¿Cuál fue el nivel de pobreza e indigencia en 2018?
El porcentaje de personas bajo la línea de pobreza volvió a crecer, afectando al 32% de la población durante el segundo semestre de 2018. Esta cifra supera la incidencia de la pobreza registrada por el INDEC en la segunda mitad de 2016, y es claramente superior al 25,7% (mínimo de la administración Macri) observado en el segundo semestre de 2017. Un deterioro similar se observó con la indigencia: esta alcanzó el pico de 6,7% durante la segunda mitad del año pasado. Que el porcentaje de la pobreza y la indigencia haya superado las cifras de 2016 no sorprende, pues el año pasado la caída de salario real fue la mayor desde 2002 (en diciembre la contracción era cercana al 12%) y si bien la destrucción de empleo no fue masiva aumentó considerablemente la precarización laboral.
¿A quién afectó más la crisis?
Estructuralmente, en Argentina la pobreza afecta en mayor medida a los niños (menores de 14 años). Lamentablemente, la recesión de 2018 impactó de lleno en este grupo etario. Durante el segundo semestre de 2018 el 46,8% de los niños en Argentina eran pobres y el atraso del poder de compra de la Asignación Universal por Hijo (AUH) no hizo más complejizar esta situación. Si bien la incidencia de la pobreza y la indigencia es menor, los adultos mayores (más de 65 años) también sufrieron las consecuencias del deterioro económico: ya que los aumentos de los haberes previsionales perdieron por varias cabezas frente a la inflación (situación similar a la observada en la AUH). Por su parte, los adultos (quienes típicamente cuentan con empleos más estables) fueron los menos golpeados.
¿Qué expectativas hay de cara a 2019?
Lamentablemente, las perspectivas para este año en materia de indicadores socio-económicos no son buenas: el nivel de actividad se contraerá en 2019; no esperamos que haya creación de empleo ni un aumento de salario real significativos durante buena parte del año, y las jubilaciones mejorarán en términos reales mayormente en la segunda mitad del año. El reciente ajuste de la AUH (46% en marzo) ayudará, pero solo para contener la situación (especialmente la indigencia). En este marco es probable que no haya mejoras significativas entre 2016 y 2019.
A comienzos de 2016 el actual presidente manifestó el deseo de que su gobierno sea juzgado por si pudo o no reducir el flagelo de la pobreza y la indigencia. Más allá de las causas, el resultado no fue positivo.