Empleo e Ingresos

El salario real volverá a caer en 2019

¿Cuánto cayó el salario real en 2018?

Durante el año pasado, cuando la inflación se aceleró y rozó 50%, el crecimiento salarial promedio fue de 29,7%. En consecuencia, el salario real cayó 6,3% en 2018. Esta contracción fue homogénea a todas las modalidades de contratación: el salario real del sector no registrado cayó en promedio 6,5%, levemente por encima del retroceso medio del salario real de los registrados (-6,2% i.a.). Dentro de este grupo, el salario real de los trabajadores del sector privado sufrió una merma algo más acotada que la del sector público (5,8% vs 7% i.a.)

¿A qué se debe este retroceso?

 

Esta dinámica responde a dos factores. En primer lugar hay que destacar que incluso con el brote inflacionario de comienzo de año (debido a aumentos de tarifas e inestabilidad cambiaria), las negociaciones paritarias se cerraron originalmente en torno al 15%, en línea con la voluntad del Ejecutivo. El segundo es que al momento de otorgarse nuevos aumentos en función de una mayor suba de precios, tuvo lugar el salto cambiario del cierre de agosto, que se tradujo en una aceleración de la inflación que sepultó el poder adquisitivo de los trabajadores. Las recomposiciones que llegaron en los últimos meses no fueron suficientes para torcer el rumbo en un contexto de inflación elevada. De hecho, en el último trimestre el salario del sector registrado –quienes lograron una mejora salarial vía paritarias- creció 8,5% contra un alza de 11,5% del nivel de precios.

En cambio, los datos sugieren que la crisis que se desató en los últimos tres meses del año no impidió que los salarios del sector no registrado crezca más de 12%, por encima de la inflación. A priori, esto resulta contraintuitivo debido a que el sector informal es el que más sufre la caída en la actividad económica, por lo que es altamente probable que el ingreso de los trabajadores del sector no sea el que más se incrementa. En efecto, la explicación de esta dinámica se encuentra en la forma que se construye del índice de salarios para los trabajadores no registrados, que ante la dificultad de seguir en el tiempo un mismo puesto de trabajo en el sector informal (ninguna empresa reportará un puesto de trabajo no registrado), posee una metodología que toma información de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Como esta se realiza trimestralmente, el índice de salarios del sector no registrado tiene un rezago en el tiempo, que en particular, en el último trimestre del año, capta los aumentos salariales de mediados de año, momento en que la economía aún no había entrado en recesión. Por este motivo, si bien no tenemos otro tipo de información, es impreciso afirmar que los ingresos laborales de los trabajadores informales superaron a los de los formales en el último trimestre del año.

¿Qué esperamos para 2019?

 

Como cualquier variable de nuestra economía, el salario real fluctuará en función del clima político, que a su vez influirá sobre el mercado cambiario . Bajo nuestro escenario más probable, que supone una victoria de Cambiemos o la imposición de un candidato market friendly, la inflación no se disparará (prevemos que crezca en torno a 35%) pero bajará a un ritmo menor del que supone el oficialismo (alrededor de 25%). No obstante, si las paritarias se fijan nuevamente en torno a la cifra planteada desde el gobierno, los aumentos salariales nominales podrían acumular subas cercanas al 35% en 2019 gracias a la activación de las cláusulas de renegociación a inicios de año.

El avance del salario real llegaría a terreno positivo justo en la previa electoral. Sin embargo, la mejora del cierre del año no será suficiente para compensar el poder adquisitivo perdido y como resultado, caerá alrededor de 4% promedio durante 2019.



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