Como siempre lo advertimos, la indagación sobre resultados posibles en escenarios de segunda vuelta resulta una tarea más explorativa que predictiva, porque el comportamiento de los votantes en una segunda vuelta está fuertemente impactado por el resultado de la primera vuelta y por la dinámica que adquiere la conversación pública (la campaña) en esos momentos. Y todo ello se conocerá una vez que haya ocurrido la primera vuelta.
En esta primera impresión que recogemos post PASO, Milei arranca con ventaja en los escenarios de segunda vuelta que evaluamos. Le gana con comodidad a Massa, capitalizando la fuerte demanda de cambio que hay en la escena, y le gana más ajustadamente a Bullrich con muchos votantes que se ausentarían.
Resulta muy interesante observar el flujo de migración entre los escenarios de primera y segunda vuelta. Sobre todo de los dos escenarios más probables: Milei-Massa y Milei-Bullrich, asumiendo que Milei tiene altísimas chances de ingresar a un eventual balotaje. En el primero de ellos, los votantes de Patricia Bullrich se reparten entre apoyar a Milei y votar en Blanco o no votar. Milei se lleva unos 10 p.p. de votantes de Bullrich y algo de indecisos y con ello logra estirar del 36% al 47,8%. Mientras que Massa crece a manos de votantes de Bregman, Schiaretti y algo de Bullrich, pero sin sumar más de 5 p.p. entre un escenario y el otro.
El segundo escenario se vuelve más interesante aún, ya que ofrece una alternativa que pudiera no ser representativa para muchos votantes al tratarse no solo de dos ofertas opositoras, sino que se trata de dos actores que estaban ubicados en el extremo derecho del espectro. Por ello, el escenario nos ofrece la rareza de que casi un 25% de los consultados señala que no votaría o que votaría en blanco. Se trata, en su gran mayoría, de los votantes de Massa que no se sienten representados por ninguno de los dos candidatos que les presenta el escenario. Una parte de ellos se termina de inclinar por Bullrich, y ello le permite e Bullrich crecer hasta ubicarse por encima del 30%, y otra parte menor de los votantes de Massa se inclina por apoyar a Milei, lo que le permite al Libertario acercarse al 40%, pero quedan muchos desamparados. La pregunta es si Bullrich puede convocar a esos votantes sobre la base de invitarlos a evitar un mal mucho peor, que para ellos pudiera ser un triunfo de Milei, entendiendo que se trata de un electorado más refractario al Libertario. Si ello es así, Bullrich podría no solo emparejar el escenario sino también darlo vuelta y ganar el balotaje.
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