El límite del alineamiento sindical: la demanda de recuperación salarial
A pesar del apoyo que Alberto Fernández recibió de todo el arco sindical, no le iba a ser sencillo lograr que ese apoyo político se transformara en: 1) la sustancia para la concreción de una nueva unidad sindical, y 2) un soporte político incondicional.
Las dificultades de la unidad están a la vista. El propio Presidente tuvo que mantener a lo largo de febrero reuniones separadas con cada uno de los principales referentes gremiales de cada espacio sindical. Y de esas mismas reuniones, quedó en evidencia que el apoyo político sindical tiene un límite claro, como lo es el interés de los dirigentes sindicales de recuperar durante 2020 el poder adquisitivo de sus salarios (o al menos no seguir perdiendo).
El mensaje que transmitió el Gobierno, para poner una referencia al proceso paritario, incluyó dos recomendaciones: 1) no a las cláusulas gatillo y 2) que los aumentos sean en sumas fijas. El objetivo es que la discusión salarial colabore con el objetivo de bajar la nominalidad de la economía y acompañe un eventual proceso de desinflación. Pero más allá del apoyo político gremial al nuevo Gobierno, ninguna de las dos recomendaciones fue abrazada por el arco sindical. De hecho, de la primera reunión del Consejo de la CGT surgieron algunos cuestionamientos a estos planteos y el temor de que se busque acotar el margen de negociación.
Además, el gobierno busca contener las demandas de recuperación del salario hasta no tener cerrado el acuerdo de reestructuración de la deuda. Para esto, pide actualizar con sumas fijas los salarios hasta tanto finalice esta suerte de período de emergencia que ha fijado el programa económico para los primeros 180 días.
Prevalecen revisiones en porcentajes en las paritarias de grandes gremios
Los acuerdos paritarios 2019-2020 de los grandes gremios se encuentran llegando a su fin, y en muchos casos incluyen una revisión del acuerdo para cotejarlo con la evolución de la inflación. En la mayoría de los casos (Camioneros, UATRE, Sanidad o la UOM), las revisiones no se materializan en sumas fijas, como quería el Gobierno, sino en aumentos porcentuales. Si repasamos, concluimos que los acuerdos que más resultado dieron fueron los que se revisaron cada tres o cuatro meses, como SMATA, Bancarios y la UOCRA. Sanidad, Alimentación y Gastronómicos, con acuerdos similares entre sí, lograron negociaciones favorables. Ferroviarios y UTA firmaron cláusulas indexadas a fines de 2019, además de varias sumas fijas. Por último, comercio aún no definió la última parte de su acuerdo y UPCN debería lograr un aumento adicional a las sumas fijas que viene percibiendo.