo mes del año se produjeron 8.100 vehículos menos que en el mes previo en el marco de las vacaciones de invierno en algunas plantas y por escasez de ciertos insumos a nivel global. De todas formas, en términos interanuales la producción de vehículos automotores aumentó 47%.
Al realizar un análisis sectorial, observamos que 14 de las 16 ramas industriales se ubicaron en niveles superiores a los valores de julio 2020. Si realizamos esta misma comparación con julio 2019, nos encontramos con 10 de las 16 ramas produciendo nuevamente por encima de aquellos valores.
Los sectores que más incidieron al crecimiento del Nivel General fueron Prendas de vestir, cuero y calzados y Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes. El primero mostró en julio un incremento mayor al 60% respecto a 2020 y del 7,2% en comparación con 2019, ya que la mayor circulación y actividades sociales y laborales ayudó a impulsar la demanda de estos bienes, al mismo tiempo que se controlan las importaciones del sector. A su vez, la suba mencionada en el sector Automotores y otros equipos de transporte (+47,0% i.a.), que implica un crecimiento del 17% en relación con los valores de 2019, se vinculó principalmente a la producción de vehículos automotores, que creció casi 60% i.a.. En este sentido, según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) se registraron importantes subas en la cantidad de unidades producidas en gran medida destinados a la exportación.
En contraposición, la división Alimentos y bebidas fue aquella en mostrar la performance más débil, dentro de aquellas que crecieron, con un aumento de tan solo 2,0% i.a. Este sector mostró el crecimiento interanual más bajo de los últimos 6 meses. Dentro de éste, la producción de carne vacuna se contrajo un 11,3% i.a. posiblemente explicado por la actual restricción a las exportaciones y a la incertidumbre sobre el sector. Por otro lado, la principal incidencia positiva dentro de esta rama comprende a la elaboración de otros productos alimenticios, que presentó un incremento interanual de 15,9%. En cuanto a productos lácteos, según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) en su último informe y en línea con lo que describen los indicadores, la producción primaria de leche se aprecia un aumento interanual de 3,5%.. A dicha división le siguió Sustancias y productos químicos, que presentó un crecimiento interanual de 9,6% en julio. Se tratan de aumentos más moderados con respecto a otros sectores, dado que son los que menos sufrieron el impacto de la pandemia al considerarse esenciales. Mientras que fue el sector de Muebles y otras industrias manufactureras el que sufrió la mayor contracción de su producción cayendo un 5,0% i.a. durante el pasado julio.
Para lo que resta del año, se espera que la industria continue creciendo, aunque a un ritmo más mesurado. En agosto, el aumento del comercio con Brasil y la evidente recuperación del empleo industrial hacen creer que dicho mes también presentaría resultados positivos no solo respecto al año pasado sino también en la comparación con 2019. En cuanto a lo que resta del año, la producción estará impulsada por los incentivos al consumo de bienes durables al que apuntan las facilidades de financiamiento como Ahora 12, 24 y 30, o bien los créditos blandos que están otorgando las entendidas bancarias, con pocos requisitos, a monotributistas o estudiantes. El objetivo de estas medidas es darle un “veranito” al consumo de durables y la demanda agregada en la previa electoral, lo cual podría ayudar a dinamizar la actividad industrial en los próximos meses. Por otro lado, la mejora del salario real, en el marco de nuevos acuerdos paritario, también iría en este sentido, a lo que se sumará el avance de la campaña de vacunación.
De esta manera, desde Ecolatina estimamos que la producción industrial exhiba un crecimiento algo superior al 15% en el promedio anual de 2021. El sector seguirá en niveles similares a los de la pre-pandemia a fines del año, ubicándose por encima de los niveles de 2019 en el promedio anual.