Comenzando a retirar estímulos
Desde el comienzo de la pandemia, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) ha llevado adelante una política monetaria expansiva para contener la crisis económica desatada por el Covid-19. Al igual que la gran mayoría de los Bancos Centrales, para estimular la demanda de crédito y la demanda agregada, la FED redujo su tasa de política monetaria en más de 1,5 p.p desde la irrupción de la crisis, llevando a esta tasa overnight al casi 0% actual. Esto, a su vez, fue acompañado de una continua expansión de su hoja de balance vía compra de activos para inundar de liquidez a los mercados. Así, su balance creció a un ritmo mensual de USD 200 billions y se duplicó desde el inicio de la pandemia: saltó de USD 4,17 trillions a los USD 8,56 trillions actuales, máximo histórico.
Finalizado ya el período de mayor impacto pandémico, con una aparente normalización de la situación sanitaria, sumado al apoyo de la política fiscal y buenos indicadores de actividad, dicho organismo ha decidido comenzar a reducir gradualmente el ritmo de compras de activos y, consecuentemente, de expansión de su hoja de balance.
Específicamente, la FED anunció hoy el inicio del tapering: recortará sus compras de activos en USD 15 billions mensuales (en línea con lo esperado), reduciendo gradualmente la inyección de liquidez en los mercados y en la economía. En consecuencia, el tapering (y la expansión de la hoja de balance de la FED) terminaría en junio del 2022.
¿Por qué ahora?
La FED tiene un objetivo dual: mantener una inflación estable (en torno al 2% como equilibrio de largo plazo) y, a su vez, estimular el nivel de actividad y empleo, llevándolos a niveles de equilibrio que no “calienten o enfríen” por demás a la economía.
El comienzo del tapering se da en un contexto en el que el mercado laboral aún no se recuperó completamente y dista de alcanzar el equilibrio de pleno empleo que la FED busca. Pero, la preocupación de la autoridad proviene por parte de su otro objetivo: la inflación se aceleró en Estados Unidos. La inflación interanual se ubica por encima del 5% hace ya cuatro meses. Más preocupante aún: en solo 9 meses los precios avanzaron un 4,8%, la mayor inflación acumulada a septiembre desde 1990. En solo 9 de los últimos 74 años la inflación se aceleró a un ritmo igual o mayor que el actual.
Presiones inflacionarias ¿transitorias?
Dos meses atrás la FED argumentaba que la aceleración inflacionaria era transitoria, consecuencia de reacomodamientos de precios luego de los cierres y restricciones de oferta del 2020. Uno de los datos más relevantes y sutiles que dejó entrever el comunicado es un cambio discursivo sobre el fenómeno inflacionario: mientras que en agosto mencionaba tajantemente que la aceleración inflacionaria era transitoria, en el comunicado actual fue menos tajante: argumentó que probablemente responda a fenómenos transitorios, dejando entrever una mayor preocupación por la dinámica de los precios.
El tapering no es una política monetaria contractiva, es simplemente el comienzo de una política monetaria menos expansiva, pero que sigue siendo expansiva. Esta no es la única herramienta de la FED: también podría subir la tasa de referencia para contratacar la aceleración inflacionaria. No obstante, la Fed Fund Rate se mantendrá inalterada por ahora, según el comunicado de la autoridad.
Consecuencias locales y globales
A nivel global, el mercado ya priceó el comienzo del tapering, anuncio que no tomó por sorpresa a nadie. No obstante, el potencial impacto a corto plazo de los menores estímulos monetarios de la FED y la gradualmente menor inyección de liquidez en los mercados internacionales probablemente se vea en los precios de los commodities si el proceso es acompañado de una suba de tasas, fenómeno crucial a monitorear de cara a los próximos meses. De momento, en el plano local, las expectativas de precios y producción de cara a la campaña entrante no se vieron inalterados. No obstante, los sectores que potencialmente más se podrían ver afectados por el comienzo de un ciclo menos laxo en materia monetaria serán aquellos cuya riqueza esté en el futuro: las empresas tecnológicas. Aún así, no es momento de sacar conclusiones: el tapering recién comienza y las tasas de momento se mantienen inalteradas. Las consecuencias de las decisiones actuales las veremos en los próximos meses.