Economía
Cifras del Banco Central del Paraguay (BCP) ratifican lo que ya había adelantado el Indicador Mensual de la Actividad Económica del Paraguay (IMAEP), que la economía se encuentra en recesión técnica, luego que el Producto Interno Bruto (PIB) cayera durante el primer y segundo trimestre de 2019, 2,1% y 3,0%, respectivamente. Para el primer semestre del año el descenso interanual del PIB se ubicó en 2,5%. Un resultado así no se observaba desde 2012, cuando el PIB cerró el año con una reducción de 0,5%. Cabe señalar que, a diferencia de 2012, cuando la disminución de la economía estuvo explicada, principalmente, por una fuerte sequía que afectó la producción del área agrícola, en esta recesión se evidencia un desempeño desfavorable en numerosas actividades productivas. En efecto, para el primer semestre de 2019, se observa una disminución en electricidad y agua (12,0%); agricultura (11,6%); construcción (7,7%); ganadería, forestal, pesca y minería (5,7%) y manufactura (3,9%). Sólo el rubro de comercio y servicios registró un incremento (2,4%), motorizado por el sector servicios que amortiguó las caídas registradas en la actividad comercial y de transporte. El escenario local, aunado a las perspectivas de desaceleración económica mundial; tensiones comerciales; contexto complejo en Argentina, entre otros, llevaron a la Autoridad Monetaria a reducir su tasa de política monetaria por quinta vez en el año, para ubicarla en 4,0%.
Política
El presidente de Paraguay, Mario Abdo, alcanzó su primer año en el cargo, con los peores niveles de aprobación (69% de desaprobación), sumergido en una crisis política duradera y ante una importante desaceleración económica. Los partidos de oposición han convocado protestas públicas para presionar aún más al gobierno de Abdo, quien también está lidiando con una desaceleración económica causada por una caída en la producción agrícola y la turbulencia financiera mundial. El gobierno de Adbo ha demorado en reconocer el contexto económico adverso, lanzando su Plan de Reactivación Económica recién en junio de este año. El mismo contempla aproximadamente US$ 1.500 millones para el financiamiento de proyectos de infraestructura, asistencia social y económica. De ese monto, US$ 1.175 millones irían a obras públicas, US$ 114,5 millones en concepto de asistencia social y US$ 254 millones para apoyo a la producción, el comercio y el empleo. Según el gobierno, el plan debería crear alrededor de 50.000 empleos, con beneficios directos a 157.000 familias. Sin embargo, la demora en establecer un plan anti-cíclico hizo que la caída sea más pronunciada y difícil de revertir en el mediano plazo.