Actividad

Derrumbe industrial

¿Qué pasó con la Industria en septiembre?

La actividad industrial se derrumbó. El Estimador Mensual Industrial (EMI) cayó 11,5% i.a. y registró la contracción más profunda desde el primer semestre de 2002. Como resultado, en el acumulado a septiembre exhibe una caída del 2,1% i.a.

A excepción de las industrias metálicas, que crecieron 2,7% i.a., el deterioro fue generalizado: en septiembre 7 de los 12 sectores mostraron un retroceso superior al 10% en términos interanuales, siendo la Industria Textil (-24,6% i.a.), Edición e Impresión (-21,6% i.a.), Industria Metalmecánica sin sector automotriz (-20,5% i.a.) y Caucho y plástico (-20,4% i.a.) los más afectados.

¿Cuáles fueron los determinantes del derrumbe?

En un escenario en el cual la Industria estaba contrayéndose -el acumulado había vuelto a terreno negativo (-0,8% i.a.) en agosto-, el salto del dólar hacia fines de agosto fue el golpe de gracia que provocó el desplome observado. Más allá de las implicancias en los costos de producción –que ya venían elevándose-, el principal factor que redujo la producción fue la caída de la demanda en un contexto de alta incertidumbre, deterioro de los ingresos reales y elevadas tasas de financiamiento.

La caída del salario real (que a septiembre había acumulado un retroceso mayor a 4% i.a.), redujo la demanda de bienes de consumo masivo (como alimentos y bebidas o cigarrillos) y durables (menores ventas de autos en el mercado interno). Por caso, en septiembre la producción de alimentos y bebidas se contrajo 3,2% i.a., sector que además sufrió el impacto de la sequía en el segundo trimestre del año, mientras que tanto el Sector Tabacalero como el Automotriz retrocedieron casi 16% i.a. Vale destacar que la menor actividad en estos sectores se propagó a otros, como es el caso del rubro de la impresión, químicos, vidrios y neumáticos. Adicionalmente, la caída de 4,2% i.a. de la Construcción (según ISAC) no colaboró, ya que como resultado se contrajo la  demanda de materiales (cemento, ladrillos, plásticos, caucho, entre otros).

Por otro lado, debido a la menor demanda de asfalto la merma en la Construcción también afectó la refinación de petróleo (su producción cayó 11% i.a.). Este último sector también vio afectada su producción por el hecho de que  varias empresas del sector están destinando sus esfuerzos e inversiones a activos en Vaca Muerta y en consecuencia reduciendo el procesamiento de los combustibles.

Al respecto, justamente Vaca Muerta fue una de las causas que permitió la expansión de la Industria Metálica : Acero (+2,8% i.a.) y Aluminio (+2,0% i.a.) crecieron a pesar de la menor demanda por parte de la Construcción.

¿Cómo afecta nuestras proyecciones?

A la baja. El deterioro del salario real se profundizará en lo que resta del año y bajo un escenario macroeconómico caracterizado por un elevado costo del financiamiento, los factores que determinaron la merma en la producción industrial en septiembre no se revertirán en el corto plazo. Un aliciente pero no suficiente será el mercado externo, que ante la suba del dólar, potencia las exportaciones de productos argentinos que ya están insertos en el mercado externo.

Bajo este contexto estimamos que la actividad industrial concluirá el 2018 con una caída del -3,3% anual, liderando junto con el sector agropecuario -debido a la sequía- la caída de la economía en su conjunto. Asimismo, la dinámica recesiva de la industria se prolongará durante la primera parte de 2019,  hasta tanto se materialice la próxima cosecha de granos y oleaginosas,  se observen mejoras en el poder adquisitivo y en el acceso al financiamiento que permitan reactivar la demanda interna.

 



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