Situación política: debilidad del presidente
· Uno de los principales objetivos del gobierno del presidente Vizcarra es la construcción de un pacto social mediante el diálogo. A pesar de que se esperaba que esta estrategia resulte favorable, la aplicación de esta herramienta ha demostrado falta de determinación y consistencia en el accionar del Gobierno con la finalidad de evitar la confrontación. Resultado de ello es el aumento de conflictos sociales y el retroceso en algunas medidas.
· En línea con lo anterior, el Gobierno no ha podido concretar las reformas y obras que le merezcan el respaldo ciudadano. De esta manera, se repite lo que parece ser un patrón que padecen los últimos gobiernos: comienzan su gestión con altos índices de aprobación y poco a poco el apoyo ciudadano comienza a erosionarse hasta declararse desaprobatorio. En el caso del presidente Vizcarra, su aprobación paso de 57% en marzo a solo 32% en mayo.
· Finalmente, el 19 de junio se cierra el plazo para la presentación de candidatos para las elecciones regionales y municipales que se llevarán a cabo el 7 de octubre. Este proceso electoral, se perfila como un proceso atípico, debido a que se ha prohibido la reelección y a que existe un entorno de alta conflictividad social.
Situación económica: ¿consolidación del ciclo expansivo?
· El buen entorno internacional que se refleja en mayores precios de los metales (en particular el cobre) y el crecimiento de la demanda por productos está favoreciendo nuestras exportaciones tanto tradicionales (metales e hidrocarburos, principalmente) y las no tradicionales (de alto valor agregado: agro, textiles, químicos).
· El crecimiento del PBI, visto desde el lado sectorial, destaca por los sectores no primarios. Durante 2017, estos crecieron 2.4%. En el primer trimestre lo habrían hecho 3.6% y en el segundo trimestre lo harían a 4.5%. Dentro de los sectores que más se dinamizarían se incluyen construcción (8.2%), comercio (3.3%) y servicios (4.7%).
· Asimismo, tomando en cuenta que el mes de abril tiene dos días hábiles más (este año Semana Santa fue en marzo, mientras que en 2017 fue en abril) y los buenos resultados de crecimiento de algunos sectores como: pesca de anchoveta (180%), y su implicancia en la manufactura primaria (20.3%), el consumo de electricidad (6.1%), la inversión pública (11.1%) y el despacho nacional de cemento (8.6%), esperamos que en abril se crezca a una cifra irrepetible en el año, superior al 6%.
En conclusión, resultado del favorable impacto externo, el crecimiento se aceleraría hacia fines de año, donde los principales protagonistas serían los sectores no primarios. Esto reafirma nuestro sesgo al alza en las proyecciones que se revisarán en julio. Sin embargo, la situación política puede afectar la economía. Así, se corre el riesgo de afectas las expectativas empresariales y, con ello, detener la dinamización de la inversión privada, que, por el momento, marchan en sentido contrario a la aprobación presidencial.